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Columnista - 23 julio, 2016

Plebiscito en retrospectiva

El antecedente inmediato de un plebiscito en Colombia data de diciembre de 1957, este ejercicio de participación tuvo por objeto contener la sangría del cuerpo social de la nación, ocasionada por la violencia política. Catorce artículos conformaron la histórica reforma constitucional, que dieron origen a los derechos políticos de la mujer y a la alternancia […]

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El antecedente inmediato de un plebiscito en Colombia data de diciembre de 1957, este ejercicio de participación tuvo por objeto contener la sangría del cuerpo social de la nación, ocasionada por la violencia política. Catorce artículos conformaron la histórica reforma constitucional, que dieron origen a los derechos políticos de la mujer y a la alternancia del poder entre conservadores y liberales conocido como el Frente Nacional.

Como es tradición a las 4:00 de la tarde del 19 de abril de 1970, cerraron las urnas en todo el país. Pasadas las 9:00 de la noche la Registraduria Nacional en sus avances daba como ganador al General Rojas Pinilla, candidato de la ANAPO, sobre Misael Pastrana Borrero, respaldado por el oficialismo conservador y por el Partido Liberal. Este episodio de nuestra historia rompió el transcurrir tranquilo del desgastado frente nacional, asimismo, es un hecho marcado por un halito de fraude, que generó frustración en el ala izquierda de la ANAPO y fue el principio del nacimiento del M19. Reconocemos mejor el presente cuando lo estudiamos en retrospectiva, la lectura es el camino.

El 9 de abril de 1948 es otra fecha histórica en nuestro país, ese día fue asesinado Jorge Eliecer Gaitán, ese trágico momento fue el detonador de gestación de las Farc. No quiero contar la historia, está documentada, estamos en la era de la información. Pretendo poner de presente que el delirio por el poder del establecimiento bipartidista de la época avizoraba amenazas contra su dominio, pese al desgaste no admitían opciones distintas, esta película se repite hasta nuestros días. Cuando fue imposible sostener el régimen, surgió la figura de la participación y con esta la promiscuidad política, quizás por ello, el alcalde de Cali, Maurice Armitage, tuvo el valor de decir: “La guerrilla tiene que pedir perdón, pero nosotros también, porque tenemos una sociedad injusta”.

Aunque no quiero contar la historia pierdo contexto si dejo de decir que Andrés Pastrana Arango fue elegido presidente de la Republica, en 1998, luego del espaldarazo de la foto con el guerrillero Pedro Antonio Marín, alias Manuel Marulanda; el mismo Pastrana Arango, en 1994, denunció que dineros del narcotráfico entraron a la campaña de Ernesto Samper. También está escrito que hubo connivencia entre el Estado y la ilegalidad para combatir los carteles del narcotráfico en el preludio de la década del 90. En este periodo esta situación cobró la vida de hombres y ciudadanos importantes. Y los paramilitares, también tienen su capítulo en esta historia incesante, uno de sus comandantes, Salvatore Mancuso, dijo ante la Corte Suprema de Justicia que el 35 por ciento de los congresistas fueron elegidos en sus zonas o áreas de influencia. Hace poco cumplió 10 años la tormenta bautizada como la parapolítica.

Lamento decir que mis previsiones sobre hábitos de lectura son ambiciosos frente a las frías cifras, los colombianos no tenemos pasión por la lectura, esta situación no es alentadora si tenemos en cuenta que para entender el proceso de paz es necesario escudriñar los acuerdos.

Construir nación y sociedad no surge espontáneamente con la suscripción del fin del conflicto, pero sirve de cuota inicial, el plebiscito de refrendación de los acuerdos no debe ser una hoja en blanco para la clase política, sino una oportunidad para que el pueblo colombiano comience a cambiar la historia, triplicar el umbral del 13 por ciento es el prologo.

Columnista
23 julio, 2016

Plebiscito en retrospectiva

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Luis Elquis Diaz

El antecedente inmediato de un plebiscito en Colombia data de diciembre de 1957, este ejercicio de participación tuvo por objeto contener la sangría del cuerpo social de la nación, ocasionada por la violencia política. Catorce artículos conformaron la histórica reforma constitucional, que dieron origen a los derechos políticos de la mujer y a la alternancia […]


El antecedente inmediato de un plebiscito en Colombia data de diciembre de 1957, este ejercicio de participación tuvo por objeto contener la sangría del cuerpo social de la nación, ocasionada por la violencia política. Catorce artículos conformaron la histórica reforma constitucional, que dieron origen a los derechos políticos de la mujer y a la alternancia del poder entre conservadores y liberales conocido como el Frente Nacional.

Como es tradición a las 4:00 de la tarde del 19 de abril de 1970, cerraron las urnas en todo el país. Pasadas las 9:00 de la noche la Registraduria Nacional en sus avances daba como ganador al General Rojas Pinilla, candidato de la ANAPO, sobre Misael Pastrana Borrero, respaldado por el oficialismo conservador y por el Partido Liberal. Este episodio de nuestra historia rompió el transcurrir tranquilo del desgastado frente nacional, asimismo, es un hecho marcado por un halito de fraude, que generó frustración en el ala izquierda de la ANAPO y fue el principio del nacimiento del M19. Reconocemos mejor el presente cuando lo estudiamos en retrospectiva, la lectura es el camino.

El 9 de abril de 1948 es otra fecha histórica en nuestro país, ese día fue asesinado Jorge Eliecer Gaitán, ese trágico momento fue el detonador de gestación de las Farc. No quiero contar la historia, está documentada, estamos en la era de la información. Pretendo poner de presente que el delirio por el poder del establecimiento bipartidista de la época avizoraba amenazas contra su dominio, pese al desgaste no admitían opciones distintas, esta película se repite hasta nuestros días. Cuando fue imposible sostener el régimen, surgió la figura de la participación y con esta la promiscuidad política, quizás por ello, el alcalde de Cali, Maurice Armitage, tuvo el valor de decir: “La guerrilla tiene que pedir perdón, pero nosotros también, porque tenemos una sociedad injusta”.

Aunque no quiero contar la historia pierdo contexto si dejo de decir que Andrés Pastrana Arango fue elegido presidente de la Republica, en 1998, luego del espaldarazo de la foto con el guerrillero Pedro Antonio Marín, alias Manuel Marulanda; el mismo Pastrana Arango, en 1994, denunció que dineros del narcotráfico entraron a la campaña de Ernesto Samper. También está escrito que hubo connivencia entre el Estado y la ilegalidad para combatir los carteles del narcotráfico en el preludio de la década del 90. En este periodo esta situación cobró la vida de hombres y ciudadanos importantes. Y los paramilitares, también tienen su capítulo en esta historia incesante, uno de sus comandantes, Salvatore Mancuso, dijo ante la Corte Suprema de Justicia que el 35 por ciento de los congresistas fueron elegidos en sus zonas o áreas de influencia. Hace poco cumplió 10 años la tormenta bautizada como la parapolítica.

Lamento decir que mis previsiones sobre hábitos de lectura son ambiciosos frente a las frías cifras, los colombianos no tenemos pasión por la lectura, esta situación no es alentadora si tenemos en cuenta que para entender el proceso de paz es necesario escudriñar los acuerdos.

Construir nación y sociedad no surge espontáneamente con la suscripción del fin del conflicto, pero sirve de cuota inicial, el plebiscito de refrendación de los acuerdos no debe ser una hoja en blanco para la clase política, sino una oportunidad para que el pueblo colombiano comience a cambiar la historia, triplicar el umbral del 13 por ciento es el prologo.