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Columnista - 7 septiembre, 2023

Proyecto del tren del Caribe

Los primeros pasos a dar al analizar un proyecto para su formulación y estructuración es su identificación y priorización, amén de su viabilidad. A este respecto se cuestiona hasta dónde en una región con tantas carencias y falencias como las que acusa el Caribe tenga como prioridad este proyecto.

Los primeros pasos a dar al analizar un proyecto para su formulación y estructuración es su identificación y priorización, amén de su viabilidad. A este respecto se cuestiona hasta dónde en una región con tantas carencias y falencias como las que acusa el Caribe tenga como prioridad este proyecto.

La formulación de este proyecto del TREN, que uniría a los departamentos de Bolívar, Atlántico y Magdalena, la adelantó FINDETER a solicitud de sus gobernadores, por valor de $4.593’119.160, con cargo a los recursos del OCAD regional del Sistema General de Regalías (SGR). 

Aún está en pañales, en fase 1, de prefactibilidad y llevarlo a fase 2, de factibilidad costaría $48.000 millones adicionales, aproximadamente.

El costo de la ejecución del proyecto se estima en US $1.500 millones, equivalente al 50% de los recursos anuales del SGR.

Se está subestimando el costo del proyecto, el monto de la inversión será mucho mayor, porque no se contemplan aspectos tan importantes como los costos que comporta la travesía del río Magdalena, el paso por la Ciénaga Grande, la adquisición de predios, las vías de acceso y los alimentadores de ruta.

En cambió de sobreestima el movimiento de carga, que en la región Caribe es el mayor de los puertos al interior y viceversa y menos entre los departamentos de la región. Lo mismo ocurre con la afluencia de pasajeros, al no considerar otras formas de transporte diferente a los sistemas de transporte masivo actuales, tales como el transporte fluvial, las plataformas APP, el mototaxismo y el puerta a puerta.

El recaudo que se espera está lejos de alcanzar a cubrir sus costos operativos. Tal como está concebido y planteado el proyecto, tanto la tasa de retorno, como el valor presente neto o del flujo de caja descontados son negativos. Este proyecto difícilmente llegará a tener cierre financiero, lo cual pone en duda su viabilidad. En este aspecto el propio estudio de prefactibilidad de este proyecto formulado por FINDETER transmite más dudas que certezas.

CONCLUSIÓN: lo mejor suele ser enemigo de lo bueno. Hay que tener en cuenta que el actual gobierno está empeñado en promover el transporte intermodal, que tanto contribuye a la competitividad del país y de sus regiones, impulsando el modo férreo y el fluvial. Con tal fin ha puesto en marcha el Plan Maestro de Transporte Intermodal (PMTI), tendiente a recuperar el abandonado sistema férreo entre ellos tramo de La Dorada – Chiriguaná. De hecho, FENOCO, pasó de transportar solo carbón del Cesar, a los puertos de Santa Marta, a transportar también otras mercancías.

Además, hemos venido proponiendo que las facilidades de transporte (aeropuertos, red férrea) y embarque de los complejos carboníferos, se abran, se externalicen para que terceros puedan hacer uso de las mismas. Esta es la mayor y mejor contribución que empresas como El Cerrejón y Drummond puede hacer a la transición energética y a la transformación productiva, involucrándose activamente a las mismas.

Por: Amylkar Acosta Medina.

Columnista
7 septiembre, 2023

Proyecto del tren del Caribe

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Amylkar D. Acosta

Los primeros pasos a dar al analizar un proyecto para su formulación y estructuración es su identificación y priorización, amén de su viabilidad. A este respecto se cuestiona hasta dónde en una región con tantas carencias y falencias como las que acusa el Caribe tenga como prioridad este proyecto.


Los primeros pasos a dar al analizar un proyecto para su formulación y estructuración es su identificación y priorización, amén de su viabilidad. A este respecto se cuestiona hasta dónde en una región con tantas carencias y falencias como las que acusa el Caribe tenga como prioridad este proyecto.

La formulación de este proyecto del TREN, que uniría a los departamentos de Bolívar, Atlántico y Magdalena, la adelantó FINDETER a solicitud de sus gobernadores, por valor de $4.593’119.160, con cargo a los recursos del OCAD regional del Sistema General de Regalías (SGR). 

Aún está en pañales, en fase 1, de prefactibilidad y llevarlo a fase 2, de factibilidad costaría $48.000 millones adicionales, aproximadamente.

El costo de la ejecución del proyecto se estima en US $1.500 millones, equivalente al 50% de los recursos anuales del SGR.

Se está subestimando el costo del proyecto, el monto de la inversión será mucho mayor, porque no se contemplan aspectos tan importantes como los costos que comporta la travesía del río Magdalena, el paso por la Ciénaga Grande, la adquisición de predios, las vías de acceso y los alimentadores de ruta.

En cambió de sobreestima el movimiento de carga, que en la región Caribe es el mayor de los puertos al interior y viceversa y menos entre los departamentos de la región. Lo mismo ocurre con la afluencia de pasajeros, al no considerar otras formas de transporte diferente a los sistemas de transporte masivo actuales, tales como el transporte fluvial, las plataformas APP, el mototaxismo y el puerta a puerta.

El recaudo que se espera está lejos de alcanzar a cubrir sus costos operativos. Tal como está concebido y planteado el proyecto, tanto la tasa de retorno, como el valor presente neto o del flujo de caja descontados son negativos. Este proyecto difícilmente llegará a tener cierre financiero, lo cual pone en duda su viabilidad. En este aspecto el propio estudio de prefactibilidad de este proyecto formulado por FINDETER transmite más dudas que certezas.

CONCLUSIÓN: lo mejor suele ser enemigo de lo bueno. Hay que tener en cuenta que el actual gobierno está empeñado en promover el transporte intermodal, que tanto contribuye a la competitividad del país y de sus regiones, impulsando el modo férreo y el fluvial. Con tal fin ha puesto en marcha el Plan Maestro de Transporte Intermodal (PMTI), tendiente a recuperar el abandonado sistema férreo entre ellos tramo de La Dorada – Chiriguaná. De hecho, FENOCO, pasó de transportar solo carbón del Cesar, a los puertos de Santa Marta, a transportar también otras mercancías.

Además, hemos venido proponiendo que las facilidades de transporte (aeropuertos, red férrea) y embarque de los complejos carboníferos, se abran, se externalicen para que terceros puedan hacer uso de las mismas. Esta es la mayor y mejor contribución que empresas como El Cerrejón y Drummond puede hacer a la transición energética y a la transformación productiva, involucrándose activamente a las mismas.

Por: Amylkar Acosta Medina.