Publicidad
Categorías
Categorías
Columnista - 7 septiembre, 2010

Qué pienso sobre la reelección de gobernadores y alcaldes

Y ADEMAS…….. Por: ALBERTO HERAZO P. Uno  de  los temas  que más  se  manejan  en la actualidad  política,  es  la  presentación,  por parte  del gobierno  del  Presidente  Santos,  del proyecto  de  ley para  la  reelección  de  gobernadores  y  alcaldes ante la  Secretaría  de  la  Cámara  de  Representantes  y que  será  sometido a varios debates  en […]

Boton Wpp

Y ADEMAS……..

Por: ALBERTO HERAZO P.

Uno  de  los temas  que más  se  manejan  en la actualidad  política,  es  la  presentación,  por parte  del gobierno  del  Presidente  Santos,  del proyecto  de  ley para  la  reelección  de  gobernadores  y  alcaldes ante la  Secretaría  de  la  Cámara  de  Representantes  y que  será  sometido a varios debates  en comisiones  y plenaria  de  Cámara  y  Senado.
La  verdad  es  que me  suena, me  suena  y la respaldo.  Sería  un premio  para  el buen gobernante  y  un castigo para  el  pésimo.  Lo cierto es  que  cuatro  años  no alcanza para  que un  buen  administrador  ejecute   su programa  de  gobierno.
Algunos  urbanistas,   con  algo  de  timidez, han  señalado  un denominador común en aquellas ciudades  que alcanzaron excelencia  a  escala mundial y se han  convertido en  paradigmas del desarrollo urbano sostenible y  armónico, virtudes que le  han permitido  ser  polos de  atracción  para  los  más variados  negocios.
Al revisar los  periodos clave  durante  los  cuales  dichas ciudades gestaron  estas  características, los urbanistas han encontrado  lo  que   podría  denominarse  “el detonador del progreso”: un  gobernador que  maneja todos  los problemas de los municipios  o un  alcalde que  ha  gobernado la ciudad por  largo  tiempo con  base en la  realización de grandes  proyectos urbanos, apoyados por  una sólida conciencia ciudadana comprometida con  su  ejecución,  razón  por la  cual  se  reelige  en  varias  oportunidades.
La  historia  nos da   contundentes  ejemplos. Difícilmente  un  gobernador o alcalde logra realizar, como lo dije, su  programa de  gobierno en tan  poco  tiempo.
Hoy en el país  se  presentan  coyunturas  fundamentales  que deben   permitirnos reflexionar  en torno al siguiente   postulado: a  grandes  proyectos urbanos, largos  periodos de  nuestros gobernantes.
He  podido observar que de  un tiempo para  acá  algunos gobernadores y alcaldes pasaron de ser un trampolín político para convertirse en  grandes  servidores públicos. Con esto no  quiere  decir que  algunos no se  aprovechan,  y  es natural y  lógico. Y algunas administraciones le han dado  continuidad a  los  proyectos que impulsó su  antecesor.
Es  necesario recalcar  que se  le debe dar continuidad de  los programas, de  tal  manera que las prioridades  de  la administración  de las   ciudades  estén definidas  y  trabajadas en visión de largo plazo. Es  indispensable conseguir que nuestros gobernantes lleguen a sus  cargos  con un  inequívoco interés  de  servicio,  como lo vienen haciendo  los  actuales  gobernantes  Cristian Moreno y  Luís Fabián. Si  en nuestro  país se abriera, como pienso que  va a  suceder, la  posibilidad de la reelección de  nuestros  gobernantes para  regir  los  destinos de las ciudades  y  municipios, lo  harían con la única  expectativa  política de lograr  su reelección y realizar sus  programas.
Actuarían con  visión futurista, corregirían los errores cometidos y se  acabaría la  torpe  tendencia de  desechar lo realizado por el anterior. Infortunadamente,  el actual esquema  político  no  permite  que sean ejecutadas  las obras en su totalidad. Por  ejemplo,  por  decir algo,  un  gobernador  o alcalde que sólo cuenta con  cuatro años de  gobierno, de los cuales  los dos  primeros (en el  caso del  gobernador  actual que se pasó dos años enderezando los entuertos  que dejó el sinvergüencita de Canossa, y en cuanto al Alcalde que sólo tendrá que gobernar   dos  años por   causas  ya conocidas) los dedica a  administrar  los  recursos ( si acaso le han dejado algo), programas y prioridades que le dejó su antecesor;  los dos  restantes, al alcalde le  toca  torear a  un Concejo altamente  politizado y sin  muchos soportes técnicos, los proveedores, programas y presupuesto encaminados a lograr consolidar la estructura física y administrativa para la ciudad del futuro, y cuando ya han entrado en calor, termina  su mandato. Así de  sencillo.  Por eso soy partidario de la reelección de  gobernadores  y  alcaldes.

POSDATA: En el  caso nuestro, estoy  de acuerdo con la reelección del actual gobernador Cristian Moreno (esto que estoy escribiendo les  va a dar ira y picazón a  sus detractores  políticos, que  no le perdonan  muchas cosas por egoísmo,  envidia  y malquerencia). También estoy de  acuerdo con la reelección  de  nuestro  alcalde Luís Fabián Fernández, que  ha venido demostrado ser uno de los mejores alcaldes  que ha tenido la ciudad: en  sólo ocho meses  ha realizado  lo que  otros no hicieron en cuatro años.  ¿Que tal si dura seis  más? Ojala.

Columnista
7 septiembre, 2010

Qué pienso sobre la reelección de gobernadores y alcaldes

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Alberto Herazo P.

Y ADEMAS…….. Por: ALBERTO HERAZO P. Uno  de  los temas  que más  se  manejan  en la actualidad  política,  es  la  presentación,  por parte  del gobierno  del  Presidente  Santos,  del proyecto  de  ley para  la  reelección  de  gobernadores  y  alcaldes ante la  Secretaría  de  la  Cámara  de  Representantes  y que  será  sometido a varios debates  en […]


Y ADEMAS……..

Por: ALBERTO HERAZO P.

Uno  de  los temas  que más  se  manejan  en la actualidad  política,  es  la  presentación,  por parte  del gobierno  del  Presidente  Santos,  del proyecto  de  ley para  la  reelección  de  gobernadores  y  alcaldes ante la  Secretaría  de  la  Cámara  de  Representantes  y que  será  sometido a varios debates  en comisiones  y plenaria  de  Cámara  y  Senado.
La  verdad  es  que me  suena, me  suena  y la respaldo.  Sería  un premio  para  el buen gobernante  y  un castigo para  el  pésimo.  Lo cierto es  que  cuatro  años  no alcanza para  que un  buen  administrador  ejecute   su programa  de  gobierno.
Algunos  urbanistas,   con  algo  de  timidez, han  señalado  un denominador común en aquellas ciudades  que alcanzaron excelencia  a  escala mundial y se han  convertido en  paradigmas del desarrollo urbano sostenible y  armónico, virtudes que le  han permitido  ser  polos de  atracción  para  los  más variados  negocios.
Al revisar los  periodos clave  durante  los  cuales  dichas ciudades gestaron  estas  características, los urbanistas han encontrado  lo  que   podría  denominarse  “el detonador del progreso”: un  gobernador que  maneja todos  los problemas de los municipios  o un  alcalde que  ha  gobernado la ciudad por  largo  tiempo con  base en la  realización de grandes  proyectos urbanos, apoyados por  una sólida conciencia ciudadana comprometida con  su  ejecución,  razón  por la  cual  se  reelige  en  varias  oportunidades.
La  historia  nos da   contundentes  ejemplos. Difícilmente  un  gobernador o alcalde logra realizar, como lo dije, su  programa de  gobierno en tan  poco  tiempo.
Hoy en el país  se  presentan  coyunturas  fundamentales  que deben   permitirnos reflexionar  en torno al siguiente   postulado: a  grandes  proyectos urbanos, largos  periodos de  nuestros gobernantes.
He  podido observar que de  un tiempo para  acá  algunos gobernadores y alcaldes pasaron de ser un trampolín político para convertirse en  grandes  servidores públicos. Con esto no  quiere  decir que  algunos no se  aprovechan,  y  es natural y  lógico. Y algunas administraciones le han dado  continuidad a  los  proyectos que impulsó su  antecesor.
Es  necesario recalcar  que se  le debe dar continuidad de  los programas, de  tal  manera que las prioridades  de  la administración  de las   ciudades  estén definidas  y  trabajadas en visión de largo plazo. Es  indispensable conseguir que nuestros gobernantes lleguen a sus  cargos  con un  inequívoco interés  de  servicio,  como lo vienen haciendo  los  actuales  gobernantes  Cristian Moreno y  Luís Fabián. Si  en nuestro  país se abriera, como pienso que  va a  suceder, la  posibilidad de la reelección de  nuestros  gobernantes para  regir  los  destinos de las ciudades  y  municipios, lo  harían con la única  expectativa  política de lograr  su reelección y realizar sus  programas.
Actuarían con  visión futurista, corregirían los errores cometidos y se  acabaría la  torpe  tendencia de  desechar lo realizado por el anterior. Infortunadamente,  el actual esquema  político  no  permite  que sean ejecutadas  las obras en su totalidad. Por  ejemplo,  por  decir algo,  un  gobernador  o alcalde que sólo cuenta con  cuatro años de  gobierno, de los cuales  los dos  primeros (en el  caso del  gobernador  actual que se pasó dos años enderezando los entuertos  que dejó el sinvergüencita de Canossa, y en cuanto al Alcalde que sólo tendrá que gobernar   dos  años por   causas  ya conocidas) los dedica a  administrar  los  recursos ( si acaso le han dejado algo), programas y prioridades que le dejó su antecesor;  los dos  restantes, al alcalde le  toca  torear a  un Concejo altamente  politizado y sin  muchos soportes técnicos, los proveedores, programas y presupuesto encaminados a lograr consolidar la estructura física y administrativa para la ciudad del futuro, y cuando ya han entrado en calor, termina  su mandato. Así de  sencillo.  Por eso soy partidario de la reelección de  gobernadores  y  alcaldes.

POSDATA: En el  caso nuestro, estoy  de acuerdo con la reelección del actual gobernador Cristian Moreno (esto que estoy escribiendo les  va a dar ira y picazón a  sus detractores  políticos, que  no le perdonan  muchas cosas por egoísmo,  envidia  y malquerencia). También estoy de  acuerdo con la reelección  de  nuestro  alcalde Luís Fabián Fernández, que  ha venido demostrado ser uno de los mejores alcaldes  que ha tenido la ciudad: en  sólo ocho meses  ha realizado  lo que  otros no hicieron en cuatro años.  ¿Que tal si dura seis  más? Ojala.