La designación de Francia Márquez, como fórmula vicepresidencial de Petro, desató una impresionante ola de racismo en gran parte del país, comentarios asqueantes que estremecen por lo extremistas: “yo no voto por negros”, “la negra esa”, “esa negra no sabe ni hablar”, nos denotan como una nación discriminatoria, racista, clasista e inhumana, apegada al pensamiento Nazi.
La designación de Francia Márquez, como fórmula vicepresidencial de Petro, desató una impresionante ola de racismo en gran parte del país, comentarios asqueantes que estremecen por lo extremistas: “yo no voto por negros”, “la negra esa”, “esa negra no sabe ni hablar”, nos denotan como una nación discriminatoria, racista, clasista e inhumana, apegada al pensamiento Nazi que promulgaba razas superiores o arias para separar y asesinar por el origen, color de piel, pensamiento o credo religioso, que dejó más de 6 millones de judíos muertos, en una de las peores tragedias de la humanidad, El Holocausto; omitiendo una irrefutable realidad; todos somos iguales en medio de la diversidad, con similares capacidades y valores, que es lo que fundamenta la verdadera existencia.
Ya antes en el país se había manifestado este fenómeno de desprecio con los venezolanos y ahora muestra su peor cara, contra una mujer hecha a pulso desde los territorios, que ha luchado por la inclusión social, la igualdad de derechos y exponiendo su vida por su comunidad, especialmente en el Pacifico, azotado por el olvido estatal y la violencia desbordada por múltiples factores, situaciones que han generado numerosas muertes de líderes sociales, indígenas y negros, casi todos en condiciones de pobreza.
Comentarios como los de la periodista Paola Ochoa, en Blu Radio, dejan ver que hay un desprecio casi diabólico por parte de una elite que piensa que las minorías, no deben tener oportunidades y no cuentan con la preparación para asumir ningún tipo de cargo, aunque según ella, no quiso decir lo que dijo y tuvo que salir a disculparse. Quienes dicen que Francia Márquez no puede llegar a ser vicepresidenta porque no tiene experiencia en cargos públicos, son los mismos que votaron por Duque, que tampoco la tenía.
Otra afirmación rastrera y malintencionada, fue la del congresista, Fernando Nicolás Araujo: “Petro, con su mensaje de división y exclusión escogió a Francia Márquez, que divide a la sociedad por clase, por raza y por género” como si Francia, solo por aspirar, divide la sociedad ¿por qué la divide?, muy clasista y excluyente, peor cuando viene de un miembro de una de las familias que expropió comunidades negras en Cartagena para hacer hoteles y condominios, según denunció Gustavo Petro.
También ha sido objeto de burlas y polémicas por su lenguaje incluyente, términos ancestrales como “mayores y mayoras”, que usan las comunidades afro, raizales y palenqueras para resaltar la inclusión, además aceptados por las organizaciones que regulan la lengua española.
Lo que hay detrás de toda esta andada de racismo y mensajes despreciables, es un terror a que lleguen otros a gobernar y les quiten los privilegios a unos pocos, no ven con buenos ojos que a la Casa de Nariño llegue una mujer de un origen distinto al de los mismos, que por años se han encargado de saquear al Estado y han dejado a Colombia en un estado calamitoso.
A Francia Márquez hay que rodearla porque su liderazgo es sorprendente, aunque no cuente con un carisma jovial y cercano, de pronto por tantos golpes que ha recibido en la vida, se nota algo distante. Pero lo importante es su gran compromiso con las comunidades vulnerables y su empatía social para sacar adelante procesos que beneficien a los más necesitados.
Por Jacobo Solano C.
@JACOBOSOLANOC
La designación de Francia Márquez, como fórmula vicepresidencial de Petro, desató una impresionante ola de racismo en gran parte del país, comentarios asqueantes que estremecen por lo extremistas: “yo no voto por negros”, “la negra esa”, “esa negra no sabe ni hablar”, nos denotan como una nación discriminatoria, racista, clasista e inhumana, apegada al pensamiento Nazi.
La designación de Francia Márquez, como fórmula vicepresidencial de Petro, desató una impresionante ola de racismo en gran parte del país, comentarios asqueantes que estremecen por lo extremistas: “yo no voto por negros”, “la negra esa”, “esa negra no sabe ni hablar”, nos denotan como una nación discriminatoria, racista, clasista e inhumana, apegada al pensamiento Nazi que promulgaba razas superiores o arias para separar y asesinar por el origen, color de piel, pensamiento o credo religioso, que dejó más de 6 millones de judíos muertos, en una de las peores tragedias de la humanidad, El Holocausto; omitiendo una irrefutable realidad; todos somos iguales en medio de la diversidad, con similares capacidades y valores, que es lo que fundamenta la verdadera existencia.
Ya antes en el país se había manifestado este fenómeno de desprecio con los venezolanos y ahora muestra su peor cara, contra una mujer hecha a pulso desde los territorios, que ha luchado por la inclusión social, la igualdad de derechos y exponiendo su vida por su comunidad, especialmente en el Pacifico, azotado por el olvido estatal y la violencia desbordada por múltiples factores, situaciones que han generado numerosas muertes de líderes sociales, indígenas y negros, casi todos en condiciones de pobreza.
Comentarios como los de la periodista Paola Ochoa, en Blu Radio, dejan ver que hay un desprecio casi diabólico por parte de una elite que piensa que las minorías, no deben tener oportunidades y no cuentan con la preparación para asumir ningún tipo de cargo, aunque según ella, no quiso decir lo que dijo y tuvo que salir a disculparse. Quienes dicen que Francia Márquez no puede llegar a ser vicepresidenta porque no tiene experiencia en cargos públicos, son los mismos que votaron por Duque, que tampoco la tenía.
Otra afirmación rastrera y malintencionada, fue la del congresista, Fernando Nicolás Araujo: “Petro, con su mensaje de división y exclusión escogió a Francia Márquez, que divide a la sociedad por clase, por raza y por género” como si Francia, solo por aspirar, divide la sociedad ¿por qué la divide?, muy clasista y excluyente, peor cuando viene de un miembro de una de las familias que expropió comunidades negras en Cartagena para hacer hoteles y condominios, según denunció Gustavo Petro.
También ha sido objeto de burlas y polémicas por su lenguaje incluyente, términos ancestrales como “mayores y mayoras”, que usan las comunidades afro, raizales y palenqueras para resaltar la inclusión, además aceptados por las organizaciones que regulan la lengua española.
Lo que hay detrás de toda esta andada de racismo y mensajes despreciables, es un terror a que lleguen otros a gobernar y les quiten los privilegios a unos pocos, no ven con buenos ojos que a la Casa de Nariño llegue una mujer de un origen distinto al de los mismos, que por años se han encargado de saquear al Estado y han dejado a Colombia en un estado calamitoso.
A Francia Márquez hay que rodearla porque su liderazgo es sorprendente, aunque no cuente con un carisma jovial y cercano, de pronto por tantos golpes que ha recibido en la vida, se nota algo distante. Pero lo importante es su gran compromiso con las comunidades vulnerables y su empatía social para sacar adelante procesos que beneficien a los más necesitados.
Por Jacobo Solano C.
@JACOBOSOLANOC