EL PILÓN conoció que las pruebas de absorción atómica practicadas a la víctima y al victimario, indicaban que la mujer no disparó el arma de fuego, en tanto que al hombre sí le salió positiva.
A la pena privativa de la libertad durante 37 años fue condenado Daniel Enrique Ramírez Viscaíno, por el crimen contra su excompañera sentimental, la enfermera Kelly Jhoana Lidueña Beltrán. La sentencia fue proferida ayer jueves por el Juzgado Segundo Penal del Circuito, tras avalar los elementos materiales probatorios que esgrimió la Fiscalía 17 seccional por los delitos de homicidio agravado y porte ilegal de armas.
El suceso tuvo lugar el 19 de septiembre de 2013 en el barrio El Pupo de Valledupar, en donde la enfermera apareció con una herida de bala. Ramírez Vizcaíno en audiencia de juicio había precisado que su exmujer se había suicidado, pero un perito de la Sijin declaró que todos los elementos materiales probatorios apuntaban a que la fémina no tuvo intención de suicidarse y que se habría tratado de un homicidio.
EL PILÓN conoció que las pruebas de absorción atómica practicadas a la víctima y al victimario, indicaban que la mujer no disparó el arma de fuego, en tanto que al hombre sí le salió positiva.
EL PILÓN conoció que las pruebas de absorción atómica practicadas a la víctima y al victimario, indicaban que la mujer no disparó el arma de fuego, en tanto que al hombre sí le salió positiva.
A la pena privativa de la libertad durante 37 años fue condenado Daniel Enrique Ramírez Viscaíno, por el crimen contra su excompañera sentimental, la enfermera Kelly Jhoana Lidueña Beltrán. La sentencia fue proferida ayer jueves por el Juzgado Segundo Penal del Circuito, tras avalar los elementos materiales probatorios que esgrimió la Fiscalía 17 seccional por los delitos de homicidio agravado y porte ilegal de armas.
El suceso tuvo lugar el 19 de septiembre de 2013 en el barrio El Pupo de Valledupar, en donde la enfermera apareció con una herida de bala. Ramírez Vizcaíno en audiencia de juicio había precisado que su exmujer se había suicidado, pero un perito de la Sijin declaró que todos los elementos materiales probatorios apuntaban a que la fémina no tuvo intención de suicidarse y que se habría tratado de un homicidio.
EL PILÓN conoció que las pruebas de absorción atómica practicadas a la víctima y al victimario, indicaban que la mujer no disparó el arma de fuego, en tanto que al hombre sí le salió positiva.