Los municipios de Pueblo Bello y La Jagua de Ibirico tienen un riesgo alto en cuanto a posible fraude electoral de cara a las próximas elecciones.

Así lo anticipó la Misión de Observación Electoral, MOE en Colombia, según la valoración del riesgo electoral en los municipios cesarenses inscritos a los Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial, PDET, y que será socializada este viernes en el hotel Vajamar de Valledupar.

Dicho peligro, según la entidad, se debe a “la inscripción de personas de partidos tradicionales que han dominado en las últimas épocas las elecciones departamentales y han permeado de clientelismo a las entidades públicas del Cesar y parte de La Guajira”.  

En el caso de Pueblo Bello se definió que hay una lucha internamente por la legitimidad de su gobierno, hecho que ha dividido las comunidades y ha puesto en riesgo la vida de los indígenas. 

Ante eso, la prensa reportó que la Defensoría del Pueblo advirtió que “se ha vulnerado el derecho al libre tránsito de miembros del pueblo, lo cual puede conllevar a una afectación a los derechos a la seguridad alimentaria, a la salud, a la autonomía y a la pervivencia cultural de las personas”. 

En cuanto a La Jagua de Ibirico se precisó que el riesgo se ha vuelto extremo y que por tanto “es imperante la observación electoral en este municipio del corredor minero históricamente relacionado con riesgo electoral por trashumancia”, añadió el informe al respecto. 

Todo lo anterior se evidenció en los testimonios que ha recibido EL PILÓN por parte de algunos candidatos de las Circunscripción Transitoria Especial número 12, como es el caso de Marleny Kammerer: “A veces me llaman los líderes de la campaña en la zona rural a decirme que no vaya a ciertos sitios porque están molestando la guerrilla o los paramilitares”. 

Finalmente, la MOE describió al Cesar y La Guajira como “un corredor entre la insurgencia armada y el agotamiento electoral”.

POR ANDREA GUERRA / EL PILÓN. 

@andreaguerraperiodista