De la inseguridad que atemoriza a los habitantes de Valledupar no se escapan ni siquiera las Instituciones Educativas, que han sido víctimas sistemáticas de hurtos en sus instalaciones.
De la inseguridad que atemoriza a los habitantes de Valledupar no se escapan ni siquiera las Instituciones Educativas, que han sido víctimas sistemáticas de hurtos en sus instalaciones. El hecho cobra mucha más importancia porque se están robando la educación de miles de niños y niñas que quedan sin herramientas tan importantes como un computador que les abre las puertas al mundo digital.
Colegios como el Milciades Cantillo, José Antonio Galán, Joaquín Maestre Ochoa, Consuelo Araujo Noguera, entre otros, son las víctimas de los delincuentes que sin ningún pudor se roban los computadores donados por el Programa Presidencial ‘Computadores para Educar’, una iniciativa del Gobierno Nacional, la empresa privada y la comunidad para dotar a las escuelas y colegios públicos con equipos de cómputo.
El propósito de este Programa es claro y muy incluyente, pues pretende facilitar a los estudiante el acceso a las nuevas tecnologías de la información y comunicaciones, y se nutre de las donaciones de equipos que hacen empresas públicas y privadas a las escuelas y colegios públicos del país, los cuales son posteriormente adecuados y sometidos a un control de calidad e instalación de software, para asegurar su entrega en óptimas condiciones a las instituciones educativas beneficiadas. Valledupar ha sido uno de los municipios más beneficiados, pero también de los más perjudicados porque la débil seguridad de los colegios no puede impedir que la delincuencia común se los robe.
En este caso, ¿Quién responde por los computadores para educar? ¿La Policía Nacional, las directivas de las instituciones educativas, la comunidad? Es una difícil situación en la que deberían actuar todas las autoridades para garantizar una digna educación a los menores y jóvenes que asisten a estas escuelas públicas, e implementar campañas dirigidas a los padres de familia, estudiantes y comunidades vecinas, para que se conviertan en aliados de las Instituciones Educativas y coadyuven en el cuidado de estos valiosos equipos, especialmente ahora que el Programa Presidencial se transformó de acuerdo con la evolución de la tecnología en ‘Tabletas para la educación’. Si esto pasa con los computadores que son equipos de un tamaño visible, ¿qué pasará con las pequeñas tabletas digitales que están entregando y seguirán llegando a las Instituciones Educativas?
De la inseguridad que atemoriza a los habitantes de Valledupar no se escapan ni siquiera las Instituciones Educativas, que han sido víctimas sistemáticas de hurtos en sus instalaciones.
De la inseguridad que atemoriza a los habitantes de Valledupar no se escapan ni siquiera las Instituciones Educativas, que han sido víctimas sistemáticas de hurtos en sus instalaciones. El hecho cobra mucha más importancia porque se están robando la educación de miles de niños y niñas que quedan sin herramientas tan importantes como un computador que les abre las puertas al mundo digital.
Colegios como el Milciades Cantillo, José Antonio Galán, Joaquín Maestre Ochoa, Consuelo Araujo Noguera, entre otros, son las víctimas de los delincuentes que sin ningún pudor se roban los computadores donados por el Programa Presidencial ‘Computadores para Educar’, una iniciativa del Gobierno Nacional, la empresa privada y la comunidad para dotar a las escuelas y colegios públicos con equipos de cómputo.
El propósito de este Programa es claro y muy incluyente, pues pretende facilitar a los estudiante el acceso a las nuevas tecnologías de la información y comunicaciones, y se nutre de las donaciones de equipos que hacen empresas públicas y privadas a las escuelas y colegios públicos del país, los cuales son posteriormente adecuados y sometidos a un control de calidad e instalación de software, para asegurar su entrega en óptimas condiciones a las instituciones educativas beneficiadas. Valledupar ha sido uno de los municipios más beneficiados, pero también de los más perjudicados porque la débil seguridad de los colegios no puede impedir que la delincuencia común se los robe.
En este caso, ¿Quién responde por los computadores para educar? ¿La Policía Nacional, las directivas de las instituciones educativas, la comunidad? Es una difícil situación en la que deberían actuar todas las autoridades para garantizar una digna educación a los menores y jóvenes que asisten a estas escuelas públicas, e implementar campañas dirigidas a los padres de familia, estudiantes y comunidades vecinas, para que se conviertan en aliados de las Instituciones Educativas y coadyuven en el cuidado de estos valiosos equipos, especialmente ahora que el Programa Presidencial se transformó de acuerdo con la evolución de la tecnología en ‘Tabletas para la educación’. Si esto pasa con los computadores que son equipos de un tamaño visible, ¿qué pasará con las pequeñas tabletas digitales que están entregando y seguirán llegando a las Instituciones Educativas?