El proceso de reconciliación impulsado por la comunidad de Monterrey, en el sur de Bolívar “me tiene impresionado y es una lección para todo el país”, expresó en este corregimiento de Simití Alejandro Eder, director de la Agencia Colombiana para la Reintegración, ACR. Eder visitó este corregimiento, donde más de 242 personas fueron asesinadas por […]
El proceso de reconciliación impulsado por la comunidad de Monterrey, en el sur de Bolívar “me tiene impresionado y es una lección para todo el país”, expresó en este corregimiento de Simití Alejandro Eder, director de la Agencia Colombiana para la Reintegración, ACR.
Eder visitó este corregimiento, donde más de 242 personas fueron asesinadas por los grupos armados ilegales, y donde se desarrolla un proceso de reconciliación desde hace dos años.
Se trata de un proyecto piloto, donde la reconciliación se hace a partir de las comunidades que han sido víctimas de la violencia, comunidades que por la presión de grupos armados tuvieron que emigrar hacia Aguachica, Gamarra y demás poblaciones de Cesar.
Ese proceso, liderado por la ACR, con recursos de la Unión Europea y el apoyo del Programa de Desarrollo y Paz del Magdalena Medio, busca tres objetivos como son: Fortalecer la organización de la comunidad, Desarrollar obras de infraestructura e Impulsar proyectos productivos sostenibles.
El proyecto en Monterrey implicó la creación de un comité cívico, que acogió a representes de tres veredas, y que la comunidad acogiera a 22 desmovilizados que están en proceso de reintegración.
“Estoy muy impresionado. Quiero expresarles mi dolor fraternal por lo que ustedes vivieron. Yo he tenido familiares que han sido asesinados, secuestrados y que se han tenido que ir. El gesto de perdón que ustedes están dando es una lección para todo el país”, expresó Alejandro Eder, quien inauguró un centro comunitario en Monterrey.
Además de ese centro, el proyecto permitió la construcción de una planta desarenadora para el acueducto local, que se hicieran mejoras en comedores comunitarios, establecimientos educativos, vías y puentes. También se impulsaron micro hatos ganaderos y granjas productivas que beneficiaron a dos centenares de familias.
Eder reconoció que “muchas personas en Colombia no han sido capaces de dar este paso. Si nosotros queremos la paz, nos va tocar pasar por la reintegración. Si queremos que nuestros hijos no tengan que sufrir lo que nosotros sufrimos, esto es un paso necesario. Les quiero dar las gracias a ustedes por haberles abierto las puertas a los desmovilizados, por darles una oportunidad, y les quiero dar las gracias a los desmovilizados por haberse reintegrado”, añadió Eder.
Como se recordará, Monterrey fue durante muchos años una localidad muy afectada por la violencia armada, tanto de los grupos guerrilleros como de las Autodefensas Unidas de Colombia.
El proceso de reconciliación impulsado por la comunidad de Monterrey, en el sur de Bolívar “me tiene impresionado y es una lección para todo el país”, expresó en este corregimiento de Simití Alejandro Eder, director de la Agencia Colombiana para la Reintegración, ACR. Eder visitó este corregimiento, donde más de 242 personas fueron asesinadas por […]
El proceso de reconciliación impulsado por la comunidad de Monterrey, en el sur de Bolívar “me tiene impresionado y es una lección para todo el país”, expresó en este corregimiento de Simití Alejandro Eder, director de la Agencia Colombiana para la Reintegración, ACR.
Eder visitó este corregimiento, donde más de 242 personas fueron asesinadas por los grupos armados ilegales, y donde se desarrolla un proceso de reconciliación desde hace dos años.
Se trata de un proyecto piloto, donde la reconciliación se hace a partir de las comunidades que han sido víctimas de la violencia, comunidades que por la presión de grupos armados tuvieron que emigrar hacia Aguachica, Gamarra y demás poblaciones de Cesar.
Ese proceso, liderado por la ACR, con recursos de la Unión Europea y el apoyo del Programa de Desarrollo y Paz del Magdalena Medio, busca tres objetivos como son: Fortalecer la organización de la comunidad, Desarrollar obras de infraestructura e Impulsar proyectos productivos sostenibles.
El proyecto en Monterrey implicó la creación de un comité cívico, que acogió a representes de tres veredas, y que la comunidad acogiera a 22 desmovilizados que están en proceso de reintegración.
“Estoy muy impresionado. Quiero expresarles mi dolor fraternal por lo que ustedes vivieron. Yo he tenido familiares que han sido asesinados, secuestrados y que se han tenido que ir. El gesto de perdón que ustedes están dando es una lección para todo el país”, expresó Alejandro Eder, quien inauguró un centro comunitario en Monterrey.
Además de ese centro, el proyecto permitió la construcción de una planta desarenadora para el acueducto local, que se hicieran mejoras en comedores comunitarios, establecimientos educativos, vías y puentes. También se impulsaron micro hatos ganaderos y granjas productivas que beneficiaron a dos centenares de familias.
Eder reconoció que “muchas personas en Colombia no han sido capaces de dar este paso. Si nosotros queremos la paz, nos va tocar pasar por la reintegración. Si queremos que nuestros hijos no tengan que sufrir lo que nosotros sufrimos, esto es un paso necesario. Les quiero dar las gracias a ustedes por haberles abierto las puertas a los desmovilizados, por darles una oportunidad, y les quiero dar las gracias a los desmovilizados por haberse reintegrado”, añadió Eder.
Como se recordará, Monterrey fue durante muchos años una localidad muy afectada por la violencia armada, tanto de los grupos guerrilleros como de las Autodefensas Unidas de Colombia.