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Editorial - 25 mayo, 2019

Presidente Duque, que la violencia no vuelva al valle

Este diario desarrolló con Naciones Unidas el 21 de marzo un foro de reincorporación de los excombatientes de las Farc. Se hicieron presentes líderes reintegrados del ETCR y altos funcionarios de la presidencia de la República. Fuimos testigos de la buena voluntad de todos, incluidos sus delegados, de cumplir los compromisos. Se manifestó la complacencia de que el señor presidente los hubiese visitado en sus espacios, de paso a una vida normal y productiva.

Este diario desarrolló con Naciones Unidas el 21 de marzo un foro de reincorporación de los excombatientes de las Farc. Se hicieron presentes líderes reintegrados del ETCR y altos funcionarios de la presidencia de la República. Fuimos testigos de la buena voluntad de todos, incluidos sus delegados, de cumplir los compromisos. Se manifestó la complacencia de que el señor presidente los hubiese visitado en sus espacios, de paso a una vida normal y productiva.

Ese buen ánimo se ha extendido al territorio regional, de Cesar y Guajira, y trabajadores y empresarios del campo de todos los niveles persisten sin angustia, por su seguridad personal, en sus actividades, enfrentando el ciclo natural de los cambios climáticos. Ayuda que no tenemos cultivos ilícitos, a diferencia de la región suroccidental de Colombia y el más cercano Catatumbo. Aunque haya hechos aislados en el sur del departamento por la acción del ELN – por efecto del conflicto en esa región norte-santandereana- y la indignación en los centros urbanos por la persistente inseguridad, se respira en general un ambiente de armonía y conversación democrática.

Pero el tema que se está jugando rebasa el territorial y el de la propia reincorporación de algunas centenas de guerrilleros. Incluso el de la dinámica que debe dársele a los proyectos de los PDET, en esos municipios focalizados, en los que el gobierno nacional además de impulsar las pequeñas infraestructuras comunitarias PIC (que se les está cambiando de nombre sin necesidad) invita a la formulación de proyectos de mayor alcance, en el justo entendido de que no es suficiente con amparar los Espacios Territoriales si el entorno campesino, veredal, municipal no ve los resultados de los acuerdos de paz.

Rebasa ese ámbito pues es en el nivel de la política, del Estado, la que usted preside honorablemente en nombre de todos los colombianos sin distinción, que se resuelven los dilemas de la paz nacional con efecto en nuestro territorio.

Parecería que no se ha valorado suficientemente el esfuerzo hecho por generaciones y por todos los gobiernos en la búsqueda y el resultado de la paz. El acálculo político, las posiciones de los partidos, y en particular el de los sectores radicales del partido de gobierno, podrían dar al traste con ese bien superior que es el acuerdo y la reconciliación.

Es lo que dice el New York Times en un sesudo editorial de ayer, que recomendamos leer a nuestros lectores: “La paz de Colombia es demasiado valiosa como para abandonarla”.

Editorial
25 mayo, 2019

Presidente Duque, que la violencia no vuelva al valle

Este diario desarrolló con Naciones Unidas el 21 de marzo un foro de reincorporación de los excombatientes de las Farc. Se hicieron presentes líderes reintegrados del ETCR y altos funcionarios de la presidencia de la República. Fuimos testigos de la buena voluntad de todos, incluidos sus delegados, de cumplir los compromisos. Se manifestó la complacencia de que el señor presidente los hubiese visitado en sus espacios, de paso a una vida normal y productiva.


Este diario desarrolló con Naciones Unidas el 21 de marzo un foro de reincorporación de los excombatientes de las Farc. Se hicieron presentes líderes reintegrados del ETCR y altos funcionarios de la presidencia de la República. Fuimos testigos de la buena voluntad de todos, incluidos sus delegados, de cumplir los compromisos. Se manifestó la complacencia de que el señor presidente los hubiese visitado en sus espacios, de paso a una vida normal y productiva.

Ese buen ánimo se ha extendido al territorio regional, de Cesar y Guajira, y trabajadores y empresarios del campo de todos los niveles persisten sin angustia, por su seguridad personal, en sus actividades, enfrentando el ciclo natural de los cambios climáticos. Ayuda que no tenemos cultivos ilícitos, a diferencia de la región suroccidental de Colombia y el más cercano Catatumbo. Aunque haya hechos aislados en el sur del departamento por la acción del ELN – por efecto del conflicto en esa región norte-santandereana- y la indignación en los centros urbanos por la persistente inseguridad, se respira en general un ambiente de armonía y conversación democrática.

Pero el tema que se está jugando rebasa el territorial y el de la propia reincorporación de algunas centenas de guerrilleros. Incluso el de la dinámica que debe dársele a los proyectos de los PDET, en esos municipios focalizados, en los que el gobierno nacional además de impulsar las pequeñas infraestructuras comunitarias PIC (que se les está cambiando de nombre sin necesidad) invita a la formulación de proyectos de mayor alcance, en el justo entendido de que no es suficiente con amparar los Espacios Territoriales si el entorno campesino, veredal, municipal no ve los resultados de los acuerdos de paz.

Rebasa ese ámbito pues es en el nivel de la política, del Estado, la que usted preside honorablemente en nombre de todos los colombianos sin distinción, que se resuelven los dilemas de la paz nacional con efecto en nuestro territorio.

Parecería que no se ha valorado suficientemente el esfuerzo hecho por generaciones y por todos los gobiernos en la búsqueda y el resultado de la paz. El acálculo político, las posiciones de los partidos, y en particular el de los sectores radicales del partido de gobierno, podrían dar al traste con ese bien superior que es el acuerdo y la reconciliación.

Es lo que dice el New York Times en un sesudo editorial de ayer, que recomendamos leer a nuestros lectores: “La paz de Colombia es demasiado valiosa como para abandonarla”.