"la más bizarra, extraña y curiosa que tiene la televisión colombiana" reconocieron ambos personajes.
Los protagonistas de “Yo soy Betty, la fea”, Ana María Orozco y Jorge Enrique Abello, reconocieron que la pareja conformada en la telenovela, una exitosa producción que fue vendida a más de 180 países y que ahora ha vuelto a escena como obra de teatro, es “la más bizarra, extraña y curiosa que tiene la televisión colombiana”.
Ambos admitieron que el éxito individual de sus personajes, la poco atractiva Betty que se enamora de su jefe, Armando, se debió a que están lejos de ser el estereotipo normal de una heroína o un galán, factor que los hizo “tan atípicos y tan raros”, y que les permitió ganarse el cariño de las audiencias.
“Es posible que esa rareza haya catapultado a Betty al éxito porque es algo que todos sentimos por dentro como seres humanos y creemos que nos van a rechazar por esa razón, cuando es lo más bonito que tenemos y lo que nos hace singulares”, aseguró Abello en entrevista con Efe.
Tanto Orozco como Abello interpretan de nuevo a “Beatriz Pinzón” y “Armando Mendoza” en la adaptación al teatro, que se estrenó el pasado 30 de marzo en Bogotá y estará en temporada hasta el 28 de mayo, luego de 17 años del lanzamiento de la producción, inscrita en el Guinness Record en 2010 como “la telenovela más exitosa de todos los tiempos”.
Asimismo, aseguraron que la apuesta teatral, en la que se reencuentran muchos de los personajes del elenco original, fue algo “hermoso e inesperado” pero también fue “un proceso complejo”.
“No fue fácil llevar a cabo la obra, pues todos los miembros del elenco tomamos caminos distintos pero también fue muy bonito pues había mucho entusiasmo con los actores y una química increíble que permitió que la obra tuviera vida propia”, apostilló Abello.
A pesar de que Orozco se radicó en el extranjero durante varios años para participar en producciones argentinas y peruanas, aseguró que nunca se perdió el contacto entre ellos, ya que después de Betty, la actriz considera a Abello como “un hermano mayor” que la cuida y la “divierte mucho”.
“Con Ana siempre hemos sido muy cercanos, pues cuando tienes la oportunidad de construir una pareja tan extraña y que perdura por varios años genera muchas cosas en tu existencia, tanto así que ambos conocemos lo que pasa dentro del otro a raíz de este cambio tan fundamental en nuestras vidas”, agregó Abello.
Esa cercanía no solo se da entre la pareja protagonista sino que está presente en todo el elenco de la novela y ahora en la obra teatral luego de la extraordinario acogida que tuvo la producción y que los llevó a convertirse en una familia.
“Una familia también se forma por lo que uno tiene que vivir y transitar, además que la relación se mantiene sobre todo por el cariño, la admiración y el respeto que existe entre nosotros”, dijo Orozco a Efe.
Los dos actores coincidieron en que la preparación de sus roles no ha sido tan fácil porque “ya no tienen la ligereza que tenían Armando y Betty hace 17 años”, pero aseguran que les ha permitido aprender como seres humanos al viajar en el tiempo y permitirles experimentar sus papeles “como si fuera la primera vez”.
“Betty es un personaje de alto impacto y volver a interpretarla no solo es parte de mi oficio, pues es un personaje que quiero mucho y que me gusta hacer luego de ver y apreciar el tiempo que ha pasado desde la primera vez”, subrayó Orozco.
Los protagonistas de “Yo soy Betty, la fea”, que fue doblada a 25 idiomas y tuvo cerca de 28 adaptaciones alrededor del mundo, se mostraron impactados ante el apoyo que ha recibido la obra de teatro en los pocos días que lleva en escena, razón por la que sus promotores han pensado en llevarla a una gira por Latinoamérica.
Frente a esta posibilidad, Orozco y Abello aseguraron que a pesar del entusiasmo con el que el público colombiano ha recibido este trabajo en el poco tiempo que lleva en las tablas “prefieren no generar falsas expectativas”.
“Cada vez que traigo a Betty a escena lo hago como si fuera la primera vez, pues siempre trato de abordar todo como si fuera nuevo porque creo que esa es la razón del éxito de este trabajo: la entrega, dedicación y el respeto con el que se ha hecho”, subrayó Orozco.
EFE
"la más bizarra, extraña y curiosa que tiene la televisión colombiana" reconocieron ambos personajes.
Los protagonistas de “Yo soy Betty, la fea”, Ana María Orozco y Jorge Enrique Abello, reconocieron que la pareja conformada en la telenovela, una exitosa producción que fue vendida a más de 180 países y que ahora ha vuelto a escena como obra de teatro, es “la más bizarra, extraña y curiosa que tiene la televisión colombiana”.
Ambos admitieron que el éxito individual de sus personajes, la poco atractiva Betty que se enamora de su jefe, Armando, se debió a que están lejos de ser el estereotipo normal de una heroína o un galán, factor que los hizo “tan atípicos y tan raros”, y que les permitió ganarse el cariño de las audiencias.
“Es posible que esa rareza haya catapultado a Betty al éxito porque es algo que todos sentimos por dentro como seres humanos y creemos que nos van a rechazar por esa razón, cuando es lo más bonito que tenemos y lo que nos hace singulares”, aseguró Abello en entrevista con Efe.
Tanto Orozco como Abello interpretan de nuevo a “Beatriz Pinzón” y “Armando Mendoza” en la adaptación al teatro, que se estrenó el pasado 30 de marzo en Bogotá y estará en temporada hasta el 28 de mayo, luego de 17 años del lanzamiento de la producción, inscrita en el Guinness Record en 2010 como “la telenovela más exitosa de todos los tiempos”.
Asimismo, aseguraron que la apuesta teatral, en la que se reencuentran muchos de los personajes del elenco original, fue algo “hermoso e inesperado” pero también fue “un proceso complejo”.
“No fue fácil llevar a cabo la obra, pues todos los miembros del elenco tomamos caminos distintos pero también fue muy bonito pues había mucho entusiasmo con los actores y una química increíble que permitió que la obra tuviera vida propia”, apostilló Abello.
A pesar de que Orozco se radicó en el extranjero durante varios años para participar en producciones argentinas y peruanas, aseguró que nunca se perdió el contacto entre ellos, ya que después de Betty, la actriz considera a Abello como “un hermano mayor” que la cuida y la “divierte mucho”.
“Con Ana siempre hemos sido muy cercanos, pues cuando tienes la oportunidad de construir una pareja tan extraña y que perdura por varios años genera muchas cosas en tu existencia, tanto así que ambos conocemos lo que pasa dentro del otro a raíz de este cambio tan fundamental en nuestras vidas”, agregó Abello.
Esa cercanía no solo se da entre la pareja protagonista sino que está presente en todo el elenco de la novela y ahora en la obra teatral luego de la extraordinario acogida que tuvo la producción y que los llevó a convertirse en una familia.
“Una familia también se forma por lo que uno tiene que vivir y transitar, además que la relación se mantiene sobre todo por el cariño, la admiración y el respeto que existe entre nosotros”, dijo Orozco a Efe.
Los dos actores coincidieron en que la preparación de sus roles no ha sido tan fácil porque “ya no tienen la ligereza que tenían Armando y Betty hace 17 años”, pero aseguran que les ha permitido aprender como seres humanos al viajar en el tiempo y permitirles experimentar sus papeles “como si fuera la primera vez”.
“Betty es un personaje de alto impacto y volver a interpretarla no solo es parte de mi oficio, pues es un personaje que quiero mucho y que me gusta hacer luego de ver y apreciar el tiempo que ha pasado desde la primera vez”, subrayó Orozco.
Los protagonistas de “Yo soy Betty, la fea”, que fue doblada a 25 idiomas y tuvo cerca de 28 adaptaciones alrededor del mundo, se mostraron impactados ante el apoyo que ha recibido la obra de teatro en los pocos días que lleva en escena, razón por la que sus promotores han pensado en llevarla a una gira por Latinoamérica.
Frente a esta posibilidad, Orozco y Abello aseguraron que a pesar del entusiasmo con el que el público colombiano ha recibido este trabajo en el poco tiempo que lleva en las tablas “prefieren no generar falsas expectativas”.
“Cada vez que traigo a Betty a escena lo hago como si fuera la primera vez, pues siempre trato de abordar todo como si fuera nuevo porque creo que esa es la razón del éxito de este trabajo: la entrega, dedicación y el respeto con el que se ha hecho”, subrayó Orozco.
EFE