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Columnista - 11 marzo, 2021

Preservación del folclor y fomento del turismo

La columna ‘Centro Cultural del Vallenato, llegó la hora’, escrita por el distinguido historiador y compositor de música vallenata, Julio Cesar Oñate Martínez, publicada ayer en EL PILÓN, de veras interesante y digna de aplausos, especialmente en lo referente a que el Centro Cultural del Vallenato debe ir conectado al Festival Vallenato con el propósito de vigorizar el […]

La columna ‘Centro Cultural del Vallenato, llegó la hora’, escrita por el distinguido historiador y compositor de música vallenata, Julio Cesar Oñate Martínez, publicada ayer en EL PILÓN, de veras interesante y digna de aplausos, especialmente en lo referente a que el Centro Cultural del Vallenato debe ir conectado al Festival Vallenato con el propósito de vigorizar el turismo en el municipio de Valledupar; mejor dicho, de todo el Área metropolitana del Cacique Upar, que además incluye los municipios Agustín Codazzi, La Paz, Manaure Balcón del Cesar y San Diego. Turismo extensible a los municipios del sur del departamento de La Guajira, habida cuenta que la música vallenata es un patrimonio compartido con la gente de esa vecina región, herederos de la misma idiosincrasia y del mismo folclor.

No menos importante es la preconizada idea de que la música vallenata tradicional debe preservarse tal cual, esta es la intención de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación la Ciencia y la Cultura (Unesco), al declararla patrimonio inmaterial de la humanidad, aunque el vallenato ha tenido enorme auge, no solo en nuestro país sino a nivel internacional, aunque a las nuevas generaciones de músicos les agrada la música vallenata que  interpretan con fusiones modernas, estilos musicales que ponen en riesgo la conservación  del vallenato tradicional, cuyos defensores están en vía de extinción. Indiscutiblemente, con el fallecimiento del memorable ‘Jilguero de América’, ya quedan pocos guardianes, entre los cuales sobresale, principalmente, Poncho Zuleta (genuino representante del legendario Francisco el Hombre), a su zaga Iván Villazón, Ivo Díaz (hijo del excepcional Leandro), Silvio Brito, Beto Zabaleta y posiblemente dos o tres más.

Para evitar lo que pasó en México con su popular y folclórica música ranchera, sería bueno que el Centro Cultural del Vallenato que se va a construir en Valledupar, en el sitio donde estuvo la antigua zona de carreteras, como dice el folclorista Julio Oñate Martínez en su mencionada columna, que para que el susodicho proyecto del centro cultural tenga mayor impacto en la preservación del vallenato tradicional debe acompañarlo el programa educativo desde la primaria hasta el nivel universitario de pregrado. Incluso con especializaciones y doctorados, agrego yo.

En el inciso C del artículo 3° de la Ley 739 de 2002 está establecido que: “El Ministerio de Educación Nacional creará la cátedra Valores y Talentos Vallenatos ‘Consuelo Araujonoguera’, de obligatorio cumplimiento en los colegios públicos y privados del departamento del Cesar, a nivel de la Educación Básica Primaria”. En el artículo 4°, dice: “A partir de la sanción de la presente ley, y de conformidad con los artículos 334, 339 y 341 de la Constitución Política, autorizase al Gobierno nacional para efectuar asignaciones presupuestales en cuantía de cinco mil millones de pesos ($5.000.000.000)”. En realidad, ha faltado voluntad para la creación de esta cátedra. La Fundación Universitaria del Área Andina la comenzó virtual en épocas del Festival Vallenato. La verdad, es que no sé si se está cumpliendo la ley.

El proyecto del Centro Cultural del Vallenato ha generado polémica, algunos dicen que no es prioritario, otros que es demasiado costoso habiendo necesidades que requieren prontas soluciones. A la vez existe controversia en relación con la ubicación. Personalmente, creo que es beneficioso para la preservación de nuestro folclor y fomento del turismo para fuentes de ingresos en toda el Área Metropolitana de Valledupar y municipios circunvecinos de La Guajira. Su sitio ideal: el Parque de la Leyenda Vallenata.

Columnista
11 marzo, 2021

Preservación del folclor y fomento del turismo

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
José Romero Churio

La columna ‘Centro Cultural del Vallenato, llegó la hora’, escrita por el distinguido historiador y compositor de música vallenata, Julio Cesar Oñate Martínez, publicada ayer en EL PILÓN, de veras interesante y digna de aplausos, especialmente en lo referente a que el Centro Cultural del Vallenato debe ir conectado al Festival Vallenato con el propósito de vigorizar el […]


La columna ‘Centro Cultural del Vallenato, llegó la hora’, escrita por el distinguido historiador y compositor de música vallenata, Julio Cesar Oñate Martínez, publicada ayer en EL PILÓN, de veras interesante y digna de aplausos, especialmente en lo referente a que el Centro Cultural del Vallenato debe ir conectado al Festival Vallenato con el propósito de vigorizar el turismo en el municipio de Valledupar; mejor dicho, de todo el Área metropolitana del Cacique Upar, que además incluye los municipios Agustín Codazzi, La Paz, Manaure Balcón del Cesar y San Diego. Turismo extensible a los municipios del sur del departamento de La Guajira, habida cuenta que la música vallenata es un patrimonio compartido con la gente de esa vecina región, herederos de la misma idiosincrasia y del mismo folclor.

No menos importante es la preconizada idea de que la música vallenata tradicional debe preservarse tal cual, esta es la intención de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación la Ciencia y la Cultura (Unesco), al declararla patrimonio inmaterial de la humanidad, aunque el vallenato ha tenido enorme auge, no solo en nuestro país sino a nivel internacional, aunque a las nuevas generaciones de músicos les agrada la música vallenata que  interpretan con fusiones modernas, estilos musicales que ponen en riesgo la conservación  del vallenato tradicional, cuyos defensores están en vía de extinción. Indiscutiblemente, con el fallecimiento del memorable ‘Jilguero de América’, ya quedan pocos guardianes, entre los cuales sobresale, principalmente, Poncho Zuleta (genuino representante del legendario Francisco el Hombre), a su zaga Iván Villazón, Ivo Díaz (hijo del excepcional Leandro), Silvio Brito, Beto Zabaleta y posiblemente dos o tres más.

Para evitar lo que pasó en México con su popular y folclórica música ranchera, sería bueno que el Centro Cultural del Vallenato que se va a construir en Valledupar, en el sitio donde estuvo la antigua zona de carreteras, como dice el folclorista Julio Oñate Martínez en su mencionada columna, que para que el susodicho proyecto del centro cultural tenga mayor impacto en la preservación del vallenato tradicional debe acompañarlo el programa educativo desde la primaria hasta el nivel universitario de pregrado. Incluso con especializaciones y doctorados, agrego yo.

En el inciso C del artículo 3° de la Ley 739 de 2002 está establecido que: “El Ministerio de Educación Nacional creará la cátedra Valores y Talentos Vallenatos ‘Consuelo Araujonoguera’, de obligatorio cumplimiento en los colegios públicos y privados del departamento del Cesar, a nivel de la Educación Básica Primaria”. En el artículo 4°, dice: “A partir de la sanción de la presente ley, y de conformidad con los artículos 334, 339 y 341 de la Constitución Política, autorizase al Gobierno nacional para efectuar asignaciones presupuestales en cuantía de cinco mil millones de pesos ($5.000.000.000)”. En realidad, ha faltado voluntad para la creación de esta cátedra. La Fundación Universitaria del Área Andina la comenzó virtual en épocas del Festival Vallenato. La verdad, es que no sé si se está cumpliendo la ley.

El proyecto del Centro Cultural del Vallenato ha generado polémica, algunos dicen que no es prioritario, otros que es demasiado costoso habiendo necesidades que requieren prontas soluciones. A la vez existe controversia en relación con la ubicación. Personalmente, creo que es beneficioso para la preservación de nuestro folclor y fomento del turismo para fuentes de ingresos en toda el Área Metropolitana de Valledupar y municipios circunvecinos de La Guajira. Su sitio ideal: el Parque de la Leyenda Vallenata.