Yo también creo que llegó la hora, como acertadamente sostiene el columnista, pariente y amigo Hugo Mendoza, de tomar decisiones radicales por parte de nuestro presidente Iván Duque y decretar la Conmoción Interior en las zonas cuyos habitantes son manejados a sus antojos por el narcotráfico y la guerrilla. Pero esa debe ser una decisión […]
Yo también creo que llegó la hora, como acertadamente sostiene el columnista, pariente y amigo Hugo Mendoza, de tomar decisiones radicales por parte de nuestro presidente Iván Duque y decretar la Conmoción Interior en las zonas cuyos habitantes son manejados a sus antojos por el narcotráfico y la guerrilla.
Pero esa debe ser una decisión consultada con el Congreso de la República que representa el Poder Legislativo, las altas cortes que son el poder judicial, los gremios como Fenalco, Acopi, Fedesarrollo, Fedegan y la Sociedad de Agricultores, entre otros.
Que se sepa qué piensan nuestros congresistas, los mudos y cobardes, porque ya se sabe cuál es la opinión de muchos de ellos, encabezados por la corajuda María Fernanda Cabal; qué opinan los siempre callados presidentes de las altas cortes, y se me olvidaba: cuál es la posición del presidente Gaviria, como jefe absoluto del Partido Liberal; qué opina mi partido Conservador, al igual que la U y Cambio Radical, y por qué no conocer el pensamiento del también absoluto jefe de la oposición, Gustavo Petro, qué dice Robledo.
Ya esto tocó fondo, atentar contra la vida de un presidente y sus ministros no es un hecho usual, es un acto demencial que nos dice que la cosa es en serio, que esto no es juego.
Tenemos una policía acoquinada, acobardada y con las manos amarradas que no pueden hacer nada a pesar de lo tanto que han hecho, porque si hacen ahí están vigilantes los jueces para meterlos presos, porque a los verdaderos bandidos no les pasa nada y siguen quemando palacios de justicia, caís de la Policía, centros culturales y todo lo que a ellos les da la santa gana. Ya es hora, señor presidente, de pararlos antes de que acaben con el país y a usted lo maten, y la única manera de hacerlo es decretando la tal Conmoción Interior y sacar el Ejército a defender las instituciones democráticas.
Pregúntele al pueblo, mande a hacer una encuesta para ver cuáles son los resultados. Ya está probado que los revoltosos y vándalos con sus jefes en la sombra lo que quieren es el poder y en ese objetivo cada día avanzan un paso más.
Presidente Iván Duque, en contra de su voluntad, porque usted ha sido aguantador en extremo, actúe o de no nos va a llevar el diablo reencarnado en el que todos sabemos. En sus manos está la salvación de Colombia.
Y a todas estas, cuál será el pensamiento del jefe del Centro Democrático, Álvaro Uribe Vélez, y de los expresidentes Pastrana y Samper, que hablen, que se oigan.
Yo estoy de acuerdo con el diálogo, pero de resultados, fructíferos, no de oídos tapados y ojos vendados, como los que se han adelantado hasta ahora, donde no existe la más leve ganas de terminar con la situación caótica que vivimos. Por eso estoy de acuerdo con el columnista Hugo Mendoza.
Bueno y los congresistas farianos qué opinan. También están mudos y además siempre risueños.
Yo también creo que llegó la hora, como acertadamente sostiene el columnista, pariente y amigo Hugo Mendoza, de tomar decisiones radicales por parte de nuestro presidente Iván Duque y decretar la Conmoción Interior en las zonas cuyos habitantes son manejados a sus antojos por el narcotráfico y la guerrilla. Pero esa debe ser una decisión […]
Yo también creo que llegó la hora, como acertadamente sostiene el columnista, pariente y amigo Hugo Mendoza, de tomar decisiones radicales por parte de nuestro presidente Iván Duque y decretar la Conmoción Interior en las zonas cuyos habitantes son manejados a sus antojos por el narcotráfico y la guerrilla.
Pero esa debe ser una decisión consultada con el Congreso de la República que representa el Poder Legislativo, las altas cortes que son el poder judicial, los gremios como Fenalco, Acopi, Fedesarrollo, Fedegan y la Sociedad de Agricultores, entre otros.
Que se sepa qué piensan nuestros congresistas, los mudos y cobardes, porque ya se sabe cuál es la opinión de muchos de ellos, encabezados por la corajuda María Fernanda Cabal; qué opinan los siempre callados presidentes de las altas cortes, y se me olvidaba: cuál es la posición del presidente Gaviria, como jefe absoluto del Partido Liberal; qué opina mi partido Conservador, al igual que la U y Cambio Radical, y por qué no conocer el pensamiento del también absoluto jefe de la oposición, Gustavo Petro, qué dice Robledo.
Ya esto tocó fondo, atentar contra la vida de un presidente y sus ministros no es un hecho usual, es un acto demencial que nos dice que la cosa es en serio, que esto no es juego.
Tenemos una policía acoquinada, acobardada y con las manos amarradas que no pueden hacer nada a pesar de lo tanto que han hecho, porque si hacen ahí están vigilantes los jueces para meterlos presos, porque a los verdaderos bandidos no les pasa nada y siguen quemando palacios de justicia, caís de la Policía, centros culturales y todo lo que a ellos les da la santa gana. Ya es hora, señor presidente, de pararlos antes de que acaben con el país y a usted lo maten, y la única manera de hacerlo es decretando la tal Conmoción Interior y sacar el Ejército a defender las instituciones democráticas.
Pregúntele al pueblo, mande a hacer una encuesta para ver cuáles son los resultados. Ya está probado que los revoltosos y vándalos con sus jefes en la sombra lo que quieren es el poder y en ese objetivo cada día avanzan un paso más.
Presidente Iván Duque, en contra de su voluntad, porque usted ha sido aguantador en extremo, actúe o de no nos va a llevar el diablo reencarnado en el que todos sabemos. En sus manos está la salvación de Colombia.
Y a todas estas, cuál será el pensamiento del jefe del Centro Democrático, Álvaro Uribe Vélez, y de los expresidentes Pastrana y Samper, que hablen, que se oigan.
Yo estoy de acuerdo con el diálogo, pero de resultados, fructíferos, no de oídos tapados y ojos vendados, como los que se han adelantado hasta ahora, donde no existe la más leve ganas de terminar con la situación caótica que vivimos. Por eso estoy de acuerdo con el columnista Hugo Mendoza.
Bueno y los congresistas farianos qué opinan. También están mudos y además siempre risueños.