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Columnista - 30 mayo, 2019

Prosperidad sin crecimiento (i)

Los economistas occidentales más sensibles al medio ambiente llevan décadas reflexionando en torno a la idea de una economía de prosperidad sin crecimiento, sobre todo desde la publicación de “Los Limites del Crecimiento y del Trabajo” de Paul y Anne Ehrlich esposos (Paul medico alemán – bacteriólogo y Anne Coautora estadounidense de varios libros). Para […]

Los economistas occidentales más sensibles al medio ambiente llevan décadas reflexionando en torno a la idea de una economía de prosperidad sin crecimiento, sobre todo desde la publicación de “Los Limites del Crecimiento y del Trabajo” de Paul y Anne Ehrlich esposos (Paul medico alemán – bacteriólogo y Anne Coautora estadounidense de varios libros). Para Herman Daly, de la universidad de Maryland, el decano de los economistas del estado estacionario, se trata simplemente de la ley de los rendimientos decrecientes: Si produces demasiados bienes, estos ya no serán tan buenos. Tenemos, pues un crecimiento anti-económico, que produce “Males” mas de prisa que bienes y nos vuelve más pobres, no mas ricos ha escrito Daly que fue uno de los principales economistas del Banco Mundial, decía que una vez que superamos el nivel ó ptimo, el crecimiento se vuelve estúpido a corto plazo, e imposible de mantener a largo plazo. Mucho antes que él Thomas Robert Malthus, Jhon Stuart Mill y Adam Smith advirtieron de que el crecimiento económico, como todo lo demás de la faz de la Tierra esta sujeto a unos recursos limitados. Pero una cosa es identificar lo que no funciona y otra muy distinta descubrir qué funcionaria y como hacer la transición hacia ello. Existe ya un excelente modelo para la economía del estado estacionario por el que Daly ys el resto de los economistas económicos abogan hace tiempo: la propia Tierra. Ni la superficie, ni la masa de la Tierra crecen, recuerda Daly constantemente a la gente. En la Tierra los Inputs (factores de Producción) y outputs (salida de Industria) siempre han seguido ciclos y se han reciclado al infinito, transformándose unos en otros. Las cosas solo empezaron a torcerse cuando una especie, la nuestra, comenzó a exigir más cosas que nunca antes y a requerir más energía concentrada para la fabricación de esas cosas que la naturaleza había proporcionado, nunca de golpe. No somos el primer caso de tal acontecimiento en la historia del planeta. De vez en cuando ha habido otros Inputs exagerados como el asteroide que causó la extinción de los dinosaurios y de casi las dos terceras de todos los demás organismos vivos. Hicieron falta varios millones de años para que la Tierra adsorbiera el polvo que dejó en la atmósfera y engendrara un nuevo elenco de personajes para que crecieran y se multiplicaran. Para evitar atraer tanto o más drástico sobre nosotros mismos, los economistas económicos proponen que reconsideremos sin demora el modelo en que abastecemos la civilización. Continuaremos en la próxima columna.

*Especialista en Gestión Ambiental

Columnista
30 mayo, 2019

Prosperidad sin crecimiento (i)

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Hernán Maestre Martínez

Los economistas occidentales más sensibles al medio ambiente llevan décadas reflexionando en torno a la idea de una economía de prosperidad sin crecimiento, sobre todo desde la publicación de “Los Limites del Crecimiento y del Trabajo” de Paul y Anne Ehrlich esposos (Paul medico alemán – bacteriólogo y Anne Coautora estadounidense de varios libros). Para […]


Los economistas occidentales más sensibles al medio ambiente llevan décadas reflexionando en torno a la idea de una economía de prosperidad sin crecimiento, sobre todo desde la publicación de “Los Limites del Crecimiento y del Trabajo” de Paul y Anne Ehrlich esposos (Paul medico alemán – bacteriólogo y Anne Coautora estadounidense de varios libros). Para Herman Daly, de la universidad de Maryland, el decano de los economistas del estado estacionario, se trata simplemente de la ley de los rendimientos decrecientes: Si produces demasiados bienes, estos ya no serán tan buenos. Tenemos, pues un crecimiento anti-económico, que produce “Males” mas de prisa que bienes y nos vuelve más pobres, no mas ricos ha escrito Daly que fue uno de los principales economistas del Banco Mundial, decía que una vez que superamos el nivel ó ptimo, el crecimiento se vuelve estúpido a corto plazo, e imposible de mantener a largo plazo. Mucho antes que él Thomas Robert Malthus, Jhon Stuart Mill y Adam Smith advirtieron de que el crecimiento económico, como todo lo demás de la faz de la Tierra esta sujeto a unos recursos limitados. Pero una cosa es identificar lo que no funciona y otra muy distinta descubrir qué funcionaria y como hacer la transición hacia ello. Existe ya un excelente modelo para la economía del estado estacionario por el que Daly ys el resto de los economistas económicos abogan hace tiempo: la propia Tierra. Ni la superficie, ni la masa de la Tierra crecen, recuerda Daly constantemente a la gente. En la Tierra los Inputs (factores de Producción) y outputs (salida de Industria) siempre han seguido ciclos y se han reciclado al infinito, transformándose unos en otros. Las cosas solo empezaron a torcerse cuando una especie, la nuestra, comenzó a exigir más cosas que nunca antes y a requerir más energía concentrada para la fabricación de esas cosas que la naturaleza había proporcionado, nunca de golpe. No somos el primer caso de tal acontecimiento en la historia del planeta. De vez en cuando ha habido otros Inputs exagerados como el asteroide que causó la extinción de los dinosaurios y de casi las dos terceras de todos los demás organismos vivos. Hicieron falta varios millones de años para que la Tierra adsorbiera el polvo que dejó en la atmósfera y engendrara un nuevo elenco de personajes para que crecieran y se multiplicaran. Para evitar atraer tanto o más drástico sobre nosotros mismos, los economistas económicos proponen que reconsideremos sin demora el modelo en que abastecemos la civilización. Continuaremos en la próxima columna.

*Especialista en Gestión Ambiental