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Judicial - 5 agosto, 2013

Por ‘quiebra’ económica se suicidó

La iliquidez económica y porque el ganado no tenía nada que comer en los potreros, serían las principales causas de la fatal determinación que tuvo Joaquín Guillermo Beltrán para acabar con su vida.

Funcionarios de la Fiscalía, trasladaron el cuerpo sin vida de Joaquín Guillermo Beltrán Orozco hasta la morgue de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Valledupar y luego sus restos mortales trasladados a Bosconia, donde hoy lunes será sepultado. Foto Abdel Martinez Pérez/EL PILÓN
Funcionarios de la Fiscalía, trasladaron el cuerpo sin vida de Joaquín Guillermo Beltrán Orozco hasta la morgue de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Valledupar y luego sus restos mortales trasladados a Bosconia, donde hoy lunes será sepultado. Foto Abdel Martinez Pérez/EL PILÓN
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Los compromisos económicos, la iliquidez de su patrimonio y la falta de alimento para los pocos animales vacunos que poseía en su finca, porque el  verano atropelló el pasto y el ganado solo comía hierva y palo seco, habría conllevado al pequeño ganadero a suicidarse, para ello ingirió el contenido de un frasco de insecticida.

Los efectos nocivos, mantuvieron durante varios días a Joaquín Guillermo Beltrán Orozco en estado de coma en una clínica de la ciudad, hasta en la mañana de ayer, que sus fuerzas no le dieron más y falleció.

Beltrán Orozco tenía 53 años, era propietario de un pequeño hato ganadero en la región de ‘La Boca del Tigre', ubicada a pocos kilómetros de Bosconia, Cesar. De acuerdo con los familiares de este hombre, en los últimos días, él andaba angustiado, fueron momentos difíciles debido a una depresión por la precaria situación económica que venía afrontando, fue así que se metió en una de las habitaciones de su vivienda y se tomó el veneno.

Una vez se bebió el insecticida, a Beltrán Orozco le afectaron unos dolores estomacales  por lo que fue trasladado a urgencias del hospital San Juan Bosco del municipio de Bosconia, allí fue sometido a lavados gástricos, y ante la gravedad que su caso, fue remitido al hospital Rosario Pumarejo de López de Valledupar y luego a una de las clínicas de esta capital, en donde los médicos trataron de reanimarlo, pero el insecticida les ganó la batalla hasta llevarlo a la muerte, según indicó Marta Crespo Bolaño, su esposa, quien no salía de su asombro por la fatal decisión que tomó su esposo, tras señalar que él, comenzó a decaer desde hacía dos meses, esto debido a la asfixia económica, al no poder cumplir con los compromisos que había  adquirido, como tampoco para sufragar los gastos de su familia.

Por Abdel Martínez Pérez

Judicial
5 agosto, 2013

Por ‘quiebra’ económica se suicidó

La iliquidez económica y porque el ganado no tenía nada que comer en los potreros, serían las principales causas de la fatal determinación que tuvo Joaquín Guillermo Beltrán para acabar con su vida.


Funcionarios de la Fiscalía, trasladaron el cuerpo sin vida de Joaquín Guillermo Beltrán Orozco hasta la morgue de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Valledupar y luego sus restos mortales trasladados a Bosconia, donde hoy lunes será sepultado. Foto Abdel Martinez Pérez/EL PILÓN
Funcionarios de la Fiscalía, trasladaron el cuerpo sin vida de Joaquín Guillermo Beltrán Orozco hasta la morgue de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Valledupar y luego sus restos mortales trasladados a Bosconia, donde hoy lunes será sepultado. Foto Abdel Martinez Pérez/EL PILÓN
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Los compromisos económicos, la iliquidez de su patrimonio y la falta de alimento para los pocos animales vacunos que poseía en su finca, porque el  verano atropelló el pasto y el ganado solo comía hierva y palo seco, habría conllevado al pequeño ganadero a suicidarse, para ello ingirió el contenido de un frasco de insecticida.

Los efectos nocivos, mantuvieron durante varios días a Joaquín Guillermo Beltrán Orozco en estado de coma en una clínica de la ciudad, hasta en la mañana de ayer, que sus fuerzas no le dieron más y falleció.

Beltrán Orozco tenía 53 años, era propietario de un pequeño hato ganadero en la región de ‘La Boca del Tigre', ubicada a pocos kilómetros de Bosconia, Cesar. De acuerdo con los familiares de este hombre, en los últimos días, él andaba angustiado, fueron momentos difíciles debido a una depresión por la precaria situación económica que venía afrontando, fue así que se metió en una de las habitaciones de su vivienda y se tomó el veneno.

Una vez se bebió el insecticida, a Beltrán Orozco le afectaron unos dolores estomacales  por lo que fue trasladado a urgencias del hospital San Juan Bosco del municipio de Bosconia, allí fue sometido a lavados gástricos, y ante la gravedad que su caso, fue remitido al hospital Rosario Pumarejo de López de Valledupar y luego a una de las clínicas de esta capital, en donde los médicos trataron de reanimarlo, pero el insecticida les ganó la batalla hasta llevarlo a la muerte, según indicó Marta Crespo Bolaño, su esposa, quien no salía de su asombro por la fatal decisión que tomó su esposo, tras señalar que él, comenzó a decaer desde hacía dos meses, esto debido a la asfixia económica, al no poder cumplir con los compromisos que había  adquirido, como tampoco para sufragar los gastos de su familia.

Por Abdel Martínez Pérez