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Editorial - 18 abril, 2024

Pierde Venezuela, gana su dictadura

La vecina Venezuela no deja de ser noticia. Y suele ser una mala noticia. Creada, casi siempre, por la entronización de un gobierno para el cual las elecciones y la democracia son una caricatura sobre la cual se puede burlar con el mayor descaro. Si millones de venezolanos salen del país, con cinismo lo justificará.

La vecina Venezuela no deja de ser noticia. Y suele ser una mala noticia. Creada, casi siempre, por la entronización de un gobierno para el cual las elecciones y la democracia son una caricatura sobre la cual se puede burlar con el mayor descaro. Si millones de venezolanos salen del país, con cinismo lo justificará. En una primera ocasión negó que fuese cierto contra la evidencia de todos los países latinoamericanos, los Estados Unidos y Europa, que los recibían por miles y en las circunstancias de Colombia por millones.

Todos los caminos conducen a que la dictadura, no solo porque desconoce unas elecciones libres o porque eliminó la separación de poderes, se consolidará en el poder. Que sea legítima es otra cosa. Pero cuando la vergüenza no existe, y el ejército no garantiza la democracia, nada se puede hacer.

Como se había advertido, el gobierno de Estados Unidos, a partir de hoy, ha reactivado las sanciones, pues el régimen chavo-madurista no ha cumplido sus compromisos para la celebración de elecciones libres. La licencia durante un semestre ha permitido a Caracas vender su gas y petróleo en los mercados internacionales. Las compañías tendrán un mes largo para terminar sus operaciones.

Se firmaron unos acuerdos en Barbados, en desarrollo de los cuales las partes accedieron a hacer concesiones mutuas. Una de ellas, por parte de los Estados Unidos, fue cesar los cargos contra Alex Saab, un colombiano habilitado por Maduro como ‘diplomático venezolano’. Fue liberado de cárcel en el país del norte y Maduro obtuvo su mayor éxito. Sin embargo, no facilitó la participación electoral en las elecciones presidenciales de julio de María Corina Machado, que de ser candidata le daría ‘una panga’ al candidato Maduro.

“… No han cumplido uno de los compromisos más fundamentales”: permitir que la oposición pueda presentar a sus candidatos preferidos, según ha declarado un alto cargo de la Administración del presidente Joe Biden”, dice el diario El País de España.

“… los funcionarios estadounidenses han tratado de combinar dos objetivos. De un lado, intensificar la presión sobre Caracas para el desarrollo de elecciones libres. Del otro, evitar que el castigo pudiera desestabilizar el delicado mercado energético global y disparar los precios de los combustibles (…). Washington tampoco quiere arriesgarse a desencadenar una avalancha de migrantes venezolanos hacia la frontera sur de Estados Unidos, otra patata caliente para Biden y su equipo en la igualadísima batalla por la reelección el próximo noviembre”.

El movimiento gringo “no debe percibirse como una decisión final de que hemos dejado de creer que Venezuela pueda celebrar elecciones incluyentes y competitivas (…)”.

La decisión va a producir un nuevo y grave traspié para la economía venezolana y contrario a lo previsto, anticipamos que va a producir una gran oleada migratoria, hacia Colombia primero, estimulada por la frustración popular de la imposibilidad de que la oposición pueda acceder al poder político. Una alerta para nuestra región de frontera. Las proyectadas importaciones de gas que había defendido el gobierno Petro han quedado también en entredicho. El único ganador -pues gana con cara o sello- seguirá siendo, el gobierno cívico-militar de Nicolás Maduro.

Editorial
18 abril, 2024

Pierde Venezuela, gana su dictadura

La vecina Venezuela no deja de ser noticia. Y suele ser una mala noticia. Creada, casi siempre, por la entronización de un gobierno para el cual las elecciones y la democracia son una caricatura sobre la cual se puede burlar con el mayor descaro. Si millones de venezolanos salen del país, con cinismo lo justificará.


La vecina Venezuela no deja de ser noticia. Y suele ser una mala noticia. Creada, casi siempre, por la entronización de un gobierno para el cual las elecciones y la democracia son una caricatura sobre la cual se puede burlar con el mayor descaro. Si millones de venezolanos salen del país, con cinismo lo justificará. En una primera ocasión negó que fuese cierto contra la evidencia de todos los países latinoamericanos, los Estados Unidos y Europa, que los recibían por miles y en las circunstancias de Colombia por millones.

Todos los caminos conducen a que la dictadura, no solo porque desconoce unas elecciones libres o porque eliminó la separación de poderes, se consolidará en el poder. Que sea legítima es otra cosa. Pero cuando la vergüenza no existe, y el ejército no garantiza la democracia, nada se puede hacer.

Como se había advertido, el gobierno de Estados Unidos, a partir de hoy, ha reactivado las sanciones, pues el régimen chavo-madurista no ha cumplido sus compromisos para la celebración de elecciones libres. La licencia durante un semestre ha permitido a Caracas vender su gas y petróleo en los mercados internacionales. Las compañías tendrán un mes largo para terminar sus operaciones.

Se firmaron unos acuerdos en Barbados, en desarrollo de los cuales las partes accedieron a hacer concesiones mutuas. Una de ellas, por parte de los Estados Unidos, fue cesar los cargos contra Alex Saab, un colombiano habilitado por Maduro como ‘diplomático venezolano’. Fue liberado de cárcel en el país del norte y Maduro obtuvo su mayor éxito. Sin embargo, no facilitó la participación electoral en las elecciones presidenciales de julio de María Corina Machado, que de ser candidata le daría ‘una panga’ al candidato Maduro.

“… No han cumplido uno de los compromisos más fundamentales”: permitir que la oposición pueda presentar a sus candidatos preferidos, según ha declarado un alto cargo de la Administración del presidente Joe Biden”, dice el diario El País de España.

“… los funcionarios estadounidenses han tratado de combinar dos objetivos. De un lado, intensificar la presión sobre Caracas para el desarrollo de elecciones libres. Del otro, evitar que el castigo pudiera desestabilizar el delicado mercado energético global y disparar los precios de los combustibles (…). Washington tampoco quiere arriesgarse a desencadenar una avalancha de migrantes venezolanos hacia la frontera sur de Estados Unidos, otra patata caliente para Biden y su equipo en la igualadísima batalla por la reelección el próximo noviembre”.

El movimiento gringo “no debe percibirse como una decisión final de que hemos dejado de creer que Venezuela pueda celebrar elecciones incluyentes y competitivas (…)”.

La decisión va a producir un nuevo y grave traspié para la economía venezolana y contrario a lo previsto, anticipamos que va a producir una gran oleada migratoria, hacia Colombia primero, estimulada por la frustración popular de la imposibilidad de que la oposición pueda acceder al poder político. Una alerta para nuestra región de frontera. Las proyectadas importaciones de gas que había defendido el gobierno Petro han quedado también en entredicho. El único ganador -pues gana con cara o sello- seguirá siendo, el gobierno cívico-militar de Nicolás Maduro.