Quienes escogieron el lema de la campaña reeleccionista del presidente-candidato Juan Manuel Santos “Hemos hecho mucho, falta mucho por hacer”, parece que no leyeron el Plan Nacional de Desarrollo 2010-2014 y tampoco verificaron el cumplimiento de las metas planteadas allí. Transcurridos casi cuatro años, hay poco que mostrar. Todo se ha quedado en anuncios vanos. […]
Quienes escogieron el lema de la campaña reeleccionista del presidente-candidato Juan Manuel Santos “Hemos hecho mucho, falta mucho por hacer”, parece que no leyeron el Plan Nacional de Desarrollo 2010-2014 y tampoco verificaron el cumplimiento de las metas planteadas allí. Transcurridos casi cuatro años, hay poco que mostrar. Todo se ha quedado en anuncios vanos.
Veamos qué sucedió con los proyectos de gran impacto regional que el Gobierno Santos prometió ejecutar:
-Ordenamiento ambiental y desarrollo territorial de La Mojana. De los cinco diques fusible que se diseñaron para proteger de las inundaciones a la región, solo se ha construido uno y aún no está funcionando. La estación de bombeo para tomar agua del Río Cauca en época de sequía, tampoco se construyó y no se implementaron programas de reconversión agrícola y pecuaria para los habitantes de la región.
-Distrito de Ranchería Fase II: No se giró un solo peso para instalar la tubería que debía llevar agua potable a mas de 500 mil habitantes de siete municipios de La Guajira y tampoco se instaló un metro de tubería del distrito de riego de 14.000 hectáreas de explotación agrícola. Mientras tanto el Incoder paga 3.000 millones de pesos anuales por la administración de una represa que no cumple con su función.
-Aprovechamiento productivo, integración y desarrollo de la altillanura: Con el caos jurídico creado por la exdirectora del Incoder Miriam Villegas y el exministro Juan Camilo Restrepo -sobre las tierras baldías y las Unidades Familiares Agrícolas UAF-, se frenaron grandes inversiones en proyectos de desarrollo agrícola. Todos los inversionistas salieron espantados y hoy, no hay quien siembre una mata de maíz, arroz, palma, caucho o caña de azúcar en estas olvidadas y lejanas tierras. Seguramente, volverán a ser tierras de cultivos ilícitos.
-Navegabilidad de los ríos Magdalena, Putumayo, Meta y Caquetá: En agosto del año pasado se anunció una inversión de 2.17 billones de pesos para obras de encauzamiento, mantenimiento permanente y dragado del Río Magdalena para poder movilizar convoyes de hasta 7.200 toneladas que permitieran reducir los costos de movilización interna de los productos nacionales y a la fecha de hoy, no vemos las dragas trabajando. Ni qué hablar de las obras en los otros ríos.
-Consolidación de la Red Férrea del Pacifico y Tren del Carare. El anuncio de ampliar la capacidad de carga de 10.000 a 80.000 toneladas mensuales del único tren que presta un servicio de transporte de todo tipo de carga en Colombia -el ferrocarril del Pacífico-, también quedó en deuda. Por su parte el tren del Carare que uniría el centro del país con los puertos de la Región Caribe se quedó engavetado en la oficina del presidente de la Agencia Nacional de la Infraestructura –ANI-.
-El segundo túnel de la Línea, la consolidación de los corredores viales de Bogotá-Villavicencio, Arterias del Llano, Autopistas de la Montaña y Ruta del Sol, siguen a paso de tortuga con artritis.
-Los centros binacionales de asuntos fronterizos y los corredores de comercio exterior que prometieron implementar en La Guajira, Norte de Santander, Arauca y Vichada para consolidar las relaciones con Venezuela, están a punto de ser remplazados por Zonas de Reservas Campesinas fronterizas. Que peligro!
De los incumplimientos de la mal llamada “locomotora agropecuaria”, me ocuparé más adelante. Sin duda alguna, el Gobierno Santos tiene poco que mostrar.
Quienes escogieron el lema de la campaña reeleccionista del presidente-candidato Juan Manuel Santos “Hemos hecho mucho, falta mucho por hacer”, parece que no leyeron el Plan Nacional de Desarrollo 2010-2014 y tampoco verificaron el cumplimiento de las metas planteadas allí. Transcurridos casi cuatro años, hay poco que mostrar. Todo se ha quedado en anuncios vanos. […]
Quienes escogieron el lema de la campaña reeleccionista del presidente-candidato Juan Manuel Santos “Hemos hecho mucho, falta mucho por hacer”, parece que no leyeron el Plan Nacional de Desarrollo 2010-2014 y tampoco verificaron el cumplimiento de las metas planteadas allí. Transcurridos casi cuatro años, hay poco que mostrar. Todo se ha quedado en anuncios vanos.
Veamos qué sucedió con los proyectos de gran impacto regional que el Gobierno Santos prometió ejecutar:
-Ordenamiento ambiental y desarrollo territorial de La Mojana. De los cinco diques fusible que se diseñaron para proteger de las inundaciones a la región, solo se ha construido uno y aún no está funcionando. La estación de bombeo para tomar agua del Río Cauca en época de sequía, tampoco se construyó y no se implementaron programas de reconversión agrícola y pecuaria para los habitantes de la región.
-Distrito de Ranchería Fase II: No se giró un solo peso para instalar la tubería que debía llevar agua potable a mas de 500 mil habitantes de siete municipios de La Guajira y tampoco se instaló un metro de tubería del distrito de riego de 14.000 hectáreas de explotación agrícola. Mientras tanto el Incoder paga 3.000 millones de pesos anuales por la administración de una represa que no cumple con su función.
-Aprovechamiento productivo, integración y desarrollo de la altillanura: Con el caos jurídico creado por la exdirectora del Incoder Miriam Villegas y el exministro Juan Camilo Restrepo -sobre las tierras baldías y las Unidades Familiares Agrícolas UAF-, se frenaron grandes inversiones en proyectos de desarrollo agrícola. Todos los inversionistas salieron espantados y hoy, no hay quien siembre una mata de maíz, arroz, palma, caucho o caña de azúcar en estas olvidadas y lejanas tierras. Seguramente, volverán a ser tierras de cultivos ilícitos.
-Navegabilidad de los ríos Magdalena, Putumayo, Meta y Caquetá: En agosto del año pasado se anunció una inversión de 2.17 billones de pesos para obras de encauzamiento, mantenimiento permanente y dragado del Río Magdalena para poder movilizar convoyes de hasta 7.200 toneladas que permitieran reducir los costos de movilización interna de los productos nacionales y a la fecha de hoy, no vemos las dragas trabajando. Ni qué hablar de las obras en los otros ríos.
-Consolidación de la Red Férrea del Pacifico y Tren del Carare. El anuncio de ampliar la capacidad de carga de 10.000 a 80.000 toneladas mensuales del único tren que presta un servicio de transporte de todo tipo de carga en Colombia -el ferrocarril del Pacífico-, también quedó en deuda. Por su parte el tren del Carare que uniría el centro del país con los puertos de la Región Caribe se quedó engavetado en la oficina del presidente de la Agencia Nacional de la Infraestructura –ANI-.
-El segundo túnel de la Línea, la consolidación de los corredores viales de Bogotá-Villavicencio, Arterias del Llano, Autopistas de la Montaña y Ruta del Sol, siguen a paso de tortuga con artritis.
-Los centros binacionales de asuntos fronterizos y los corredores de comercio exterior que prometieron implementar en La Guajira, Norte de Santander, Arauca y Vichada para consolidar las relaciones con Venezuela, están a punto de ser remplazados por Zonas de Reservas Campesinas fronterizas. Que peligro!
De los incumplimientos de la mal llamada “locomotora agropecuaria”, me ocuparé más adelante. Sin duda alguna, el Gobierno Santos tiene poco que mostrar.