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General - 17 junio, 2019

Reciclaje en Valledupar: entre la necesidad y la responsabilidad

El reciclaje está relacionado con la necesidad y el desempleo, sin embargo la capacitación y los años enseñaron la importancia de este trabajo en el cuidado del medio ambiente.

El cartón es el elemento que más se recicla junto al plástico, por la oferta.
El cartón es el elemento que más se recicla junto al plástico, por la oferta.

“Cuando me empezaron a hablar de medio ambiente entendí que mi trabajo beneficia más a la sociedad que a mi economía”. Entre ruidos de botellas cayendo al suelo y cajas de cartones aplastadas, Adalberto Vásquez cuenta los últimos 30 años de su vida dedicados al reciclaje, reconociendo que entendió la importancia del oficio más allá de las ganancias personales, cuando le hablaron de la urgencia de reciclar.

Como Adalberto Vásquez y Luis Martínez casi la totalidad de las personas entran al reciclaje por necesidad, por la falta de empleo.

Eran los últimos años de la década de los 80’s, cuando Vásquez llegó a Valledupar sin trabajo y tres hijos. La necesidad y la influencia de los familiares que ya se dedicaban al aprovechamiento de los residuos como forma de vida, lo convencieron.

No es el mismo que empezó recogiendo desechos por necesidad, hoy es una responsabilidad. “El conocimiento que hemos adquirido gracias a las asesorías del Sena, Corpocesar, por la voluntad propia y por supuesto la experiencia de los años en esto, te enseñan el verdadero valor de nuestra labor”, agrega.

Gracias a esa conciencia ambiental se pierde la vergüenza que desafía en los primeros años a los recicladores y los riesgos de salubridad.
En 1.989 junto a sus familiares formó la cooperativa de aprovechamiento de residuos vigente más antigua de Valledupar y el Cesar. Hoy son referentes, no solo en el departamento.
Los años y el trabajo les abrieron las puertas en la Asociación de Recicladores de Costa Norte y la Asociación nacional de recicladores, pero sin duda el mayor reconocimiento fue el ingresar a la Red Latinoamericana de Recicladores. “Soy consciente desde mi niñez que nací para servir y vi que este era un medio directo para servirle a la sociedad”, señaló Vásquez.

LA ECONOMÍA

En la lucha por la dignidad del oficio, la Corte Constitucional ha sido el ‘guardaespaldas’ de los recicladores. En varias sentencias ha dejado claro que la labor que acometen los recicladores no sólo les brinda a ellos la posibilidad de recibir una remuneración por un trabajo digno, sino “que favorece a la sociedad en su relación con los ecosistemas”.

Fue la máxima autoridad constitucional la que determinó que por su trabajo, el reciclador tenía derecho a una remuneración. La creación de las cooperativas incentivó la formalidad en el reciclaje, sin embargo aún son más los que viven del diario sin protección en una actividad tan versátil como el aprovechamiento de la basura.

Luis Martínez lleva siete años en el reciclaje y cuando se le pregunta sobre las ganancias del reciclador varía entre la alegría y la resignación. Va desde $50.000, hasta esos días que los $2.000 del pago alcanzan solo para el almuerzo.

Cada día aumenta la competencia. Con la llegada de migrantes tocó cambiar los horarios de los recorridos. “Salgo de mi casa de Amaneceres del Valle a las seis de la mañana, camino el barrio y del recorrido del barrio salgo a las ocho de la mañana. Cuando llego a otro barrio ya está todo revisado”, señala Martínez.

Las cooperativas manejan cifras promedios de los ingresos del reciclador por $20.000 diarios, menos del mínimo mensual vigente en Colombia. “En la mayoría de tiempo este promedio es el máximo, porque ahora con todo lo que pasa un reciclador solventa su vida con un promedio de $12.000 a $15.000”, señaló Vásquez.

Su visión es de la reciclador pero ahora es administrador de una cooperativa y se enfrenta a los retos financieros de una organización formal. Sobre todo los desafíos tributarios. “Hay un error que se ha extendido desde la Corte Constitucional hasta los alcaldes de que los recicladores pueden volverse empresarios. Sí, empresarios por su conocimiento y forma de laboral, pero económicamente no”, agregó.

Bajo su argumento, el reciclador no genera gran capital encima del diario y en los gremios las utilidades resultado de las transacción en venta “se van en impuestos”.

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17 junio, 2019

Reciclaje en Valledupar: entre la necesidad y la responsabilidad

El reciclaje está relacionado con la necesidad y el desempleo, sin embargo la capacitación y los años enseñaron la importancia de este trabajo en el cuidado del medio ambiente.


El cartón es el elemento que más se recicla junto al plástico, por la oferta.
El cartón es el elemento que más se recicla junto al plástico, por la oferta.

“Cuando me empezaron a hablar de medio ambiente entendí que mi trabajo beneficia más a la sociedad que a mi economía”. Entre ruidos de botellas cayendo al suelo y cajas de cartones aplastadas, Adalberto Vásquez cuenta los últimos 30 años de su vida dedicados al reciclaje, reconociendo que entendió la importancia del oficio más allá de las ganancias personales, cuando le hablaron de la urgencia de reciclar.

Como Adalberto Vásquez y Luis Martínez casi la totalidad de las personas entran al reciclaje por necesidad, por la falta de empleo.

Eran los últimos años de la década de los 80’s, cuando Vásquez llegó a Valledupar sin trabajo y tres hijos. La necesidad y la influencia de los familiares que ya se dedicaban al aprovechamiento de los residuos como forma de vida, lo convencieron.

No es el mismo que empezó recogiendo desechos por necesidad, hoy es una responsabilidad. “El conocimiento que hemos adquirido gracias a las asesorías del Sena, Corpocesar, por la voluntad propia y por supuesto la experiencia de los años en esto, te enseñan el verdadero valor de nuestra labor”, agrega.

Gracias a esa conciencia ambiental se pierde la vergüenza que desafía en los primeros años a los recicladores y los riesgos de salubridad.
En 1.989 junto a sus familiares formó la cooperativa de aprovechamiento de residuos vigente más antigua de Valledupar y el Cesar. Hoy son referentes, no solo en el departamento.
Los años y el trabajo les abrieron las puertas en la Asociación de Recicladores de Costa Norte y la Asociación nacional de recicladores, pero sin duda el mayor reconocimiento fue el ingresar a la Red Latinoamericana de Recicladores. “Soy consciente desde mi niñez que nací para servir y vi que este era un medio directo para servirle a la sociedad”, señaló Vásquez.

LA ECONOMÍA

En la lucha por la dignidad del oficio, la Corte Constitucional ha sido el ‘guardaespaldas’ de los recicladores. En varias sentencias ha dejado claro que la labor que acometen los recicladores no sólo les brinda a ellos la posibilidad de recibir una remuneración por un trabajo digno, sino “que favorece a la sociedad en su relación con los ecosistemas”.

Fue la máxima autoridad constitucional la que determinó que por su trabajo, el reciclador tenía derecho a una remuneración. La creación de las cooperativas incentivó la formalidad en el reciclaje, sin embargo aún son más los que viven del diario sin protección en una actividad tan versátil como el aprovechamiento de la basura.

Luis Martínez lleva siete años en el reciclaje y cuando se le pregunta sobre las ganancias del reciclador varía entre la alegría y la resignación. Va desde $50.000, hasta esos días que los $2.000 del pago alcanzan solo para el almuerzo.

Cada día aumenta la competencia. Con la llegada de migrantes tocó cambiar los horarios de los recorridos. “Salgo de mi casa de Amaneceres del Valle a las seis de la mañana, camino el barrio y del recorrido del barrio salgo a las ocho de la mañana. Cuando llego a otro barrio ya está todo revisado”, señala Martínez.

Las cooperativas manejan cifras promedios de los ingresos del reciclador por $20.000 diarios, menos del mínimo mensual vigente en Colombia. “En la mayoría de tiempo este promedio es el máximo, porque ahora con todo lo que pasa un reciclador solventa su vida con un promedio de $12.000 a $15.000”, señaló Vásquez.

Su visión es de la reciclador pero ahora es administrador de una cooperativa y se enfrenta a los retos financieros de una organización formal. Sobre todo los desafíos tributarios. “Hay un error que se ha extendido desde la Corte Constitucional hasta los alcaldes de que los recicladores pueden volverse empresarios. Sí, empresarios por su conocimiento y forma de laboral, pero económicamente no”, agregó.

Bajo su argumento, el reciclador no genera gran capital encima del diario y en los gremios las utilidades resultado de las transacción en venta “se van en impuestos”.