Al cumplirse hoy los primeros dos años del gobierno de Juan Manuel Santos, es menester reflexionar sobre los avances de la actual administración, resaltando sus logros, señalan do sus fracasos, pero – principalmente- los retos en los dos años que le restan.
Santos Calderón, el hombre precursor de los principios del buen gobierno y defensor de las llamadas ideas de la “Tercera Vía” en el país, a pesar de ser un mentor y protegido de Álvaro Uribe Vélez, ha demostrado tener una agenda y un estilo propio. Políticamente, se ha mostrado más al centro que Uribe Vélez y tiene una agenda social, principalmente en los temas de víctimas y tierras.
Nombró un gabinete de primera línea, inclusive con personas con las cuales Uribe tenía serias diferencias políticas. Esa autonomía y estilo distinto le ha representado a Santos un distanciamiento con Uribe, quien ahora, paradójicamente, es el mayor opositor al Gobierno de Santos Calderón. Los cambios que da la política…
A Santos hay que reconocerle los logros en materia de política exterior, bajo el liderazgo de la Ministra Ángela María Holguín. Hoy tenemos una agenda más integral, una política más abierta al mundo y buenas relaciones con nuestros vecinos, Venezuela y Ecuador. Ese es el principal logro, a nuestro juicio.
En el área económica, hay aspectos positivos: una buena tasa de crecimiento, un desempleo que ha bajado (10-11%), una inflación bajo control (3-5%) y unas finanzas públicas ordenadas. Falta, como lo hemos demostrado en nuestros informes, poner a andar las famosas locomotoras principalmente las de agricultura, infraestructura, industria y el tema de la innovación y la inversión en ciencia y tecnología. En esta materia, los principales retos están en la reforma tributaria y en poner a andar las locomotoras, principalmente la construcción carreteras y la de vivienda.
En nuestra opinión, los principales lunares de la administración Santos están en el área social. La crisis en la salud, que se ha agudizado en su gobierno, es un tema que se ha convertido en una papa caliente y amenaza con estallar como lo han advertido los médicos, los expertos en el tema y lo sufren a diario los millones de usuarios de la salud en todo el país. Ahí, en ese tema, debe aplicar el Presidente todo su discurso y su experiencia en materia de buen gobierno. De lograr rescatar al sector de la salud, con una reforma radical, el Presidente Santos podría pasar triunfante a la historia.
Otro aspecto de la política social en el cual falta mucho por hacer es en el tema de la educación. Se le reconocen los logros en aumento de la cobertura, principalmente en la educación básica, pero ahora el reto está en la calidad. Llevar educación de calidad a los más pobres y a los sectores de las clases medias. Esta sería una revolución que tendría unos grandes efectos en materia de equidad y productividad, en el largo plazo.
Por supuesto, en materia de seguridad; Santos es el primero en saber que no se puede perder ni un metro en lo alcanzado por el gobierno de Uribe; gestión de la cual el fue artífice, en buena parte. La lucha contra la subversión debe intensificarse y evitar que se pierdan espacios, como ha ocurrido, aparentemente, en el Cauca. La seguridad ciudadana sigue siendo una de las principales preocupaciones de los colombianos y en ella hay que persistir hasta la derrota final, y sólo en ese escenario se podrá explorar una eventual negociación política con lo que quede de la guerrilla.
En otras ediciones nos referiremos a otros temas, importantes a la hora de hacer una evaluación integral del gobierno. Entre estos el tema del cambio de gabinete y la relación entre el gobierno central y las regiones, en donde falta una mayor coordinación y equidad.