Y ADEMÁS… Por: Alberto Herazo Palmera A raíz de dos editoriales del diario El pilón sobre “Piense Bien su Voto… a la asamblea y concejo”, tengo tema para esta columna. Yo pienso que es hora de tomar una decisión y esto va para los electores, incluyendo los indecisos. Lo cierto es que su voto debe […]
Y ADEMÁS…
Por: Alberto Herazo Palmera
A raíz de dos editoriales del diario El pilón sobre “Piense Bien su Voto… a la asamblea y concejo”, tengo tema para esta columna.
Yo pienso que es hora de tomar una decisión y esto va para los electores, incluyendo los indecisos. Lo cierto es que su voto debe pensarlo bien, no sea pendejo, no se deje engañar, no venda su voto, vote a conciencia.
Veo mucho entusiasmo en la ciudadanía en lo que tiene que ver con la gobernación y alcaldía y un poco de frialdad con relación a los candidatos a la asamblea y concejo. Por ejemplo, en el caso del concejo pienso que debe ser por la cantidad de aspirantes, más de 200, qué “tutti frutti”, qué locura por favor. Y por el lado de la asamblea, será que las alternativas son tibias y los candidatos pocos convincentes.
Con relación a la asamblea fui en muchas ocasiones partidario de acabar con este organismo, porque la verdad sea dicha en el caso nuestro si se hiciera un examen detallado de los últimos años de labores de nuestras asambleas departamentales, el resultado fue deplorable y totalmente negativo. Naturalmente, esta mala fama de la asamblea no les cae a todos los diputados, tres o cuatro son muy buenos y ustedes saben quiénes son.
Sin embargo, hoy no comparto con quienes manifiestan que son organismos obsoletos que hoy no tienen razón de ser dentro de una moderna concepción del Estado. Lo que pasa es que hay que convertir estos cuerpos en algo más operante y eso esperamos de los que salgan elegidos.
En cuanto al concejo municipal no podemos ocultar su importancia, pero ha pasado mucho bagre, concejales desconocidos sin cultura y sin preparación.
Y lo que necesitamos es que el 30 de octubre los que salgan tengan el compromiso y el reto de recuperar la majestad de este cuerpo legislativo. Este nuevo concejo debe asumir una responsabilidad determinante y crucial en la historia de Valledupar. Por mi parte, seré un crítico severo de las malas acciones aún de mis recomendados. Cada concejal debe ser fin de sí mismo. El fundamento de ello es su dignidad de personas que consiste, en último término, en su autonomía, es decir, su capacidad para someterse libremente a los dictados de su moral. Y esto es lo que queremos, profesionales capaces.
Yo he elaborado la siguiente lista. Por ellos daría mi voto. Entre los que no nombro lo he dicho, hay gente buena, a la que no recomiendo porque no conozco y a otros que son candidatos buenos tampoco los menciono porque no tienen ninguna posibilidad de salir.
Los nombres son, para la asamblea: María Cleofe Martínez (la Coco): quiere al Cesar, tiene la experiencia, seriedad y es una líder del progreso. Camilo Lacouture: honestidad, valentía y compromiso. Alfonso Campo: juventud y seriedad. Popo Barros: trabajo y experiencia. Juanita Ramírez: abogada de experiencia. Eduardo Esquivel: catalogado como uno de los buenos diputados, de carácter, crítico.
Para el concejo: Ricardo José López Valera: su eslogan “valora lo nuestro”, de las nuevas generaciones, uno de los profesionales más sobresalientes, su número el 19 del Partido Verde. Hernán “Pipe” Araujo, cero carreta, el joven de soluciones reales. Pepe Yamín Castro: en busca de la excelencia. Jorge Crespo: excelente profesional que se pondrá al servicio de la ciudad. Obeida Salgado: es una de las profesionales más preparadas, de trabajo y experiencia. Sthefany López: abogada y vallenata, soluciones en serio para volver a crecer y a creer en el concejo. Miguel Ángel Martínez Cabello: su compromiso es defender los valores éticos para eliminar la corrupción. Nacho Baquero: activo y estudioso. Laureano Peñaranda: este joven nació para servir, inteligente e independiente.
Para la próxima columna dejaré pendiente lo de gobernación y alcaldía de Valledupar. Sin embargo, quiero agregar que los actuales candidatos como pocas veces todos son buenos, cumplen con los requisitos requeridos; son personas de experiencia, serias, profesionales, que quieren prestar un buen servicio a su departamento y municipio.
¡Ah! Se me olvidaba: quiero aprovechar para mencionar y recomendar algunos candidatos de las alcaldías de municipios: Nayarit Hernández: Pueblo Bello: mejor candidata no pueden tener. Nancy Zuleta de Oñate: La Paz: inmejorable. Jesualdo Arzuaga: San Diego, profesional distinguido, serio y sobresaliente. Gustavo Aroca: Chiriguaná: excelente diputado, de carácter y rectitud, conoce su pueblo. Como diputado lo hizo bien. Es de esperar que también lo haga como alcalde.
Y ADEMÁS… Por: Alberto Herazo Palmera A raíz de dos editoriales del diario El pilón sobre “Piense Bien su Voto… a la asamblea y concejo”, tengo tema para esta columna. Yo pienso que es hora de tomar una decisión y esto va para los electores, incluyendo los indecisos. Lo cierto es que su voto debe […]
Y ADEMÁS…
Por: Alberto Herazo Palmera
A raíz de dos editoriales del diario El pilón sobre “Piense Bien su Voto… a la asamblea y concejo”, tengo tema para esta columna.
Yo pienso que es hora de tomar una decisión y esto va para los electores, incluyendo los indecisos. Lo cierto es que su voto debe pensarlo bien, no sea pendejo, no se deje engañar, no venda su voto, vote a conciencia.
Veo mucho entusiasmo en la ciudadanía en lo que tiene que ver con la gobernación y alcaldía y un poco de frialdad con relación a los candidatos a la asamblea y concejo. Por ejemplo, en el caso del concejo pienso que debe ser por la cantidad de aspirantes, más de 200, qué “tutti frutti”, qué locura por favor. Y por el lado de la asamblea, será que las alternativas son tibias y los candidatos pocos convincentes.
Con relación a la asamblea fui en muchas ocasiones partidario de acabar con este organismo, porque la verdad sea dicha en el caso nuestro si se hiciera un examen detallado de los últimos años de labores de nuestras asambleas departamentales, el resultado fue deplorable y totalmente negativo. Naturalmente, esta mala fama de la asamblea no les cae a todos los diputados, tres o cuatro son muy buenos y ustedes saben quiénes son.
Sin embargo, hoy no comparto con quienes manifiestan que son organismos obsoletos que hoy no tienen razón de ser dentro de una moderna concepción del Estado. Lo que pasa es que hay que convertir estos cuerpos en algo más operante y eso esperamos de los que salgan elegidos.
En cuanto al concejo municipal no podemos ocultar su importancia, pero ha pasado mucho bagre, concejales desconocidos sin cultura y sin preparación.
Y lo que necesitamos es que el 30 de octubre los que salgan tengan el compromiso y el reto de recuperar la majestad de este cuerpo legislativo. Este nuevo concejo debe asumir una responsabilidad determinante y crucial en la historia de Valledupar. Por mi parte, seré un crítico severo de las malas acciones aún de mis recomendados. Cada concejal debe ser fin de sí mismo. El fundamento de ello es su dignidad de personas que consiste, en último término, en su autonomía, es decir, su capacidad para someterse libremente a los dictados de su moral. Y esto es lo que queremos, profesionales capaces.
Yo he elaborado la siguiente lista. Por ellos daría mi voto. Entre los que no nombro lo he dicho, hay gente buena, a la que no recomiendo porque no conozco y a otros que son candidatos buenos tampoco los menciono porque no tienen ninguna posibilidad de salir.
Los nombres son, para la asamblea: María Cleofe Martínez (la Coco): quiere al Cesar, tiene la experiencia, seriedad y es una líder del progreso. Camilo Lacouture: honestidad, valentía y compromiso. Alfonso Campo: juventud y seriedad. Popo Barros: trabajo y experiencia. Juanita Ramírez: abogada de experiencia. Eduardo Esquivel: catalogado como uno de los buenos diputados, de carácter, crítico.
Para el concejo: Ricardo José López Valera: su eslogan “valora lo nuestro”, de las nuevas generaciones, uno de los profesionales más sobresalientes, su número el 19 del Partido Verde. Hernán “Pipe” Araujo, cero carreta, el joven de soluciones reales. Pepe Yamín Castro: en busca de la excelencia. Jorge Crespo: excelente profesional que se pondrá al servicio de la ciudad. Obeida Salgado: es una de las profesionales más preparadas, de trabajo y experiencia. Sthefany López: abogada y vallenata, soluciones en serio para volver a crecer y a creer en el concejo. Miguel Ángel Martínez Cabello: su compromiso es defender los valores éticos para eliminar la corrupción. Nacho Baquero: activo y estudioso. Laureano Peñaranda: este joven nació para servir, inteligente e independiente.
Para la próxima columna dejaré pendiente lo de gobernación y alcaldía de Valledupar. Sin embargo, quiero agregar que los actuales candidatos como pocas veces todos son buenos, cumplen con los requisitos requeridos; son personas de experiencia, serias, profesionales, que quieren prestar un buen servicio a su departamento y municipio.
¡Ah! Se me olvidaba: quiero aprovechar para mencionar y recomendar algunos candidatos de las alcaldías de municipios: Nayarit Hernández: Pueblo Bello: mejor candidata no pueden tener. Nancy Zuleta de Oñate: La Paz: inmejorable. Jesualdo Arzuaga: San Diego, profesional distinguido, serio y sobresaliente. Gustavo Aroca: Chiriguaná: excelente diputado, de carácter y rectitud, conoce su pueblo. Como diputado lo hizo bien. Es de esperar que también lo haga como alcalde.