El Centro de Estudios Socioeconómicos y Regionales del Cesar, Cesore, publicó la investigación ‘Para que nadie se quede atrás en el Cesar’, un documento de 80 páginas que congrega gráficas, crónicas e informes.
El Centro de Estudios Socioeconómicos y Regionales del Cesar, Cesore, publicó la investigación ‘Para que nadie se quede atrás en el Cesar’, un documento de 80 páginas que congrega gráficas, crónicas e informes.
Pero, ¿qué significa que nadie se quede atrás y por qué la importancia del libro? Explica el prólogo que el proceso de desarrollo social y económico de las sociedades es desigual. Hay unos grupos más favorecidos y otros menos por el avance de la sociedad. Hay algunos territorios con ventajas naturales y otros con dificultades para su desarrollo. Hay gobiernos con políticas apropiadas y pertinentes, mientras otros responden a intereses particulares y no al beneficio general. Por esas diferencias, mientras unos avanzan en materia social, otros quedan rezagados. Se quedan atrás.
Por eso, el director de Cesore, Fernando Herrera, junto a un grupo de profesionales, se dieron a la tarea de investigar quiénes se están quedando atrás. No hubo sorpresas: campesinos, pescadores, indígenas, migrantes, comunidad LGBTI, jóvenes y mujeres, son las poblaciones, en su mayoría, con mayores barreras para avanzar en materia social.
¿Cuáles son esas barreras? La primera es geográfica, aquellos territorios en donde es restringido o inexistente el acceso a bienes públicos, como educación y salud de calidad, información o movilidad. Segunda, los efectos y las consecuencias de ciertos eventos catastróficos, naturales o antrópicos. Tercera barrera: la discriminación, la cual es construida dentro de sociedades excluyentes. Y por último, la calidad de la gobernanza pública, la cual influye para que ciertos territorios se queden atrás. La mala calidad de la inversión pública le quita el espacio a inversiones necesarias para evitar que poblaciones enteras se queden atrás. Y la siempre presente corrupción que cual severo cáncer parece no hallar vacuna alguna.
Allí están descritas las comunidades y las razones por las que se están quedando atrás, una oportunidad para que autoridades nacionales, departamentales y municipales lleven el Estado en forma de inversión pública, generación de bienes públicos, superación de inequidades.
Queremos llamar la atención que el trabajo referido se hizo antes de conocerse la pandemia del coronavirus que no solo desnudó las carencias de la sociedad y dentro de esta la de segmentos de la población. Hace parte de los fenómenos de la segunda barrera, de avance social, ahora convertida en una verdadera hecatombe por sus duros efectos.
Para explicar los alcances de ese trabajo, en los próximos días en un conversatorio Fernando Herrera y algunos comentaristas ampliarán los resultados de la investigación.
El Centro de Estudios Socioeconómicos y Regionales del Cesar, Cesore, publicó la investigación ‘Para que nadie se quede atrás en el Cesar’, un documento de 80 páginas que congrega gráficas, crónicas e informes.
El Centro de Estudios Socioeconómicos y Regionales del Cesar, Cesore, publicó la investigación ‘Para que nadie se quede atrás en el Cesar’, un documento de 80 páginas que congrega gráficas, crónicas e informes.
Pero, ¿qué significa que nadie se quede atrás y por qué la importancia del libro? Explica el prólogo que el proceso de desarrollo social y económico de las sociedades es desigual. Hay unos grupos más favorecidos y otros menos por el avance de la sociedad. Hay algunos territorios con ventajas naturales y otros con dificultades para su desarrollo. Hay gobiernos con políticas apropiadas y pertinentes, mientras otros responden a intereses particulares y no al beneficio general. Por esas diferencias, mientras unos avanzan en materia social, otros quedan rezagados. Se quedan atrás.
Por eso, el director de Cesore, Fernando Herrera, junto a un grupo de profesionales, se dieron a la tarea de investigar quiénes se están quedando atrás. No hubo sorpresas: campesinos, pescadores, indígenas, migrantes, comunidad LGBTI, jóvenes y mujeres, son las poblaciones, en su mayoría, con mayores barreras para avanzar en materia social.
¿Cuáles son esas barreras? La primera es geográfica, aquellos territorios en donde es restringido o inexistente el acceso a bienes públicos, como educación y salud de calidad, información o movilidad. Segunda, los efectos y las consecuencias de ciertos eventos catastróficos, naturales o antrópicos. Tercera barrera: la discriminación, la cual es construida dentro de sociedades excluyentes. Y por último, la calidad de la gobernanza pública, la cual influye para que ciertos territorios se queden atrás. La mala calidad de la inversión pública le quita el espacio a inversiones necesarias para evitar que poblaciones enteras se queden atrás. Y la siempre presente corrupción que cual severo cáncer parece no hallar vacuna alguna.
Allí están descritas las comunidades y las razones por las que se están quedando atrás, una oportunidad para que autoridades nacionales, departamentales y municipales lleven el Estado en forma de inversión pública, generación de bienes públicos, superación de inequidades.
Queremos llamar la atención que el trabajo referido se hizo antes de conocerse la pandemia del coronavirus que no solo desnudó las carencias de la sociedad y dentro de esta la de segmentos de la población. Hace parte de los fenómenos de la segunda barrera, de avance social, ahora convertida en una verdadera hecatombe por sus duros efectos.
Para explicar los alcances de ese trabajo, en los próximos días en un conversatorio Fernando Herrera y algunos comentaristas ampliarán los resultados de la investigación.