Nadie se imaginó que después de alcanzar los precios del crudo su pico con cotizaciones de US $107.95 el barril el WTI y US $115.19 el Brent el 16 de junio de 2014, siete meses después se desplomaran hasta romper la barrera de los US $50 el barril, acumulando una caída del 55%. La sobreoferta […]
Nadie se imaginó que después de alcanzar los precios del crudo su pico con cotizaciones de US $107.95 el barril el WTI y US $115.19 el Brent el 16 de junio de 2014, siete meses después se desplomaran hasta romper la barrera de los US $50 el barril, acumulando una caída del 55%. La sobreoferta de crudo y la debilitada demanda, por cuenta de la desaceleración del crecimiento de la economía global, nos lleva a presentir que esta tendencia se mantendrá por lo menos hasta mediados de 2015.
El sucesor del recientemente fallecido Rey de Arabia Saudita, Salman, en sus primeras declaraciones disipó cualquier duda sobre su postura frente a la actual coyuntura de precios, advirtiendo que no se apartaría un ápice de la de su antecesor. Ya lo había advertido Alí Al Nuaimi, Ministro de petróleo de Arabia Saudita, que “reducir la producción no beneficia a los productores de la OPEP, sea cual fuere el precio”. Y la razón que aduce es clara y contundente, un recorte de la producción por parte de los países que integran dicho cartel “podría resultar en una menor cuota de mercado y mayores cuotas para otros, en momentos en los que es difícil controlar los precios”.
Como ya quedó dicho, la sobreoferta de crudo es una realidad, como también lo es la baja del ritmo de crecimiento de la demanda por el oro negro.
Coincidencialmente, mientras la Agencia Internacional de Energía (AIE) recortó su proyección de la demanda para el 2015 de 9´600.000 barriles por día a 9´300.000, la OPEP revisó a la baja su proyección del incremento de la demanda para 2015 de 1.19 millones de barriles por día a sólo 1.12 millones. En gran medida esta revisión a la baja de las proyecciones de uno y otro obedece a la desaceleración del crecimiento de la economía global, que la acaba de confirmar el FMI.
Después de pronosticar un crecimiento en el 2015 de 3.8% para la economía global ahora lo limita a un 3.5% y el crecimiento de la economía china, que en la última década se había convertido en la remolcadora, después de crecer 10.4% en 2010, en el 2011 9.3%, en 2012 y 2013 el 7.7%, en el 2014 volvió a bajar a 7.4% y la proyección última del FMI es de 6.8% para 2015. El caso más dramático es el de Latinoamérica, que después de crecer en los últimos años por encima del promedio de la economía mundial, ahora al revisar sus proyecciones vaticina un anémico crecimiento de la economía regional de sólo el 1.3%, casi un punto porcentual menos de su anterior proyección. Con razón el FMI describió el crecimiento global como “muy bajo, muy frágil y muy desequilibrado”.
En el caso particular de Colombia su revisión lo llevó a cambiar su proyección para 2015 de 4.8% el 14 de octubre del año pasado a 3.8, que todavía presagia un buen desempeño pese al lastre de los bajos precios del petróleo, el carbón, el oro y el ferroníquel, que representan más del 70% de las exportaciones de Colombia.
www.amylkaracosta.net
Nadie se imaginó que después de alcanzar los precios del crudo su pico con cotizaciones de US $107.95 el barril el WTI y US $115.19 el Brent el 16 de junio de 2014, siete meses después se desplomaran hasta romper la barrera de los US $50 el barril, acumulando una caída del 55%. La sobreoferta […]
Nadie se imaginó que después de alcanzar los precios del crudo su pico con cotizaciones de US $107.95 el barril el WTI y US $115.19 el Brent el 16 de junio de 2014, siete meses después se desplomaran hasta romper la barrera de los US $50 el barril, acumulando una caída del 55%. La sobreoferta de crudo y la debilitada demanda, por cuenta de la desaceleración del crecimiento de la economía global, nos lleva a presentir que esta tendencia se mantendrá por lo menos hasta mediados de 2015.
El sucesor del recientemente fallecido Rey de Arabia Saudita, Salman, en sus primeras declaraciones disipó cualquier duda sobre su postura frente a la actual coyuntura de precios, advirtiendo que no se apartaría un ápice de la de su antecesor. Ya lo había advertido Alí Al Nuaimi, Ministro de petróleo de Arabia Saudita, que “reducir la producción no beneficia a los productores de la OPEP, sea cual fuere el precio”. Y la razón que aduce es clara y contundente, un recorte de la producción por parte de los países que integran dicho cartel “podría resultar en una menor cuota de mercado y mayores cuotas para otros, en momentos en los que es difícil controlar los precios”.
Como ya quedó dicho, la sobreoferta de crudo es una realidad, como también lo es la baja del ritmo de crecimiento de la demanda por el oro negro.
Coincidencialmente, mientras la Agencia Internacional de Energía (AIE) recortó su proyección de la demanda para el 2015 de 9´600.000 barriles por día a 9´300.000, la OPEP revisó a la baja su proyección del incremento de la demanda para 2015 de 1.19 millones de barriles por día a sólo 1.12 millones. En gran medida esta revisión a la baja de las proyecciones de uno y otro obedece a la desaceleración del crecimiento de la economía global, que la acaba de confirmar el FMI.
Después de pronosticar un crecimiento en el 2015 de 3.8% para la economía global ahora lo limita a un 3.5% y el crecimiento de la economía china, que en la última década se había convertido en la remolcadora, después de crecer 10.4% en 2010, en el 2011 9.3%, en 2012 y 2013 el 7.7%, en el 2014 volvió a bajar a 7.4% y la proyección última del FMI es de 6.8% para 2015. El caso más dramático es el de Latinoamérica, que después de crecer en los últimos años por encima del promedio de la economía mundial, ahora al revisar sus proyecciones vaticina un anémico crecimiento de la economía regional de sólo el 1.3%, casi un punto porcentual menos de su anterior proyección. Con razón el FMI describió el crecimiento global como “muy bajo, muy frágil y muy desequilibrado”.
En el caso particular de Colombia su revisión lo llevó a cambiar su proyección para 2015 de 4.8% el 14 de octubre del año pasado a 3.8, que todavía presagia un buen desempeño pese al lastre de los bajos precios del petróleo, el carbón, el oro y el ferroníquel, que representan más del 70% de las exportaciones de Colombia.
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