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Columnista - 5 diciembre, 2019

Por administración pública decente

Sigue la protesta social, mientras tanto, de parte del gobierno no se ve actitud a favor de que se apacigüe el ánimo de los promotores del reclamo popular, cuyos dirigentes ahora pretenden el desmonte del ESMAD. Petición de veras desorbitada porque es una unidad especial de la fuerza pública, cuya función primordial es someter a […]

Sigue la protesta social, mientras tanto, de parte del gobierno no se ve actitud a favor de que se apacigüe el ánimo de los promotores del reclamo popular, cuyos dirigentes ahora pretenden el desmonte del ESMAD. Petición de veras desorbitada porque es una unidad especial de la fuerza pública, cuya función primordial es someter a quienes generan desmanes en las protestas callejeras.

Si bien es cierto que detrás de tales protestas hay intereses políticos soterrados, no se debe desconocer que existen muchos motivos para protestar y exigir cambios en el régimen gubernamental, debido a que la gente ajena a los modelos políticos y económicos (que es mayoría) se ha cansado de tantas promesas incumplidas (también léase injusticias o impunidades), ya que esta población mayoritaria lo que requiere es administración pública decente.

Insólitas las declaraciones de algunos de los voceros y apoyadores del gobierno que han suscitado ardientes polémicas, como las de, Nancy Patricia Gutiérrez, ministra del Interior y las incendiarias del expresidente Andrés Pastrana Arango. Para colmo el presidente Duque sale con la puerilidad populista, que con su reforma tributaria o Ley de Financiamiento se les devolverá el IVA a los colombianos más pobres, además, en tres días de cada año en el país no se cobraría el IVA, esto último fue una de sus promesas en la campaña presidencial.

La verdad es que el presidente Iván Duque no da pie con bola, primero fue el tema del derrocamiento del presidente Maduro en Venezuela, lo que provocó una estampida de venezolanos hacia Colombia, tal cuento se le agotó con el falso dossier que presentó en la Asamblea de las Naciones Unidas, con el cual quiso demostrar el contubernio del presidente Maduro con la guerrilla del ELN y disidentes de las Farc. En fin, sus constantes metidas de pata lo han llevado a tener bajísima aceptación popular.

A la mayoría de los colombianos no les interesan las ideologías de izquierda y derecha, lo que desean es que al país lo gobiernen con decencia; es decir, con responsabilidad. Los venezolanos se cansaron de los gobiernos inmorales de Caldera, Herrera Campins, Lusinchi y Carlos Andrés Pérez. Inconformidad aprovechada por el coronel socialista, Hugo Chávez, quien en su país implantó el socialismo del siglo 21, aún sostenido por el dictador Nicolás Maduro y su camarilla, tanto interna como externa. Esta última en procura de explotar las riquezas naturales del vecino país y la primera (como Diosdado y altos militares) apropiarse parte de las fortunas provenientes de la despiadada y barata explotación de petróleo, coltán, oro y otros minerales abundantes en el susodicho país.

Al Procurador General de la Nación, Fernando Carrillo Flórez, se le nota que está haciendo campaña presidencial. Postura poco confiable por el abuso de su investidura para hacer proselitismo político; en consecuencia, podría resultar similar o peor que el exfiscal Néstor Humberto Martínez.

Está adquiriendo fuerza la Asamblea Constituyente. Si llegase a convocarse por la ingobernabilidad del presidente Duque, a quien varios dirigentes del partido Centro Democrático ya lo rechazan o que nunca lo aceptaron, se debería aprovechar para disminuir tantos privilegios que actualmente gozan los altos funcionarios. Además, nada de reelecciones, ni siquiera de diputados, concejales y ediles.

Columnista
5 diciembre, 2019

Por administración pública decente

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
José Romero Churio

Sigue la protesta social, mientras tanto, de parte del gobierno no se ve actitud a favor de que se apacigüe el ánimo de los promotores del reclamo popular, cuyos dirigentes ahora pretenden el desmonte del ESMAD. Petición de veras desorbitada porque es una unidad especial de la fuerza pública, cuya función primordial es someter a […]


Sigue la protesta social, mientras tanto, de parte del gobierno no se ve actitud a favor de que se apacigüe el ánimo de los promotores del reclamo popular, cuyos dirigentes ahora pretenden el desmonte del ESMAD. Petición de veras desorbitada porque es una unidad especial de la fuerza pública, cuya función primordial es someter a quienes generan desmanes en las protestas callejeras.

Si bien es cierto que detrás de tales protestas hay intereses políticos soterrados, no se debe desconocer que existen muchos motivos para protestar y exigir cambios en el régimen gubernamental, debido a que la gente ajena a los modelos políticos y económicos (que es mayoría) se ha cansado de tantas promesas incumplidas (también léase injusticias o impunidades), ya que esta población mayoritaria lo que requiere es administración pública decente.

Insólitas las declaraciones de algunos de los voceros y apoyadores del gobierno que han suscitado ardientes polémicas, como las de, Nancy Patricia Gutiérrez, ministra del Interior y las incendiarias del expresidente Andrés Pastrana Arango. Para colmo el presidente Duque sale con la puerilidad populista, que con su reforma tributaria o Ley de Financiamiento se les devolverá el IVA a los colombianos más pobres, además, en tres días de cada año en el país no se cobraría el IVA, esto último fue una de sus promesas en la campaña presidencial.

La verdad es que el presidente Iván Duque no da pie con bola, primero fue el tema del derrocamiento del presidente Maduro en Venezuela, lo que provocó una estampida de venezolanos hacia Colombia, tal cuento se le agotó con el falso dossier que presentó en la Asamblea de las Naciones Unidas, con el cual quiso demostrar el contubernio del presidente Maduro con la guerrilla del ELN y disidentes de las Farc. En fin, sus constantes metidas de pata lo han llevado a tener bajísima aceptación popular.

A la mayoría de los colombianos no les interesan las ideologías de izquierda y derecha, lo que desean es que al país lo gobiernen con decencia; es decir, con responsabilidad. Los venezolanos se cansaron de los gobiernos inmorales de Caldera, Herrera Campins, Lusinchi y Carlos Andrés Pérez. Inconformidad aprovechada por el coronel socialista, Hugo Chávez, quien en su país implantó el socialismo del siglo 21, aún sostenido por el dictador Nicolás Maduro y su camarilla, tanto interna como externa. Esta última en procura de explotar las riquezas naturales del vecino país y la primera (como Diosdado y altos militares) apropiarse parte de las fortunas provenientes de la despiadada y barata explotación de petróleo, coltán, oro y otros minerales abundantes en el susodicho país.

Al Procurador General de la Nación, Fernando Carrillo Flórez, se le nota que está haciendo campaña presidencial. Postura poco confiable por el abuso de su investidura para hacer proselitismo político; en consecuencia, podría resultar similar o peor que el exfiscal Néstor Humberto Martínez.

Está adquiriendo fuerza la Asamblea Constituyente. Si llegase a convocarse por la ingobernabilidad del presidente Duque, a quien varios dirigentes del partido Centro Democrático ya lo rechazan o que nunca lo aceptaron, se debería aprovechar para disminuir tantos privilegios que actualmente gozan los altos funcionarios. Además, nada de reelecciones, ni siquiera de diputados, concejales y ediles.