Esta semana se cumplieron 5 años desde el inicio de la pandemia, y por lo visto no nos hemos recuperado por completo. Muchos hemos sufrido en estos primeros meses del 2025 gripa, dolores e indigestiones que pueden prolongarse hasta un mes; los bolsillos de muchas familias siguen en UCI, y las señales de recuperación se asemejan a la salud del papa: aunque dicen que va mejor, se visibiliza muy poco y aumenta la expectativa del cambio. 

A nivel país, en lo educativo una buena noticia es el aumento en los sueldos de los docentes oficiales. La calidad de la educación sigue en números rojos con fuertes cuestionamientos con respecto a la calidad internacional o nacional; lo que ha vuelto un negocio permanente, tanto en colegios públicos como privados, ofrecer mejores resultados en las pruebas saber. Esto ha hecho obligatorio que los jóvenes de 10 y 11 tengan que acudir a sus instituciones educativas todos sus sábados, pues los horarios habituales no garantizan la alta calidad de la institución (sin importar los costos de las matrículas, que en muchos casos son absolutamente onerosos) y privan a los estudiantes de dedicarle tiempo a actividades deportivas o culturales.

En salud, la discusión no podría ser peor. El ‘cambio’ de los docentes, que se suponía el piloto de la transición general que el país requiere, ha resultado peor que el anterior sistema. En estos momentos las EPS que no están intervenidas tienen unas cuentas por cobrar que superan sus capacidades de cumplirle a los empleados (o por lo menos les sirve de excusa para ello) y las tutelas se siguen apilando por doquier.

Como los beneficios de la reforma pensional aún son debatidos, esperaremos que las cortes y los expertos nos amplíen el incierto panorama.

Seguridad, es un terreno pantanoso, los datos aumentan el desespero en todo el país; y lo económico con Trump afectando los datos mundiales, más negativamente que la misma pandemia, obligan a callar.

A nivel local, los cambios han sido pocos: seguimos con el mismo grupo gobernando a nivel departamental, y en espera de que Ernesto arregle todo esto que nos prometió: en seguridad nos muestran una violación grupal, en economía seguimos liderando los índices de desempleo, en salud los medios replican los innumerables llamados a tutelas. Se resalta que en Educación se dio inicio al transporte desde temprano, y el PAE ya está siendo entregado en muchos puntos, además el Loperena nos sigue generando noticias positivas, aunque se requieran acciones más eficientes en otras instituciones; y el deporte, pese al menor presupuesto, muestra buenos resultados (producto más de los deportistas que del sistema), hasta Alianza Valledupar FC tuvo una buena racha. 

El martes, con las marchas, inició la campaña, ya veremos qué extremo cobrará los réditos, que, por supuesto pagaremos todos los colombianos, entre los cambios requeridos, los prometidos, los incumplidos y la terca realidad que aún 5 (¿o 3?) años después sigue buscando ese rincón de la esperanza donde las frustraciones dejen de ser la gran constante.

Por: Cenaida R. Alvis B.