En un encuentro reciente con el alcalde de Valledupar, Augusto Ramírez Uhía, le consultamos sobre las acciones próximas del gobierno local con respecto a la declaratoria de la Unesco que vincula a la capital del Cesar a la Red de Ciudades Creativas, constituida por 246 ciudades del mundo.
En un encuentro reciente con el alcalde de Valledupar, Augusto Ramírez Uhía, le consultamos sobre las acciones próximas del gobierno local con respecto a la declaratoria de la Unesco que vincula a la capital del Cesar a la Red de Ciudades Creativas, constituida por 246 ciudades del mundo.
Es importante consultar el asunto pues no esperamos que el anuncio quede en únicamente una mención y celebraciones en redes sociales. La respuesta del mandatario fue consecuente con esta apreciación; el alcalde Ramírez Uhía anunció un plan de cultura que pretende establecer una agenda de actividades que demuestre por qué Valledupar fue incluida en la destacada lista y en ellas participarán todas aquellas manifestaciones culturales musicales que expongan el potencial de la capital del Cesar en este sentido.
Gestores culturales, técnicos de acordeones, estudios de grabación y sus ingenieros, emisoras, intérpretes y compositores, serán algunos de los invitados a unas etapas de socialización y luego actividades de promoción del folclor como elemento productivo, que es entre otras lo que plantea el ser Ciudad Creativa de la Música.
Es interesante, aunque no sorpresivo, que técnicos de acordeones, emisoras y estudios de grabación sean tenidos en cuenta. La razón es que al pensar en por qué Valledupar es una ciudad creativa de la música como lo estableció la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, Unesco, debemos comprender el valor significativo que tienen por ejemplo estos lugares de grabación, hoy digitales, en la industria de la música latinoamericana. Estos escenarios, que en Valledupar podrían ser más de 20, son ejemplos de lo que en esencia establece la Unesco: … “estas ciudades, cada una a su manera, están haciendo de la cultura no un accesorio, sino un pilar de su estrategia…”, sin embargo, es importante que en los estudios se haga una inversión, pues los conocedores aseguran que algunos de ellos no ofrecen la tecnología de avanzada necesaria para el mercado competitivo continental. Consideramos que en buen momento se les incluye en acciones contundentes en pro de la cultura, a través de la alianza entre lo público y lo privado.
No olvidemos las emisoras. Medios de comunicación en transición digital, fundamentales en eso que hoy llamamos industria y que nació en las manifestaciones culturales campesinas. A través de ellas se puede conocer, dimensionar y proyectar la política pública de la música vallenata como sector de la economía, no solo comunicar que lo es.
Es importante que se active un comité técnico que asuma el reto de conectar todos los esfuerzos por la música vallenata: escuelas públicas y privadas de formación artística con los medios de comunicación, universidades, el Clúster de la Música Vallenata, los gobiernos departamental y municipal, las empresas privadas, y por supuesto los juglares dando luces sobre la esencia, para que en el esfuerzo conjunto, moderno, tecnológico, no se confunda la innovación con abandonar lo patrimonial.
Y principalmente que lo que se diseñe y se ponga en marcha tenga visión a mediano y largo plazo, se le dé continuidad a través de la voluntad política o fallaremos.
En un encuentro reciente con el alcalde de Valledupar, Augusto Ramírez Uhía, le consultamos sobre las acciones próximas del gobierno local con respecto a la declaratoria de la Unesco que vincula a la capital del Cesar a la Red de Ciudades Creativas, constituida por 246 ciudades del mundo.
En un encuentro reciente con el alcalde de Valledupar, Augusto Ramírez Uhía, le consultamos sobre las acciones próximas del gobierno local con respecto a la declaratoria de la Unesco que vincula a la capital del Cesar a la Red de Ciudades Creativas, constituida por 246 ciudades del mundo.
Es importante consultar el asunto pues no esperamos que el anuncio quede en únicamente una mención y celebraciones en redes sociales. La respuesta del mandatario fue consecuente con esta apreciación; el alcalde Ramírez Uhía anunció un plan de cultura que pretende establecer una agenda de actividades que demuestre por qué Valledupar fue incluida en la destacada lista y en ellas participarán todas aquellas manifestaciones culturales musicales que expongan el potencial de la capital del Cesar en este sentido.
Gestores culturales, técnicos de acordeones, estudios de grabación y sus ingenieros, emisoras, intérpretes y compositores, serán algunos de los invitados a unas etapas de socialización y luego actividades de promoción del folclor como elemento productivo, que es entre otras lo que plantea el ser Ciudad Creativa de la Música.
Es interesante, aunque no sorpresivo, que técnicos de acordeones, emisoras y estudios de grabación sean tenidos en cuenta. La razón es que al pensar en por qué Valledupar es una ciudad creativa de la música como lo estableció la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, Unesco, debemos comprender el valor significativo que tienen por ejemplo estos lugares de grabación, hoy digitales, en la industria de la música latinoamericana. Estos escenarios, que en Valledupar podrían ser más de 20, son ejemplos de lo que en esencia establece la Unesco: … “estas ciudades, cada una a su manera, están haciendo de la cultura no un accesorio, sino un pilar de su estrategia…”, sin embargo, es importante que en los estudios se haga una inversión, pues los conocedores aseguran que algunos de ellos no ofrecen la tecnología de avanzada necesaria para el mercado competitivo continental. Consideramos que en buen momento se les incluye en acciones contundentes en pro de la cultura, a través de la alianza entre lo público y lo privado.
No olvidemos las emisoras. Medios de comunicación en transición digital, fundamentales en eso que hoy llamamos industria y que nació en las manifestaciones culturales campesinas. A través de ellas se puede conocer, dimensionar y proyectar la política pública de la música vallenata como sector de la economía, no solo comunicar que lo es.
Es importante que se active un comité técnico que asuma el reto de conectar todos los esfuerzos por la música vallenata: escuelas públicas y privadas de formación artística con los medios de comunicación, universidades, el Clúster de la Música Vallenata, los gobiernos departamental y municipal, las empresas privadas, y por supuesto los juglares dando luces sobre la esencia, para que en el esfuerzo conjunto, moderno, tecnológico, no se confunda la innovación con abandonar lo patrimonial.
Y principalmente que lo que se diseñe y se ponga en marcha tenga visión a mediano y largo plazo, se le dé continuidad a través de la voluntad política o fallaremos.