La poesía no conoce de clases sociales, encontramos poetas de clase y alcurnia, también encontramos al más humilde mortal con un sentir poético lleno de magia, de esa magia sobrenatural que a través de los años se acentúa más en el gusto de la gente; la poesía tampoco distingue raza, sexo ni idiomas; conocemos ‘La María’ […]
La poesía no conoce de clases sociales, encontramos poetas de clase y alcurnia, también encontramos al más humilde mortal con un sentir poético lleno de magia, de esa magia sobrenatural que a través de los años se acentúa más en el gusto de la gente; la poesía tampoco distingue raza, sexo ni idiomas; conocemos ‘La María’ de Jorge Isaac publicada en 1867, y ‘La gran miseria humana’ de Gabriel Escocia Gravini, poeta soledeño que murió muy joven, 28 años fugaces en los cuales dejó un imborrable legado para la historia.
Un sinnúmero de poetas de todas las latitudes nos han marcado de manera especial con una poesía de siglos y con una vigencia igual de especial e increíble. Neruda, Benedetti, Bécquer, siguen siendo ejemplo para los que seguimos echándole ganas a la poesía. Se hace necesario citar en este texto al sentir criollo, lo que nos motiva en lo local y entonces pensamos en nombres como Pedro Olivella Solano, Luis Mizar, José Atuesta Mindiola, Dimas Durán, Leonardo Maya, Martha Navarro y a un grupo en especial que conforman la Asociación Cultural Valle de Poesía en Valledupar, Claribeth Gutiérrez, Arílis Beltrán, Sandra Campo Duque; y si me atreví a dar nombres espero que la omisión de alguno de los tantos poetas buenos que tiene esta región no sea una afrenta para ninguno. No es la idea. Cada uno, que son tan buenos, merece capítulo especial en el libro de la historia poética y narrativa costeña. Y queda claro que no toco la poesía de la música vallenata muy a propósito, pues no me alcanzaría el espacio para citarlos a todos: Escalona, Leandro Díaz, Gustavo Gutiérrez, Rosendo Romero, Rafa Manjarrez, Iván Ovalle, Diomedes Díaz, Marciano Martínez y muchos más.
Pues bien, recogiendo frutos de ese cultivo, y buscando llevar el mensaje más allá de lo normal, la inquietud por las letras y el sentir humano, se trasladó hasta un escenario especial, el Establecimiento Penitenciario y Carcelario de Valledupar, hasta donde llevamos poesía a un grupo de mujeres, ellas, las internas van a ser protagonistas del tercer recital de poesía llamado “Poesía… de Mujer a Mujer” que se desarrollará el próximo 26 de mayo del año en curso; con este grupo decidimos adelantar unos talleres que buscaron sensibilizarlas y darles pautas para que el camino de la esperanza, la ilusión y el amor, que hoy pasa por horas aciagas, se pueda matizar con los colores de sueños y luz que genera la poesía. Se escogieron seis internas, las cuales leerán sus productos en el recital y se llevarán un honor importante, pues además serán protagonistas de un poemario que saldrá a la luz del mundo literario gracias al apoyo del doctor José Luis Urón Márquez, quien desde la presidencia ejecutiva de la Cámara de Comercio de Valledupar, junto a todo su equipo apoyaron e hicieron posible este proyecto. Estamos pues ante un hecho novel y sobre todo con protagonistas de las calidades de las internas de este centro reclusorio en Valledupar, nunca antes dado en estos escenarios a nivel nacional. ¡Bienvenida su majestad la poesía! Sólo Eso.
Por Eduardo Santos Ortega Vergara
La poesía no conoce de clases sociales, encontramos poetas de clase y alcurnia, también encontramos al más humilde mortal con un sentir poético lleno de magia, de esa magia sobrenatural que a través de los años se acentúa más en el gusto de la gente; la poesía tampoco distingue raza, sexo ni idiomas; conocemos ‘La María’ […]
La poesía no conoce de clases sociales, encontramos poetas de clase y alcurnia, también encontramos al más humilde mortal con un sentir poético lleno de magia, de esa magia sobrenatural que a través de los años se acentúa más en el gusto de la gente; la poesía tampoco distingue raza, sexo ni idiomas; conocemos ‘La María’ de Jorge Isaac publicada en 1867, y ‘La gran miseria humana’ de Gabriel Escocia Gravini, poeta soledeño que murió muy joven, 28 años fugaces en los cuales dejó un imborrable legado para la historia.
Un sinnúmero de poetas de todas las latitudes nos han marcado de manera especial con una poesía de siglos y con una vigencia igual de especial e increíble. Neruda, Benedetti, Bécquer, siguen siendo ejemplo para los que seguimos echándole ganas a la poesía. Se hace necesario citar en este texto al sentir criollo, lo que nos motiva en lo local y entonces pensamos en nombres como Pedro Olivella Solano, Luis Mizar, José Atuesta Mindiola, Dimas Durán, Leonardo Maya, Martha Navarro y a un grupo en especial que conforman la Asociación Cultural Valle de Poesía en Valledupar, Claribeth Gutiérrez, Arílis Beltrán, Sandra Campo Duque; y si me atreví a dar nombres espero que la omisión de alguno de los tantos poetas buenos que tiene esta región no sea una afrenta para ninguno. No es la idea. Cada uno, que son tan buenos, merece capítulo especial en el libro de la historia poética y narrativa costeña. Y queda claro que no toco la poesía de la música vallenata muy a propósito, pues no me alcanzaría el espacio para citarlos a todos: Escalona, Leandro Díaz, Gustavo Gutiérrez, Rosendo Romero, Rafa Manjarrez, Iván Ovalle, Diomedes Díaz, Marciano Martínez y muchos más.
Pues bien, recogiendo frutos de ese cultivo, y buscando llevar el mensaje más allá de lo normal, la inquietud por las letras y el sentir humano, se trasladó hasta un escenario especial, el Establecimiento Penitenciario y Carcelario de Valledupar, hasta donde llevamos poesía a un grupo de mujeres, ellas, las internas van a ser protagonistas del tercer recital de poesía llamado “Poesía… de Mujer a Mujer” que se desarrollará el próximo 26 de mayo del año en curso; con este grupo decidimos adelantar unos talleres que buscaron sensibilizarlas y darles pautas para que el camino de la esperanza, la ilusión y el amor, que hoy pasa por horas aciagas, se pueda matizar con los colores de sueños y luz que genera la poesía. Se escogieron seis internas, las cuales leerán sus productos en el recital y se llevarán un honor importante, pues además serán protagonistas de un poemario que saldrá a la luz del mundo literario gracias al apoyo del doctor José Luis Urón Márquez, quien desde la presidencia ejecutiva de la Cámara de Comercio de Valledupar, junto a todo su equipo apoyaron e hicieron posible este proyecto. Estamos pues ante un hecho novel y sobre todo con protagonistas de las calidades de las internas de este centro reclusorio en Valledupar, nunca antes dado en estos escenarios a nivel nacional. ¡Bienvenida su majestad la poesía! Sólo Eso.
Por Eduardo Santos Ortega Vergara