DOS PUNTOS Por: Germán Piedrahíta R. Que el nuevo año sea el principio de una felicidad eterna. Hoy ya es jueves, tiempo más que suficiente para tener los primeros datos sobre el reconteo de votos para el concejo de Valledupar. Y lo que ha pasado no debería haber pasado si los colombianos tuviéramos un poco […]
DOS PUNTOS
Por: Germán Piedrahíta R.
Que el nuevo año sea el principio de una felicidad eterna.
Hoy ya es jueves, tiempo más que suficiente para tener los primeros datos sobre el reconteo de votos para el concejo de Valledupar. Y lo que ha pasado no debería haber pasado si los colombianos tuviéramos un poco de decoro.
Nadie puede entender porque las personas encargadas de avalar la transparencia en la votación de los candidatos al concejo de Valledupar, no pudieron hacerlo y el que aún hoy no se tenga ni un concejal nombrado deja un ingrato sabor salobre en la boca y no sólo de sal, de podredumbre, de engaño, falsedad, mentira, trampa porque nadie entiende las mil disculpas de unos ciudadanos para no hacer lo correcto, lo mas fácil y lógico; lo que no permitiría la duda.
Y es que lo sano, lo transparente, lo ético, lo moral, lo correcto habría sido que ante la primera voz de irregularidad con soporte en una realidad que cientos estaban apreciando, los encargados, por constitución, debieron ordenar el reconteo y de esa manera evitar las cientos de sospechas y el que aún hoy, no se tenga concejo.
Da tristeza escuchar las disculpas tratando de impedir un ejercicio sencillo como el de revisar y contar con muchísimo cuidado, los votos o papeletas marcadas por uno u otro candidato al concejo de Valledupar. No estamos hablando de diputados ni del concejo de otra ciudad, no, sino de la nuestra, en donde todos queremos tener un concejo sin manchas.
Pero si es triste escuchar esas voces en busca de disculpas no es menos doloroso que algunos de los que fueron nombrados como elegidos, antes de la decisión sabia de un juez correcto, no aceptaran la transparencia y hablaron de demandar e impedir el nuevo conteo, dejando la sensación de “tenerle miedo a algo” y ese algo no puede ser otro que la confirmación de las trampas descritas, de la falsedad de papeletas, desaparición de votos, inmoral conteo y falsa inscripción del número de votos a favor de alguien.
Ahora bien, si todo ha sido una falsa alarma y para los hoy elegidos, pero sin respaldo moral, se repiten los resultados en su favor, habremos ganados todos y más ellos, porque la confianza será doble y ese voto también tendrá un valor centuplicado y ya no habrá sabor de sal, sino de miel; nada podrido sino fragancia de rosas; nada de trampas sino juego limpio; nada de mentiras sino las mas claras verdades.
Qué mas quisiéramos todos, que para los ya elegidos se repitan uno a uno los votos a su favor para que no haya culpables de nada, sólo de sospecha; pero de no ser así, de comprobarse falsedad, robo, dolo, marrulla, trampa, “cartel”, la justicia deberá ir hasta las “últimas consecuencias” y castigar, como diga la ley a los que resulten culpables.
Que no nos vayan a salir, si hay delito, con el cuento de mal procedimiento, demanda fuera de tiempo, términos mal usados, etc, etc, porque lo que está en juego es el valor moral de la democracia, de un Estado de Derecho, del derecho de todos los votantes a que los elegidos lo sean de la manera más limpia porque en ellos es que debemos confiar en los próximos cuatro años.
Que los jurados responsables sean castigados y que se llegue hasta los demonios tras bambalinas que manejaron estas marionetas del mal para su usufructo. Muchos serán los culpables, si hay trampa y muchas serán las lágrimas si deben ser llevados a la Cárcel Judicial, pero pueden ser muchos los aplausos y las felicitaciones si los jurados hicieron las cosas bien y actuaron correctamente, como debe hacerlo un ser humano.
Vallenatos, no debemos aceptar mas disculpas y debemos exigir que si no hay respuesta hoy, que sea mañana viernes, pero no debemos aceptar ninguna clase de Concejo si no hay total claridad en la votación. Que no se posesionen los concejales, que no se posesione el alcalde pero que brille la verdad antes que caer todos en el más inmundo lodazal de la complacencia y ser partícipes de la inmoralidad.
¿Vamos a recibir el año nuevo en la m….?