Cansados de la alta contaminación ambiental y sonora que causa el tránsito del tren de Ferrocarriles del Norte de Colombia, el Comité de Veeduría Ciudadana por una Bosconia sin Contaminación solicita de manera urgente la construcción de variantes, con el fin de sacar la vía férrea del casco urbano de dicha población.
El alto ruido y el polvillo del carbón diario que asimilan los habitantes del municipio minerocrea incertidumbre y desesperación, sobre todo a las personas que residen en cercanías de la vía.
Según el comité, en el 2008 el Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial (hoy Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible), a través de la oficina asesora de la Dirección de Licencia, Permisos y Trámites Ambientales, ordenó el desvío de la vía férrea.
Sin embargo, hasta la fecha la orden no se ha cumplido. La locomotora sigue el curso de hace décadas generando las mismas molestias y un alto grado de contaminación, al que ahora se le suma las canteras ubicadas en la misma zona, provocando problemas en la salud en los lugareños.
El permiso de la línea
El 5 de agosto de 1994 el Ministerio de Ambiente emitió la Resolución número 00237, por el cual se otorga licencia ambiental, en donde se aclara:
“Que la Empresa Colombiana de Vías Férreas- Ferrovías- solicitó a la Corporación Autónoma Regional del departamento del Cesar- del Magdalena-Corpomag-, el otorgamiento de la licencia ambiental para la obra de rehabilitación de la línea férrea de La Loma- Santa Marta…”.
En dicha Resolución se aclara que Corpocesar y Corpomag enviaron al Ministerio del Medio Ambiente la solicitud de impacto ambiental y una vez enviado el estudio la Dirección Ambiental Sectorial emitió el concepto técnico N° 002 de 1994, el cual le dio viabilidad para el otorgamiento de licencia ambiental a la rehabilitación de la línea férrea.
En el numeral 3 del artículo 1° de la norma se esclarece que el peticionario deberá montar una red de medición de la calidad de aire (partículas en suspensión) la cual debe incluir diferentes puntos a lo largo de la vía férrea, resultante de un estudio detallado de la densidad de la población, de los usos de suelo y de las condiciones climáticas de la zona.
“El muestreo deberá iniciarse antes de las obras de rehabilitación de la vía y deberá mantenerse durante las etapas de construcción y operación”, dice en la ley, pero al parecer la contaminación es continua.

Por Merlin Duarte García/EL Pilón
[email protected]