Publicidad
Categorías
Categorías
Editorial - 13 julio, 2023

Por ellos y por la ciudad, carromuleros deben transformarse

Desde hace más de dos décadas se escucha hablar en Valledupar de la conversión laboral que debe darse con las centenares de personas que se dedican al oficio de carromuleros.

Boton Wpp

Desde hace más de dos décadas se escucha hablar en Valledupar de la conversión laboral que debe darse con las centenares de personas que se dedican al oficio de carromuleros.

Precisamente esta semana se desarrolló una sesión en el Concejo Municipal de Valledupar con la finalidad de analizar el tema y conocer en qué han quedado las iniciativas tendientes a lograr la conversión laboral de los más de 170 carromuleros que, según el último censo, existen en esta ciudad y están a la espera de mejorar sus condiciones de trabajo.

“Por más de 20 años le hemos solicitado a la Alcaldía de Valledupar que cumpla con las necesidades y la conversión laboral en esta población y la restitución de los vehículos de tracción animal por mecánicos, pero no ha sido posible. En el Gobierno de Tuto Uhía entregaron unos cuantos, pero no fuimos todos los beneficiados”, dijo al respecto Óscar Maestre, miembro de ese gremio. A propósito, ¿dónde están o qué se han hecho los carromotos que entregó ‘Tuto’ Uhía? En las calles de Valledupar no se ve ni uno solo transitando.

Es un tema que, al parecer, ha superado a todos los alcaldes en el sentido que todavía ninguno de ellos ha podido resolver de manera definitiva el problema. Se conoce de varios intentos por desarrollar proyectos ambiciosos y que aborden la situación de manera integral, pero solo han sido eso: buenas intenciones.

Es importante que el Concejo Municipal, por iniciativa del concejal Manolo Fernández, le haya prestado atención al asunto, toda vez que no se trata simplemente de la actividad laboral de decenas de familias, sino que estamos frente a un factor que incide en la imagen de la ciudad.

Pero inquieta que en la sesión del Concejo fue poco lo que se pudo conocer sobre avances, allí la información nueva es lo relacionado con la actualización del censo de carromuleros y también la decisión de la Secretaría de Desarrollo Económico de trabajar en la formulación de un programa que beneficie de manera inicial a unos 50 de ellos.

Es decir, la jornada del Concejo Municipal hizo evidente que el ciclo nuevamente se vuelve a repetir y una vez más sucede lo que ha venido aconteciendo con todas las anteriores administraciones municipales que solo al cierre de sus mandatos es cuando se acuerdan e intentan buscarle una solución.

No nos podemos llamar a engaños, el tema de los carromuleros sigue en cero y ya en esta administración no fue posible resolverlo porque los tiempos de la actual vigencia administrativa no alcanzan, pues sólo quedan alrededor de unos 5 meses de gobierno.

Así las cosas, todo indica que esta es otra tarea más para el próximo alcalde que será elegido este 29 de octubre, quien deberá entender que, si realmente no quiere repetir la historia de sus antecesores, las decisiones tendrá que tomarlas desde el primer año de su gobierno, solo de esa manera podrá contar con el tiempo necesario para diseñar y ejecutar un proyecto integral que incluya todas las variables del problema: laboral, medio ambiente, protección animal, limpieza y estética de Valledupar, entre otros aspectos propios de una capital y que inciden en el diseño y perfil que queremos de nuestra ciudad.

Editorial
13 julio, 2023

Por ellos y por la ciudad, carromuleros deben transformarse

Desde hace más de dos décadas se escucha hablar en Valledupar de la conversión laboral que debe darse con las centenares de personas que se dedican al oficio de carromuleros.


Boton Wpp

Desde hace más de dos décadas se escucha hablar en Valledupar de la conversión laboral que debe darse con las centenares de personas que se dedican al oficio de carromuleros.

Precisamente esta semana se desarrolló una sesión en el Concejo Municipal de Valledupar con la finalidad de analizar el tema y conocer en qué han quedado las iniciativas tendientes a lograr la conversión laboral de los más de 170 carromuleros que, según el último censo, existen en esta ciudad y están a la espera de mejorar sus condiciones de trabajo.

“Por más de 20 años le hemos solicitado a la Alcaldía de Valledupar que cumpla con las necesidades y la conversión laboral en esta población y la restitución de los vehículos de tracción animal por mecánicos, pero no ha sido posible. En el Gobierno de Tuto Uhía entregaron unos cuantos, pero no fuimos todos los beneficiados”, dijo al respecto Óscar Maestre, miembro de ese gremio. A propósito, ¿dónde están o qué se han hecho los carromotos que entregó ‘Tuto’ Uhía? En las calles de Valledupar no se ve ni uno solo transitando.

Es un tema que, al parecer, ha superado a todos los alcaldes en el sentido que todavía ninguno de ellos ha podido resolver de manera definitiva el problema. Se conoce de varios intentos por desarrollar proyectos ambiciosos y que aborden la situación de manera integral, pero solo han sido eso: buenas intenciones.

Es importante que el Concejo Municipal, por iniciativa del concejal Manolo Fernández, le haya prestado atención al asunto, toda vez que no se trata simplemente de la actividad laboral de decenas de familias, sino que estamos frente a un factor que incide en la imagen de la ciudad.

Pero inquieta que en la sesión del Concejo fue poco lo que se pudo conocer sobre avances, allí la información nueva es lo relacionado con la actualización del censo de carromuleros y también la decisión de la Secretaría de Desarrollo Económico de trabajar en la formulación de un programa que beneficie de manera inicial a unos 50 de ellos.

Es decir, la jornada del Concejo Municipal hizo evidente que el ciclo nuevamente se vuelve a repetir y una vez más sucede lo que ha venido aconteciendo con todas las anteriores administraciones municipales que solo al cierre de sus mandatos es cuando se acuerdan e intentan buscarle una solución.

No nos podemos llamar a engaños, el tema de los carromuleros sigue en cero y ya en esta administración no fue posible resolverlo porque los tiempos de la actual vigencia administrativa no alcanzan, pues sólo quedan alrededor de unos 5 meses de gobierno.

Así las cosas, todo indica que esta es otra tarea más para el próximo alcalde que será elegido este 29 de octubre, quien deberá entender que, si realmente no quiere repetir la historia de sus antecesores, las decisiones tendrá que tomarlas desde el primer año de su gobierno, solo de esa manera podrá contar con el tiempo necesario para diseñar y ejecutar un proyecto integral que incluya todas las variables del problema: laboral, medio ambiente, protección animal, limpieza y estética de Valledupar, entre otros aspectos propios de una capital y que inciden en el diseño y perfil que queremos de nuestra ciudad.