El Presidente del Concejo de Valledupar, Carlos Andrés Cotes habló con EL PILÓN sobre su gestión y contó cómo es su relación con el alcalde Fredys Socarrás.
En el 2013 la presidencia del Concejo de Valledupar estuvo en manos de Carlos Andrés Cotes Maya, un administrador financiero, de orígenes conservadores y provenientes de la dinastía política del exalcalde de Valledupar, Fausto Cotes Núñez.
El concejal más conocido como Cale Cotes habló sobre su gestión al frente de la corporación y el porqué del distanciamiento, en un momento, con el alcalde Fredys Socarrás Reales.
EL PILÓN: ¿Cuál es el balance final desde su presidencia?
Carlos Andrés Cotes: Fue un año positivo para el Concejo, ya que conseguimos una imagen favorable que no la tenía desde hace más de 15 ó 20 años en la ciudadanía. De más de 40 proyectos que presentó la administración municipal, muestra está que fueron aprobados 23 y esto revela la objetividad que tiene el Concejo de Valledupar, mediante un estudio juicioso: algunos proyectos fueron devueltos, otros negados y hay unos para el próximo año.
EP: El Concejo siempre expresó desacato de los secretarios de la Alcaldía, ¿cómo terminaron su posición?
C.C: Después de que hubo una moción de censura a mediados de marzo, desde ese tiempo las cosas fluyeron de la mejor manera y pienso que esa es la responsabilidad de ellos; deben acudir a responder las decisiones del Concejo. Pienso que nosotros somos un Concejo objetivo y eso se demuestra en la aprobación de los proyectos y el control político notable, que ha hecho esta corporación en el 2013, es reconocido actualmente por la comunidad.
EP: ¿Qué pasó con el proyecto del Estatuto Tributario?
C.C: Ese va para el próximo año, nos lo trajeron a última hora y tenía más de 448 artículos que, en las tres sesiones extras hechas, no alcanzamos a debatirlo; era una preocupación para nosotros ese proyecto, y es una responsabilidad muy grande aprobar este proyecto, donde se podría ver afectada una comunidad muy extensa.
EP: Lo más fácil y difícil en los debates del Concejo de Valledupar
C.C: Hubo debates relevantes como es el tema del espacio público; el de tránsito y movilidad fue muy bueno, pero todos sirvieron para conocer que no solo hay problemas en la parte social, sino física del municipio y en los corregimientos, donde llegamos en una sesión especial a Las Raíces por el tema de la destrucción de la vía. Importante el cabildo abierto a Emdupar, acto hecho porque la comunidad presentó ante el Concejo el requerimiento y eso nos ayudó para que la empresa no fuera vendida a terceras personas o empresas. Lo más difícil es mantener contento a todo mundo, pero eso hace que uno se sienta más creativo, más responsable y de pronto más dinámico: cuando hay trabajo en equipo las cosas resultan más fáciles.
EP: En ese punto de Emdupar, ¿qué pasó al final con el cambio de estatutos de la empresa?
C.C: Actualmente esa parte se encuentra en análisis de los entes de control y ahora estamos esperando una respuesta. Pienso que la decisión debe ser consciente para reversar todo el tema de los estatutos y la empresa no debe ser vendida en ningún momento.
EP: Ya hablamos de la gestión, pero personalmente cuál es el pensamiento de su presidencia.
C.C: Cumplí con un deber como presidente, desde el mes de enero sabía que debía cambiar la imagen del Concejo en la calle y eso se logró con trabajo, objetividad, y esfuerzo. Creo que se logró, porque hoy esta dependencia está en una cima de favorabilidad muy buena ante el pueblo.
E.P: Qué le queda a Valledupar con su presidencia.
C.C: El trabajo que hicimos por todos los ciudadanos, brindamos lo mejor a Valledupar y el control político que ejercimos a la Alcaldía se ve hoy reflejado en el bienestar y en la calidad de vida de los vallenatos.
E.P: Finalmente, ¿cómo terminó la relación con el alcalde de Valledupar?
C.C: Muy buena. Al principio se presentó el inconveniente de las mociones de censura, pero los secretarios y el alcalde deben ser conscientes de que deben tener responsabilidad ante esta corporación y de trabajar por la comunidad.
Por Carlos Mario Jiménez / EL PILÓN
El Presidente del Concejo de Valledupar, Carlos Andrés Cotes habló con EL PILÓN sobre su gestión y contó cómo es su relación con el alcalde Fredys Socarrás.
En el 2013 la presidencia del Concejo de Valledupar estuvo en manos de Carlos Andrés Cotes Maya, un administrador financiero, de orígenes conservadores y provenientes de la dinastía política del exalcalde de Valledupar, Fausto Cotes Núñez.
El concejal más conocido como Cale Cotes habló sobre su gestión al frente de la corporación y el porqué del distanciamiento, en un momento, con el alcalde Fredys Socarrás Reales.
EL PILÓN: ¿Cuál es el balance final desde su presidencia?
Carlos Andrés Cotes: Fue un año positivo para el Concejo, ya que conseguimos una imagen favorable que no la tenía desde hace más de 15 ó 20 años en la ciudadanía. De más de 40 proyectos que presentó la administración municipal, muestra está que fueron aprobados 23 y esto revela la objetividad que tiene el Concejo de Valledupar, mediante un estudio juicioso: algunos proyectos fueron devueltos, otros negados y hay unos para el próximo año.
EP: El Concejo siempre expresó desacato de los secretarios de la Alcaldía, ¿cómo terminaron su posición?
C.C: Después de que hubo una moción de censura a mediados de marzo, desde ese tiempo las cosas fluyeron de la mejor manera y pienso que esa es la responsabilidad de ellos; deben acudir a responder las decisiones del Concejo. Pienso que nosotros somos un Concejo objetivo y eso se demuestra en la aprobación de los proyectos y el control político notable, que ha hecho esta corporación en el 2013, es reconocido actualmente por la comunidad.
EP: ¿Qué pasó con el proyecto del Estatuto Tributario?
C.C: Ese va para el próximo año, nos lo trajeron a última hora y tenía más de 448 artículos que, en las tres sesiones extras hechas, no alcanzamos a debatirlo; era una preocupación para nosotros ese proyecto, y es una responsabilidad muy grande aprobar este proyecto, donde se podría ver afectada una comunidad muy extensa.
EP: Lo más fácil y difícil en los debates del Concejo de Valledupar
C.C: Hubo debates relevantes como es el tema del espacio público; el de tránsito y movilidad fue muy bueno, pero todos sirvieron para conocer que no solo hay problemas en la parte social, sino física del municipio y en los corregimientos, donde llegamos en una sesión especial a Las Raíces por el tema de la destrucción de la vía. Importante el cabildo abierto a Emdupar, acto hecho porque la comunidad presentó ante el Concejo el requerimiento y eso nos ayudó para que la empresa no fuera vendida a terceras personas o empresas. Lo más difícil es mantener contento a todo mundo, pero eso hace que uno se sienta más creativo, más responsable y de pronto más dinámico: cuando hay trabajo en equipo las cosas resultan más fáciles.
EP: En ese punto de Emdupar, ¿qué pasó al final con el cambio de estatutos de la empresa?
C.C: Actualmente esa parte se encuentra en análisis de los entes de control y ahora estamos esperando una respuesta. Pienso que la decisión debe ser consciente para reversar todo el tema de los estatutos y la empresa no debe ser vendida en ningún momento.
EP: Ya hablamos de la gestión, pero personalmente cuál es el pensamiento de su presidencia.
C.C: Cumplí con un deber como presidente, desde el mes de enero sabía que debía cambiar la imagen del Concejo en la calle y eso se logró con trabajo, objetividad, y esfuerzo. Creo que se logró, porque hoy esta dependencia está en una cima de favorabilidad muy buena ante el pueblo.
E.P: Qué le queda a Valledupar con su presidencia.
C.C: El trabajo que hicimos por todos los ciudadanos, brindamos lo mejor a Valledupar y el control político que ejercimos a la Alcaldía se ve hoy reflejado en el bienestar y en la calidad de vida de los vallenatos.
E.P: Finalmente, ¿cómo terminó la relación con el alcalde de Valledupar?
C.C: Muy buena. Al principio se presentó el inconveniente de las mociones de censura, pero los secretarios y el alcalde deben ser conscientes de que deben tener responsabilidad ante esta corporación y de trabajar por la comunidad.
Por Carlos Mario Jiménez / EL PILÓN