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Columnista - 5 diciembre, 2010

Quien dice mentiras, roba

P E R I S C O P I O Por: JAIME GNECCO HERNANDEZ Las declaraciones del expresidente Uribe son un poema. Un poema o una poma ya que ha venido a decir: “siempre pedí a los compañeros de gobierno que dijeran la verdad”.  Acaso para ellos era tan raro decir la verdad, que tenían […]

P E R I S C O P I O

Por: JAIME GNECCO HERNANDEZ
Las declaraciones del expresidente Uribe son un poema. Un poema o una poma ya que ha venido a decir: “siempre pedí a los compañeros de gobierno que dijeran la verdad”.  Acaso para ellos era tan raro decir la verdad, que tenían que pedírselo en forma expresa para que la dijeran?. Por qué escoge para colaboradores inmediatos gente acostumbrada a decir mentiras? Cómo hace para saber cuando éstos colaboradores le dicen verdad o mentira? Por qué sigue defendiendo a ultranza, gente comprometida en decir mentira?.
Cómo les parece a los amigos lectores el gabinete de un Presidente a quien éste debe pedirles “siempre” a sus ministros y colaboradores que digan la verdad? Y si él teme que le digan mentiras, cómo será cuando hablen con Ud. o conmigo, que somos colombianos rasos? A mí nunca me pidieron que dijera la verdad; por el contrario, me enseñaron a decirla siempre, mis padres y mis maestros. El que dice mentira, roba, decía mi madre y agregaba: el que se roba un huevo, se roba un buey. Claro, tenía el ejemplo directo de mis padres a quienes no los veía mentir; después, ya de adolescente, el Maestro José Ingenieros me enseñó que “sólo los esclavos mienten, los señores decimos siempre la verdad”.
Pero un gabinete que ve a su Jefe mentir a diario con tanta frecuencia y cinismo, termina haciéndole honores y complaciéndolo en lo que más le gusta y mejor practica; la mentira. Y ahora, en el exterior, está mintiendo más y en forma desfachatada, porque cree que allá no saben en detalle lo que pasó aquí, pero acaso no sabe que todo lo que dice lo vemos por TV y enseguida sabemos que está mintiendo? Claro, a Zeus olímpico eso lo tiene sin cuidado.

Quién  iba a pensar que éste país, que él entregó el siete de agosto convertido en una Arcadia, antes de los cien días se transformaría en una republiqueta presidida por alguien que él mismo escogió, donde los que fueron superfuncionarios no tienen  garantías para vivir en el país por lo que tienen que emigrar por haber cumplido órdenes expresas para asegurar la reelección del 2006 y para investigar qué hacían los terroristas entronizados en el periodismo, la oposición y las Altas Cortes, como es apenas natural en una democracia ejemplar donde el Presidente debe estar investido del poder suficiente para hacer todo lo necesario para investigar, como dueño de vidas y haciendas, todo lo necesario para salvaguardar la seguridad democrática de la Patria. Bonito, no? Pues éste señor se lo creyó y tiró por la calle del medio y si hoy, él y sus ad-láteres están en problemas es porque el 26 de febrero de 2010 una de las Cortes se paró como un solo hombre y le cortó la inspiración al atentado contra todos al impedir la re-reelección. Hubiera sido el 18 de Brumario aquí en América.
Los ingleses dicen que Dios después que hizo el mundo, hizo al hombre; después, lo paró en la palma de la mano izquierda y le dijo: mira, ese es el mundo que hice para ti, toma lo que quieras, pero…págalo. Garantías para vivir y deambular sí las hay, lo que pasa es que todo lo quieren conseguir de alivio y no quieren pagar por las culpas que cometieron ellos y sus amigos por orden de ellos, las garantías que quieren son las que les aseguren que saldrán libres sin pagar nada y eso no se lo puede garantizar nadie mientras no se desenrrolle la madeja y se sepa, con seguridad, que fue lo que hizo cada cual, por qué lo hizo y por cuenta de quién. A lo mejor no se les comprueba nada y salen sin problemas, miel sobre hojuelas, pero que se sepa que nadie está por encima de toda sospecha y menos por encima de la ley, que es para todos y no sólo para los de ruana.
Mal parado lo veo a don Álvaro, con otro gallo cantando en el gallinero que ha venido con las pilas puestas, ya no tiene incondicionales sino aquellos que esperan que escudados con él, no les pase nada por las fechorías que cometieron en su favor y hoy no pueden zafarse de las garras de la ley, pero los sindicados de cohecho en la yidispolítica, por ejemplo, siguen libres mientras Yidis volvió a El Buen Pastor, será que eso del cohecho fue pura paja, o qué? Yo creo que sí hubo contacto porque si no, de dónde el cohecho?
Ahora se dice que el ex es tan solidario con sus subalternos que los está defendiendo; no es así, él está autodefendiéndose, porque ellos no eran autónomos, tenían un Jefe y el Jefe era él. Así de fácil, simple, sencillo.
Dicen que las penas con pan, son menos y el pan de la vida es el humor. El Dr. Lombana, defensor del ex, dice que el ex no ha sido perseguidor, que él más bien es un perseguido. Qué tal? Dr. Lombana, preséntese a Sábados Felices. Tiene potencial.

Columnista
5 diciembre, 2010

Quien dice mentiras, roba

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Jaime Gnecco Hernandez

P E R I S C O P I O Por: JAIME GNECCO HERNANDEZ Las declaraciones del expresidente Uribe son un poema. Un poema o una poma ya que ha venido a decir: “siempre pedí a los compañeros de gobierno que dijeran la verdad”.  Acaso para ellos era tan raro decir la verdad, que tenían […]


P E R I S C O P I O

Por: JAIME GNECCO HERNANDEZ
Las declaraciones del expresidente Uribe son un poema. Un poema o una poma ya que ha venido a decir: “siempre pedí a los compañeros de gobierno que dijeran la verdad”.  Acaso para ellos era tan raro decir la verdad, que tenían que pedírselo en forma expresa para que la dijeran?. Por qué escoge para colaboradores inmediatos gente acostumbrada a decir mentiras? Cómo hace para saber cuando éstos colaboradores le dicen verdad o mentira? Por qué sigue defendiendo a ultranza, gente comprometida en decir mentira?.
Cómo les parece a los amigos lectores el gabinete de un Presidente a quien éste debe pedirles “siempre” a sus ministros y colaboradores que digan la verdad? Y si él teme que le digan mentiras, cómo será cuando hablen con Ud. o conmigo, que somos colombianos rasos? A mí nunca me pidieron que dijera la verdad; por el contrario, me enseñaron a decirla siempre, mis padres y mis maestros. El que dice mentira, roba, decía mi madre y agregaba: el que se roba un huevo, se roba un buey. Claro, tenía el ejemplo directo de mis padres a quienes no los veía mentir; después, ya de adolescente, el Maestro José Ingenieros me enseñó que “sólo los esclavos mienten, los señores decimos siempre la verdad”.
Pero un gabinete que ve a su Jefe mentir a diario con tanta frecuencia y cinismo, termina haciéndole honores y complaciéndolo en lo que más le gusta y mejor practica; la mentira. Y ahora, en el exterior, está mintiendo más y en forma desfachatada, porque cree que allá no saben en detalle lo que pasó aquí, pero acaso no sabe que todo lo que dice lo vemos por TV y enseguida sabemos que está mintiendo? Claro, a Zeus olímpico eso lo tiene sin cuidado.

Quién  iba a pensar que éste país, que él entregó el siete de agosto convertido en una Arcadia, antes de los cien días se transformaría en una republiqueta presidida por alguien que él mismo escogió, donde los que fueron superfuncionarios no tienen  garantías para vivir en el país por lo que tienen que emigrar por haber cumplido órdenes expresas para asegurar la reelección del 2006 y para investigar qué hacían los terroristas entronizados en el periodismo, la oposición y las Altas Cortes, como es apenas natural en una democracia ejemplar donde el Presidente debe estar investido del poder suficiente para hacer todo lo necesario para investigar, como dueño de vidas y haciendas, todo lo necesario para salvaguardar la seguridad democrática de la Patria. Bonito, no? Pues éste señor se lo creyó y tiró por la calle del medio y si hoy, él y sus ad-láteres están en problemas es porque el 26 de febrero de 2010 una de las Cortes se paró como un solo hombre y le cortó la inspiración al atentado contra todos al impedir la re-reelección. Hubiera sido el 18 de Brumario aquí en América.
Los ingleses dicen que Dios después que hizo el mundo, hizo al hombre; después, lo paró en la palma de la mano izquierda y le dijo: mira, ese es el mundo que hice para ti, toma lo que quieras, pero…págalo. Garantías para vivir y deambular sí las hay, lo que pasa es que todo lo quieren conseguir de alivio y no quieren pagar por las culpas que cometieron ellos y sus amigos por orden de ellos, las garantías que quieren son las que les aseguren que saldrán libres sin pagar nada y eso no se lo puede garantizar nadie mientras no se desenrrolle la madeja y se sepa, con seguridad, que fue lo que hizo cada cual, por qué lo hizo y por cuenta de quién. A lo mejor no se les comprueba nada y salen sin problemas, miel sobre hojuelas, pero que se sepa que nadie está por encima de toda sospecha y menos por encima de la ley, que es para todos y no sólo para los de ruana.
Mal parado lo veo a don Álvaro, con otro gallo cantando en el gallinero que ha venido con las pilas puestas, ya no tiene incondicionales sino aquellos que esperan que escudados con él, no les pase nada por las fechorías que cometieron en su favor y hoy no pueden zafarse de las garras de la ley, pero los sindicados de cohecho en la yidispolítica, por ejemplo, siguen libres mientras Yidis volvió a El Buen Pastor, será que eso del cohecho fue pura paja, o qué? Yo creo que sí hubo contacto porque si no, de dónde el cohecho?
Ahora se dice que el ex es tan solidario con sus subalternos que los está defendiendo; no es así, él está autodefendiéndose, porque ellos no eran autónomos, tenían un Jefe y el Jefe era él. Así de fácil, simple, sencillo.
Dicen que las penas con pan, son menos y el pan de la vida es el humor. El Dr. Lombana, defensor del ex, dice que el ex no ha sido perseguidor, que él más bien es un perseguido. Qué tal? Dr. Lombana, preséntese a Sábados Felices. Tiene potencial.