El hecho ocurrido ayer en el barrio Panamá de Valledupar es el ejemplo de lo que no debe ocurrir en una comunidad que está pidiendo desarrollo. Retrasar las obras de beneficio general no es la actitud que se espera de los liderazgos comunitarios, que por el contrario deben ser referentes positivos en la población porque se supone que conocen las necesidades y las soluciones.

La construcción del colector de aguas lluvias del canal de Panamá que tiene a su cargo el Sistema Estratégico de Transportes de Valledupar beneficia a toda la ciudad y la ejecución de estas obras ha sido ampliamente socializada, a tal punto que tuvieron en cuenta las sugerencias y recomendaciones de los habitantes del sector aledaño para que el canal tuviera barandas de seguridad.

El desarrollo de una ciudad como Valledupar no puede estar supeditado a los caprichos de un pequeño grupo, movido por intereses particulares y no generales. EL PILÓN invita a la reflexión ciudadana, especialmente porque se avecinan más obras que seguramente incomodarán a algunos habitantes, pero que deben seguir su curso para que la ciudad mejore en infraestructura y en servicios.

Las obras para construir y adecuar las vías y la infraestructura necesaria para que la capital del Cesar tenga un Sistema de Transportes adecuado y eficiente, son necesarias y merecen todo el apoyo y comprensión de la ciudadanía, sino es así, difícilmente la ciudad progresará. Por eso se espera que el episodio que quedó grabado en videos, protagonizado por hombres, mujeres y niños dañando los elementos dispuestos para iniciar las obras en el canal de Panamá, sea un malentendido y que hoy la razón prime sobre los intereses particulares que puedan existir alrededor del asunto.

La comunidad de Amaneceres del Valle debe seguir su papel de guardianes de la obra, como acordaron en las reuniones realizadas entre contratistas y comunidad. El colector es urgente para la ciudad, las últimas lluvias registradas mostraron que es urgente que toda la corriente de agua que se acumula en la glorieta del Terminal de Transportes debe seguir su curso hasta el río Guatapurí para evitar emergencias en la zona sur de la ciudad. Aquí está en juego el desarrollo de 500 mil habitantes, no de un barrio de diez mil personas. En ese sentido debe enfocarse la reflexión.

Qué sigan las obras de interés general.