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Columnista - 20 mayo, 2016

¿Porque, así pa’que?

Charlando con los jóvenes amigos Joaquín Stevenson y Tulio Torres, presidente y vicepresidente de la Asociación de Pensionados del Cesar, me solicitaron que les ayudara a conseguir una cita con el señor gobernador Francisco Ovalle Angarita, pues tenían más de tres meses de haberle solicitado audiencia con resultados negativos; le contesté que sí por allá […]

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Charlando con los jóvenes amigos Joaquín Stevenson y Tulio Torres, presidente y vicepresidente de la Asociación de Pensionados del Cesar, me solicitaron que les ayudara a conseguir una cita con el señor gobernador Francisco Ovalle Angarita, pues tenían más de tres meses de haberle solicitado audiencia con resultados negativos; le contesté que sí por allá no llovía conmigo el verano era más intenso, pues tenía un poquito más de tiempo que ellos de estar tratando de hablar con él en su despacho, no en velorios o clubes sociales para tratar algunas cositas y recordarle los compromisos que adquirió conmigo cuando en forma espontánea fui a su oficina a decirle que con mi familia y algunos amigos leales que tengo lo íbamos a ayudar con el voto y con todo lo que pudiéramos y desde aquí, desde esta columna, con la anuencia de las directivas de EL PILÓN en varias ocasiones lo hice, promocioné su nombre y recibí sus llamadas o chats para agradecérmelo, triunfó, se posesionó y fuera.

Pienso que tantos problemas heredados no lo dejan acordarse, no que sea desagradecido, porque no tiene a quien salir, a no ser que haya resuelto imitar a nuestro presidente Juanma.

Les pregunté a Stevenson o Torres cuál era el problema que tenían y me dijeron que eran varios, pero que especialmente observaban con preocupación que la puntualidad que por lustros han tenido con el pago de las mesadas y primas, estaba deteriorado y que para Semana Santa nos habían dejado limpios, sin tener siquiera para comprar un potecito de atún, un dulce de caballito o un chance para ganárselo y así llevarle a Santo Ecce Homo su limosnita, lo mismo pasó en el Festival Vallenato que no pudimos tomarnos una fría o echar una bailadita, sino que resignadamente, gastamos lo poco que tenemos de vista viendo televisión y jugando dominó con chequitas en nuestra pobre y humilde sede.

Señor Gobernador intervenga y retome las riendas, ajústelas para que el caballo de paso fino camine a tono y elegante y se nos resuelva pagar puntual y no vaya a permitir que vayan a dilatar el pago de la prima que tradicionalmente lo hacen en la primera década de junio a todos los pensionados del país.

Pero señor Gobernador, Franco Ovalle, así con cariño queremos hablar con usted para ver si conseguimos, si es posible, lo que con otros gobernantes no hemos podido obtener a pesar de que en muchas oportunidades nos oyeron.

En cuanto a mí Gobernador, sigo esperando la llamada de la oficina respectiva para que hablemos en su despacho como debe ser y no en velorios ni fiestas o en clubes sociales. Usted dirá cuándo, pero que no sea cuando yo me haya muerto, ¿porque así, pa’que?

*********************

Registro con pesar y profundo dolor la muerte de dos seres queridos, mi prima Elizabeth Aponte Celedón, embajadora y relacionista de la familia y quien en lo sucesivo nos hará mucha falta, y mi compadre y hermano Armando León Quintero, amigo entrañable con quien en compañía de los Álvaro y Juanca Olivella, ‘El Negro’ Morón, ‘Lucho Puñaleto’ y Farid Chedraui, hicimos travesuras que en un futuro contaré. Paz en la tumba de ambos.

Columnista
20 mayo, 2016

¿Porque, así pa’que?

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
José M. Aponte Martínez

Charlando con los jóvenes amigos Joaquín Stevenson y Tulio Torres, presidente y vicepresidente de la Asociación de Pensionados del Cesar, me solicitaron que les ayudara a conseguir una cita con el señor gobernador Francisco Ovalle Angarita, pues tenían más de tres meses de haberle solicitado audiencia con resultados negativos; le contesté que sí por allá […]


Charlando con los jóvenes amigos Joaquín Stevenson y Tulio Torres, presidente y vicepresidente de la Asociación de Pensionados del Cesar, me solicitaron que les ayudara a conseguir una cita con el señor gobernador Francisco Ovalle Angarita, pues tenían más de tres meses de haberle solicitado audiencia con resultados negativos; le contesté que sí por allá no llovía conmigo el verano era más intenso, pues tenía un poquito más de tiempo que ellos de estar tratando de hablar con él en su despacho, no en velorios o clubes sociales para tratar algunas cositas y recordarle los compromisos que adquirió conmigo cuando en forma espontánea fui a su oficina a decirle que con mi familia y algunos amigos leales que tengo lo íbamos a ayudar con el voto y con todo lo que pudiéramos y desde aquí, desde esta columna, con la anuencia de las directivas de EL PILÓN en varias ocasiones lo hice, promocioné su nombre y recibí sus llamadas o chats para agradecérmelo, triunfó, se posesionó y fuera.

Pienso que tantos problemas heredados no lo dejan acordarse, no que sea desagradecido, porque no tiene a quien salir, a no ser que haya resuelto imitar a nuestro presidente Juanma.

Les pregunté a Stevenson o Torres cuál era el problema que tenían y me dijeron que eran varios, pero que especialmente observaban con preocupación que la puntualidad que por lustros han tenido con el pago de las mesadas y primas, estaba deteriorado y que para Semana Santa nos habían dejado limpios, sin tener siquiera para comprar un potecito de atún, un dulce de caballito o un chance para ganárselo y así llevarle a Santo Ecce Homo su limosnita, lo mismo pasó en el Festival Vallenato que no pudimos tomarnos una fría o echar una bailadita, sino que resignadamente, gastamos lo poco que tenemos de vista viendo televisión y jugando dominó con chequitas en nuestra pobre y humilde sede.

Señor Gobernador intervenga y retome las riendas, ajústelas para que el caballo de paso fino camine a tono y elegante y se nos resuelva pagar puntual y no vaya a permitir que vayan a dilatar el pago de la prima que tradicionalmente lo hacen en la primera década de junio a todos los pensionados del país.

Pero señor Gobernador, Franco Ovalle, así con cariño queremos hablar con usted para ver si conseguimos, si es posible, lo que con otros gobernantes no hemos podido obtener a pesar de que en muchas oportunidades nos oyeron.

En cuanto a mí Gobernador, sigo esperando la llamada de la oficina respectiva para que hablemos en su despacho como debe ser y no en velorios ni fiestas o en clubes sociales. Usted dirá cuándo, pero que no sea cuando yo me haya muerto, ¿porque así, pa’que?

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Registro con pesar y profundo dolor la muerte de dos seres queridos, mi prima Elizabeth Aponte Celedón, embajadora y relacionista de la familia y quien en lo sucesivo nos hará mucha falta, y mi compadre y hermano Armando León Quintero, amigo entrañable con quien en compañía de los Álvaro y Juanca Olivella, ‘El Negro’ Morón, ‘Lucho Puñaleto’ y Farid Chedraui, hicimos travesuras que en un futuro contaré. Paz en la tumba de ambos.