El exvicepresidente de Colombia recorrió varios municipios del Cesar promoviendo la campaña que lidera por el No al plebiscito.
En su visita al departamento del Cesar, el exvicepresidente Francisco Santos Calderón dijo en entrevista a EL PILÓN que todos los beneficios dados a las Farc con los acuerdos de La Habana son un pésimo mensaje que podrían afectar negativamente los diálogos con otros grupos armados, como el Eln.
Asimismo explicó las razones por las que el partido Centro Democrático persiste en que los colombianos deben votar por el No el próximo 2 de octubre.
Yo he sido un hombre de paz toda la vida, pero ahora mi pensamiento difiere con este proceso, fundamentalmente por el costo y el mensaje. Yo creo en la negociación, pero ¿cuál es el costo y cómo hacemos para que verdaderamente se frene la violencia, para mandar el mensaje de que utilizar las armas para imponer una idea política es un crimen que no recibe premio sino castigo? Esa es la línea que se debe trazar en esta negociación y si no lo hacemos vamos a condenar a las futuras generaciones a que sigan viviendo estos escenarios violentos.
Todos estamos cansados y queremos que se termine el conflicto. El acuerdo tal como está firmado no lo termina, hay reducción de la violencia temporal, pero muchas de esas zonas las va a copar el Eln y en el Cesar se está sintiendo el crecimiento desde ya en sur del departamento y en el norte ya hay elementos del Eln en el Perijá, donde se va a crecer con la coca, con el incentivo de que la única manera como el gobierno los puede escuchar es si generan una violencia tremenda que fue como se le escuchó a las Farc.
Entonces, por eso queremos que el discurso de la paz no sea un espejismo, sino una realidad. No sacamos nada si en unos años estamos otra vez en las mismas, pues esto genera una frustración brutal, por eso lo nuestro es un discurso de responsabilidad y de motivación porque yo no quiero que en 10 años mis hijos estén viendo a ver que van a hacer con Eln de 15 mil hombres o con un clan Úsuga con un discurso político con ocho mil hombres y por eso la reconducción del acuerdo puede ser el gran aterrizaje para que se monte una plataforma para que pueda descender el Eln y las distintas organizaciones que quieran hacer la paz con el Estado.
Miremos el ejemplo de Bogotá: elegimos a Petro. Entonces, quien dice que en cuatro años no vamos a elegir a Timochenko y ellos han sido clarísimos porque para ellos el modelo es Venezuela. Yo estoy listo a enfrentarme con Timochenko pero después que pague su pena, yo estoy listo para que en democracia él compita por la Presidencia o el Senado, pero después de que rediman su pena ante la sociedad, que haya algo de ese proceso de redención que genere el castigo.
Si se armó ese proceso de dejación de armas hay que creerle, a mi lo que me preocupa es lo que viene en el futuro.
Yo tengo una preocupación con el narcotráfico y las zonas donde ellos van a tener sus zonas de asentamiento, con los frentes que no van a estar, además que sigan nutriéndose de negocios ilegales para financiar su actividad política. Eso es lo que me parece aterrador porque creo que las Farc van a venir a hacer campaña y puede meter hasta 500 millones de dólares a sus campañas de las fortunas que tienen afuera, entonces ¿cuál va a hacer el equilibrio políticamente?
Asimismo me preocupará que se utilice esos escenarios para que ese debate democrático no se ajuste o sea equilibrado como es hoy el del Sí o el No
El nivel de rearme de esas organizaciones según el estudio que ha hecho Naciones Unidas está entre el 15 o 20 por ciento, algunos van a terminar en otras organizaciones o armarán unas nuevas. Lo grave es que si se da impunidad total y la gente pasa de tener estos delitos y ser criminales de lesa humanidad al congreso, ese es un incentivo para rearmarse y se genera una barrera ética y moral. Uno siempre tiene que esperar que una parte termine en la criminalidad.
Yo estaría el otro día diciéndole al presidente Santos que aquí estamos dispuestos a trabajar de la mano con él, sobre cuáles son los elementos que nosotros queremos que se reconduzcan en el proceso y con un mandato popular, por lo que Santos tendría que escuchar, igual que las Farc.
El No, no es la guerra, es consolidar una paz estable y duradera, mientras el Sí incentiva la violencia en futuras organizaciones, además de premiar y darle un sello de garantía de que ser pillo paga y entre más pillo se es más se le paga.
Andreina Bandera / EL PILÓN
[email protected]
El exvicepresidente de Colombia recorrió varios municipios del Cesar promoviendo la campaña que lidera por el No al plebiscito.
En su visita al departamento del Cesar, el exvicepresidente Francisco Santos Calderón dijo en entrevista a EL PILÓN que todos los beneficios dados a las Farc con los acuerdos de La Habana son un pésimo mensaje que podrían afectar negativamente los diálogos con otros grupos armados, como el Eln.
Asimismo explicó las razones por las que el partido Centro Democrático persiste en que los colombianos deben votar por el No el próximo 2 de octubre.
Yo he sido un hombre de paz toda la vida, pero ahora mi pensamiento difiere con este proceso, fundamentalmente por el costo y el mensaje. Yo creo en la negociación, pero ¿cuál es el costo y cómo hacemos para que verdaderamente se frene la violencia, para mandar el mensaje de que utilizar las armas para imponer una idea política es un crimen que no recibe premio sino castigo? Esa es la línea que se debe trazar en esta negociación y si no lo hacemos vamos a condenar a las futuras generaciones a que sigan viviendo estos escenarios violentos.
Todos estamos cansados y queremos que se termine el conflicto. El acuerdo tal como está firmado no lo termina, hay reducción de la violencia temporal, pero muchas de esas zonas las va a copar el Eln y en el Cesar se está sintiendo el crecimiento desde ya en sur del departamento y en el norte ya hay elementos del Eln en el Perijá, donde se va a crecer con la coca, con el incentivo de que la única manera como el gobierno los puede escuchar es si generan una violencia tremenda que fue como se le escuchó a las Farc.
Entonces, por eso queremos que el discurso de la paz no sea un espejismo, sino una realidad. No sacamos nada si en unos años estamos otra vez en las mismas, pues esto genera una frustración brutal, por eso lo nuestro es un discurso de responsabilidad y de motivación porque yo no quiero que en 10 años mis hijos estén viendo a ver que van a hacer con Eln de 15 mil hombres o con un clan Úsuga con un discurso político con ocho mil hombres y por eso la reconducción del acuerdo puede ser el gran aterrizaje para que se monte una plataforma para que pueda descender el Eln y las distintas organizaciones que quieran hacer la paz con el Estado.
Miremos el ejemplo de Bogotá: elegimos a Petro. Entonces, quien dice que en cuatro años no vamos a elegir a Timochenko y ellos han sido clarísimos porque para ellos el modelo es Venezuela. Yo estoy listo a enfrentarme con Timochenko pero después que pague su pena, yo estoy listo para que en democracia él compita por la Presidencia o el Senado, pero después de que rediman su pena ante la sociedad, que haya algo de ese proceso de redención que genere el castigo.
Si se armó ese proceso de dejación de armas hay que creerle, a mi lo que me preocupa es lo que viene en el futuro.
Yo tengo una preocupación con el narcotráfico y las zonas donde ellos van a tener sus zonas de asentamiento, con los frentes que no van a estar, además que sigan nutriéndose de negocios ilegales para financiar su actividad política. Eso es lo que me parece aterrador porque creo que las Farc van a venir a hacer campaña y puede meter hasta 500 millones de dólares a sus campañas de las fortunas que tienen afuera, entonces ¿cuál va a hacer el equilibrio políticamente?
Asimismo me preocupará que se utilice esos escenarios para que ese debate democrático no se ajuste o sea equilibrado como es hoy el del Sí o el No
El nivel de rearme de esas organizaciones según el estudio que ha hecho Naciones Unidas está entre el 15 o 20 por ciento, algunos van a terminar en otras organizaciones o armarán unas nuevas. Lo grave es que si se da impunidad total y la gente pasa de tener estos delitos y ser criminales de lesa humanidad al congreso, ese es un incentivo para rearmarse y se genera una barrera ética y moral. Uno siempre tiene que esperar que una parte termine en la criminalidad.
Yo estaría el otro día diciéndole al presidente Santos que aquí estamos dispuestos a trabajar de la mano con él, sobre cuáles son los elementos que nosotros queremos que se reconduzcan en el proceso y con un mandato popular, por lo que Santos tendría que escuchar, igual que las Farc.
El No, no es la guerra, es consolidar una paz estable y duradera, mientras el Sí incentiva la violencia en futuras organizaciones, además de premiar y darle un sello de garantía de que ser pillo paga y entre más pillo se es más se le paga.
Andreina Bandera / EL PILÓN
[email protected]