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Columnista - 26 agosto, 2022

‘Poncho’ Campo Soto

Se nos fue ‘Poncho’ Campo, se fue temprano, se marchó un político que supo mantener muy alta su imagen y reputación y practicando siempre el lema de servirle a su gente

“El que toda la gente me quiera, es un placer que me da la vida, que muchos desearían”. Antes cuando las campañas políticas se adelantaban, sus protagonistas escogían versos de algunas canciones para que los identificaran y algunos como Alfonso López Michelsen, gozaron del privilegio que un compositor famoso le compusiera “López es el Pollo” del gran Rafael Escalona; ‘Pepe’ Castro, tuvo varias, pero hizo suyo el estribillo “y no es que Pepe no apriete, sino que sabe apretar” y Alfredo Cuello, estrechaba su mano con “dame tu mano mi amigo que quiero saludarte” y ese emblema de dos manos entrelazadas con un fuerte y fraternal apretón lo identificaba en todas partes.

‘Poncho’ Campo escogió esa bella composición del romántico Gustavo Gutiérrez, llamada “Paisaje de Sol” y sus seguidores la entonaban y la hacían oír antes de sus intervenciones en la plaza pública, en donde era un torrente de buenas ideas y gran oratoria, un verdadero tribuno a quien querían, seguían y era su gran orgullo: el cariño de la gente. Eso lo hacía feliz y enriquecía su paso por la vida, la gente, su gente lo quería porque era bueno y servicial y a eso se dedicó mientras Dios se lo permitió, a tenderle su mano generosa a quien lo buscaba en procura de favores políticos o económicos.

Muy joven cuando aspiró por primera vez a la Asamblea, lo ayudé, para la Cámara también, no lo hice en sus dos aspiraciones a la Gobernación por circunstancias especiales de disciplina política, pero sí estuve con él cuando en llave con Don Manuel Germán Cuello fueron al Senado; fui yo, quien tuvo la osadía de proponerle que fuera su suplente, cuando estaban enfrentados y sin pensarlo me dijo: “yo con Don Manuel hago cualquier trato o alianza, dile que hablamos, que acepto ser su suplente”.

Pero ‘Poncho’ Campo no sabía de enemistades políticas, en él, el rencor y el odio no prosperaban y cuando nos encontrábamos el cordial “Don José como está” y el fuerte abrazo no fallaban; su carrera política fue brillante y por eso figura como una de las personas más importantes que ha tenido el Cesar y especialmente el Partido Conservador, al lado de Manuel Germán, Ney Daza, Jorge Dangond, Luis Rodríguez Valera y Alfredo Cuello Dávila, siendo él el Benjamín de esa pléyade de hombres ilustres.

Se nos fue ‘Poncho’ Campo, se fue temprano, se marchó un político que supo mantener muy alta su imagen y reputación y practicando siempre el lema de servirle a su gente, a su partido y la mayoría de las veces a la comunidad sin distingo de partidos. Paz en su tumba.

También registro con profundo pesar la desaparición de la señora Rosa Romero de Medina, “Ocha” como con mucho cariño la conocíamos; ella fue una mujer virtuosa y muy servicial que deja profundas huellas entre su familia y sus amigos, especialmente los que fuimos compañeros del gran ‘Cuco’ Medina, uno de sus hijos. Para Ibis, Mireya, Meme, Manuel, José Domingo, Crispín y Rosa Delfina (La Chapi), mis más sentidas notas de condolencias extendidas a mi comadre Raquel y a sus hijos: Anyela, ‘Callita’ y mi ahijado José Alfonso. Por motivos especiales ni Mercy ni yo pudimos acompañarlos en los actos funerarios. Descansa en paz ‘Ocha’.

Columnista
26 agosto, 2022

‘Poncho’ Campo Soto

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
José M. Aponte Martínez

Se nos fue ‘Poncho’ Campo, se fue temprano, se marchó un político que supo mantener muy alta su imagen y reputación y practicando siempre el lema de servirle a su gente


“El que toda la gente me quiera, es un placer que me da la vida, que muchos desearían”. Antes cuando las campañas políticas se adelantaban, sus protagonistas escogían versos de algunas canciones para que los identificaran y algunos como Alfonso López Michelsen, gozaron del privilegio que un compositor famoso le compusiera “López es el Pollo” del gran Rafael Escalona; ‘Pepe’ Castro, tuvo varias, pero hizo suyo el estribillo “y no es que Pepe no apriete, sino que sabe apretar” y Alfredo Cuello, estrechaba su mano con “dame tu mano mi amigo que quiero saludarte” y ese emblema de dos manos entrelazadas con un fuerte y fraternal apretón lo identificaba en todas partes.

‘Poncho’ Campo escogió esa bella composición del romántico Gustavo Gutiérrez, llamada “Paisaje de Sol” y sus seguidores la entonaban y la hacían oír antes de sus intervenciones en la plaza pública, en donde era un torrente de buenas ideas y gran oratoria, un verdadero tribuno a quien querían, seguían y era su gran orgullo: el cariño de la gente. Eso lo hacía feliz y enriquecía su paso por la vida, la gente, su gente lo quería porque era bueno y servicial y a eso se dedicó mientras Dios se lo permitió, a tenderle su mano generosa a quien lo buscaba en procura de favores políticos o económicos.

Muy joven cuando aspiró por primera vez a la Asamblea, lo ayudé, para la Cámara también, no lo hice en sus dos aspiraciones a la Gobernación por circunstancias especiales de disciplina política, pero sí estuve con él cuando en llave con Don Manuel Germán Cuello fueron al Senado; fui yo, quien tuvo la osadía de proponerle que fuera su suplente, cuando estaban enfrentados y sin pensarlo me dijo: “yo con Don Manuel hago cualquier trato o alianza, dile que hablamos, que acepto ser su suplente”.

Pero ‘Poncho’ Campo no sabía de enemistades políticas, en él, el rencor y el odio no prosperaban y cuando nos encontrábamos el cordial “Don José como está” y el fuerte abrazo no fallaban; su carrera política fue brillante y por eso figura como una de las personas más importantes que ha tenido el Cesar y especialmente el Partido Conservador, al lado de Manuel Germán, Ney Daza, Jorge Dangond, Luis Rodríguez Valera y Alfredo Cuello Dávila, siendo él el Benjamín de esa pléyade de hombres ilustres.

Se nos fue ‘Poncho’ Campo, se fue temprano, se marchó un político que supo mantener muy alta su imagen y reputación y practicando siempre el lema de servirle a su gente, a su partido y la mayoría de las veces a la comunidad sin distingo de partidos. Paz en su tumba.

También registro con profundo pesar la desaparición de la señora Rosa Romero de Medina, “Ocha” como con mucho cariño la conocíamos; ella fue una mujer virtuosa y muy servicial que deja profundas huellas entre su familia y sus amigos, especialmente los que fuimos compañeros del gran ‘Cuco’ Medina, uno de sus hijos. Para Ibis, Mireya, Meme, Manuel, José Domingo, Crispín y Rosa Delfina (La Chapi), mis más sentidas notas de condolencias extendidas a mi comadre Raquel y a sus hijos: Anyela, ‘Callita’ y mi ahijado José Alfonso. Por motivos especiales ni Mercy ni yo pudimos acompañarlos en los actos funerarios. Descansa en paz ‘Ocha’.