Julio ‘Kike’ Valdeblánquez e Isabel Cristina Araújo Murgas, son los responsables del queso Kankuamo que hoy se consume en Valledupar y sus alrededores.

Sin tener recursos en el banco o alguien que los respaldara, solo el amor y el deseo por salir adelante, estos jóvenes emprendieron su viaje. La travesía comenzó hace 13 años cuando esta pareja de esposos vendía el queso costeño que ellos mismos elaboraban en una modesta mesa que colocaban en la puerta de su casa ubicada en la calle 11 con carrera 11A.

En el país donde toca jugársela para conseguir el sustento diario, estos jóvenes hicieron sus apuestas, pero siempre pensando en grande, desde el primer día según relata Valdeblánquez el ‘poco’ queso que elaboraban lo vendían. Fue de esta manera como día a día fueron construyendo y abriendo camino para lo que hoy es su empresa Lácteos La Granja.
Para Isabel Cristina, el éxito de su empresa de lácteos se debe al carisma y a la bondad de su esposo que día a día lucha como si fuera el primero, con las mismas ganas y entereza que lo caracterizan, además de la sonrisa que tiene para regalarle a cada cliente.

Aunque la pareja de esposos reconoce que el camino no ha sido fácil, pues construir los sueños les ha costado varios sacrificios, desvelos y lágrimas pero juntos han logrado seguir adelante. Lácteos La Granja pasó de ser aquella mesa modesta en una esquina afuera de su casa y se convirtió en una microempresa que produce hoy más de 700 kilos de queso diariamente.
El próximo mes se cumple el aniversario 14 de esta organización en el mercado, “comenzamos impulsando el queso criollo típico de la Costa, luego decidimos innovar en otras clases de queso, ahora tenemos una línea de queso tipo gourmet, otra de quesos especiales y el queso Kankuamo”, especificó Valdeblánquez.

¿De dónde y por qué el queso Kankuamo?
“El queso Kankuamo es el que hoy más se vende, lo llamamos así porque mi esposo es de Atánquez y quiso hacerlo en agradecimiento a su tierra”, detalló Araújo Murgas.
En su empresa de lácteos, todos los quesos tienen su nombre dependiendo de las características de cada uno, su textura, sabor y olor. “El Kankuamo tiene una característica particular y es que es un queso que se somete a altas temperaturas, es exquisito, lo hacemos desde hace cinco años y es muy apetecido porque sirve para rallar, gratinar, consumir en pasta además es bajo en sal y en grasa”, explicó Valdeblánquez.

Además Kike como es comúnmente conocido en Valledupar, recalcó que lo que lo diferencia de los demás es sin duda alguna el proceso como se elabora con leche fresca, “todos los días recibimos leche desde las 8:00 de la mañana, ahí mismo comienza la elaboración del queso, todo lo que producimos a diario el mismo día se vende además que tiene el secreto de la abuela”, anotó entre risas el microempresario.
De los cuatro mil litros de leche para la tonelada de queso que se produce en lácteos La Granja, más de dos mil se los lleva el queso Kankuamo, “en total vendemos 600 kilos de queso Kankuamo todos los días”, aseveró el propietario.
Hoy son tres tiendas de queso en la ciudad ubicadas en diferentes puntos estratégicos, las ventas cada día se incrementan dado que mucha gente que es intolerante a la lactosa y su organismo recibe bien este producto, indicó.

Siete personas tienen en sus hombros la responsabilidad de los más de 600 kilos de queso Kankuamo que se realizan diariamente en esta empresa de lácteos, dentro de esos está una ingeniera de alimentos y una bacterióloga, la sandiegana Isabel Cristina y su esposo Julio que completa hoy los 46 años, siguen en el día a día con su ardua labor agregándole valor a su producto.
Hoy un kilo de queso Kankuamo tiene un valor comercial de 14 mil pesos y pese a ser un poco más costoso que el queso normal, continúa siendo el que mayor demanda tiene en el mercado vallenato.

Herencia de familia
No todo fue de la noche a la mañana, pues lo del microempresario Valdeblánquez lo lleva en la sangre, su familia se dedicó a la producción agrícola, tenían fincas donde producían queso y vendían leche, “él fue creciendo con la idea, después tomó la iniciativa de hacer empresa y ha sido nominado al mejor microempresario de Valledupar en la Cámara de Comercio, se ha destacado ha sido perseverante a pesar de las circunstancias y de todo lo que le ha tocado pasar al sector lácteo en el departamento”, apuntó Araújo.

Letty Polo Thomas
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