Al entregar el informe del balance de los primeros cinco meses que lleva intervenido el Hospital Rosario Pumarejo de López, de Valledupar, el superintendente Nacional de Salud, Fabio Aristizábal, se mostró preocupado por la situación financiera de esa entidad.

Según Aristizabal, “uno de los grandes deudores es la Secretaría de Salud Departamental que debe $40.000 millones. Necesito que de verdad me ayuden con esos dineros que nos va a permitir pagar los pasivos, mejorar la infraestructura y seguir mejorando la contratación”.

Aristizábal resaltó que el reto de la Gobernación del Cesar consiste en buscar la fuente de financiación de los recursos y también crear una auditoría. “Le hemos ofrecido que desde el Hospital se contrate esa auditoría directamente, por supuesto con el aval del departamento, pero esos 40 mil millones de pesos deben llegar al departamento”, aseguró el Superintendente.

Sin embargo, la Oficina de Prensa de la Gobernación del Cesar aseguró que la deuda del departamento es solo de $1.600 millones. “Es la Nación que debe por migrantes, no nosotros”, dijo la fuente oficial. Entre tanto, el secretario de Salud Departamental, Guillermo Girón también advirtió que “esto ha sido un problema casi que eterno porque hay unas cuentas que no están claras”.

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