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La inscripción de Iván Zuleta, en la categoría de Acordeoneros Profesionales del Festival de la Leyenda Vallenata 2025, “alborotó el paraco” en el público amante de esta competencia, tal como sucedió en el 2024 con Juan David ‘El Pollito’ Herrera, quien al inicio logró despertar muchas expectativas, pero durante el desarrollo de las rondas eliminatorias el jurado no lo vio merecedor de pasar a la final.
La inscripción de Iván Zuleta, en la categoría de Acordeoneros Profesionales del Festival de la Leyenda Vallenata 2025, “alborotó el paraco” en el público amante de esta competencia, tal como sucedió en el 2024 con Juan David ‘El Pollito’ Herrera, quien al inicio logró despertar muchas expectativas, pero durante el desarrollo de las rondas eliminatorias el jurado no lo vio merecedor de pasar a la final.
En esa ocasión, en un gran sector del público quedó cierta sensación de inconformidad por la eliminación anticipada de ‘El Pollito’ Herrera, pero eso hace parte de la competencia, es el jurado calificador la máxima autoridad del concurso y sus fallos, justos o no, deben acatarse. Al respecto lo que nos atrevemos a sugerir es que el jurado debería explicarle al público las razones que tuvo para fallar de una u otra manera, es decir, justificar su decisión.
Precisamente, el espíritu de la competencia que siempre debe prevalecer en el Festival Vallenato es la rivalidad y contrapunteo entre los mejores exponentes del folclor vallenato, donde lastimosamente gana uno solo, mientras que muchos, por muy buenos y excelentes competidores que sean, deberán perder, sin importar su fama o trayectoria. Solo se califica sus presentaciones en el momento presente.
Esperemos que esas expectativas que en esta ocasión ha generado la inscripción de Iván Zuleta, y la de otros acordeoneros famosos, se cumplan y los podamos ver en la noche final del concurso, allí en la tarima del Parque de la Leyenda Vallenata, donde, además del jurado calificador, más de 20 mil espectadores serán evaluadores de la calidad de la participación de cada concursante.
Sin embargo, es necesario tener en cuenta que el objetivo de cada competidor no es solo conquistar al público, lo más importante es convencer al jurado calificador y es ahí donde muchos han fallado, como los casos históricos que ya se conocen, siendo los más recordados los de ‘Juancho’ Rois en 1991, ‘Alejo’ Durán en el primer Rey de Reyes en 1987 y el del mismo Alfredo Gutiérrez, quien tras ser el favorito y después de haberse coronado tres veces como Rey Vallenato perdió en 1996 frente a, en ese entonces, un muchachito, ‘El pollito’ Herrera.
La importancia que representa la inscripción de acordeoneros famosos es que permite que se recobre el verdadero espíritu competitivo del Festival, evento que en otrora se robaba toda la atención del público, donde la competencia entre las máximas figuras del acordeón se medía con pico y espuela, por lo general ellos mismos componían y cantaban las canciones con las que se presentaban, algo que se ha ido perdiendo y en la actualidad son muy pocas las excepciones en ese sentido.
Bueno sería que vuelva al Festival Vallenato el filo cortante del pico y las espuelas de los gallos en contienda como acordeoneros, esa sería una interesante manera de volver más fuerte y competitivo el concurso que en otras épocas era el alma y el corazón de este certamen que, si bien sigue siendo importante, ha dejado de ser el epicentro de la música vallenata que alguna vez fue.
Duele reconocer que a medida que el Festival ha evolucionado, el protagonismo del concurso de acordeoneros ha ido perdiendo fuerza, eso se ha traducido en una pérdida de expectativas sobre el mismo. En tiempos pasados, la espera para ver quién sería el nuevo Rey Vallenato era motivo de conversación y emoción en toda la región.
La diversificación de las actividades y la inclusión de nuevos géneros y artistas ha sido valiosa para ampliar el espectro de la música colombiana, pero no debe ser a costa de la esencia del evento, el acordeón.
La inscripción de Iván Zuleta, en la categoría de Acordeoneros Profesionales del Festival de la Leyenda Vallenata 2025, “alborotó el paraco” en el público amante de esta competencia, tal como sucedió en el 2024 con Juan David ‘El Pollito’ Herrera, quien al inicio logró despertar muchas expectativas, pero durante el desarrollo de las rondas eliminatorias el jurado no lo vio merecedor de pasar a la final.
La inscripción de Iván Zuleta, en la categoría de Acordeoneros Profesionales del Festival de la Leyenda Vallenata 2025, “alborotó el paraco” en el público amante de esta competencia, tal como sucedió en el 2024 con Juan David ‘El Pollito’ Herrera, quien al inicio logró despertar muchas expectativas, pero durante el desarrollo de las rondas eliminatorias el jurado no lo vio merecedor de pasar a la final.
En esa ocasión, en un gran sector del público quedó cierta sensación de inconformidad por la eliminación anticipada de ‘El Pollito’ Herrera, pero eso hace parte de la competencia, es el jurado calificador la máxima autoridad del concurso y sus fallos, justos o no, deben acatarse. Al respecto lo que nos atrevemos a sugerir es que el jurado debería explicarle al público las razones que tuvo para fallar de una u otra manera, es decir, justificar su decisión.
Precisamente, el espíritu de la competencia que siempre debe prevalecer en el Festival Vallenato es la rivalidad y contrapunteo entre los mejores exponentes del folclor vallenato, donde lastimosamente gana uno solo, mientras que muchos, por muy buenos y excelentes competidores que sean, deberán perder, sin importar su fama o trayectoria. Solo se califica sus presentaciones en el momento presente.
Esperemos que esas expectativas que en esta ocasión ha generado la inscripción de Iván Zuleta, y la de otros acordeoneros famosos, se cumplan y los podamos ver en la noche final del concurso, allí en la tarima del Parque de la Leyenda Vallenata, donde, además del jurado calificador, más de 20 mil espectadores serán evaluadores de la calidad de la participación de cada concursante.
Sin embargo, es necesario tener en cuenta que el objetivo de cada competidor no es solo conquistar al público, lo más importante es convencer al jurado calificador y es ahí donde muchos han fallado, como los casos históricos que ya se conocen, siendo los más recordados los de ‘Juancho’ Rois en 1991, ‘Alejo’ Durán en el primer Rey de Reyes en 1987 y el del mismo Alfredo Gutiérrez, quien tras ser el favorito y después de haberse coronado tres veces como Rey Vallenato perdió en 1996 frente a, en ese entonces, un muchachito, ‘El pollito’ Herrera.
La importancia que representa la inscripción de acordeoneros famosos es que permite que se recobre el verdadero espíritu competitivo del Festival, evento que en otrora se robaba toda la atención del público, donde la competencia entre las máximas figuras del acordeón se medía con pico y espuela, por lo general ellos mismos componían y cantaban las canciones con las que se presentaban, algo que se ha ido perdiendo y en la actualidad son muy pocas las excepciones en ese sentido.
Bueno sería que vuelva al Festival Vallenato el filo cortante del pico y las espuelas de los gallos en contienda como acordeoneros, esa sería una interesante manera de volver más fuerte y competitivo el concurso que en otras épocas era el alma y el corazón de este certamen que, si bien sigue siendo importante, ha dejado de ser el epicentro de la música vallenata que alguna vez fue.
Duele reconocer que a medida que el Festival ha evolucionado, el protagonismo del concurso de acordeoneros ha ido perdiendo fuerza, eso se ha traducido en una pérdida de expectativas sobre el mismo. En tiempos pasados, la espera para ver quién sería el nuevo Rey Vallenato era motivo de conversación y emoción en toda la región.
La diversificación de las actividades y la inclusión de nuevos géneros y artistas ha sido valiosa para ampliar el espectro de la música colombiana, pero no debe ser a costa de la esencia del evento, el acordeón.