El Gaula de la Policía comprobó que desde este establecimiento carcelario de Valledupar se realizan llamadas extorsivas.
Denuncias sobre extorsiones que se estarían cometiendo desde el interior de la Cárcel Judicial, obligó a las autoridades realizar un operativo de registro y control dentro del penal ubicado en el barrio Jorge Dangond de Valledupar.
Más de 100 uniformados de la Policía y del Inpec se tomaron los patios del centro de reclusión y en el operativo de registro hallaron armas blancas, teléfonos celulares y estupefacientes.
“Tenemos información que desde esta cárcel se hacían algunas coordinaciones para realizar actos delictivos en la ciudad. El viernes se realiza una operación de registro al interior de la cárcel Judicial de Valledupar, este procedimiento se hace de la mano de las autoridades del Inpec y se logra inicialmente ingresar a todos los patios, el resultado de estas actividades de registro son la incautación de 50 armas blancas, todas ellas artesanales, 21 celulares con sus diferentes componentes tales como cargadores, también 27 baterías 30 Sim Card, 335 dosis de marihuana.
Esta actividad sumamente importante sin duda abarca toda una estrategia para minimizar y hacerle un cerco efectivo a la delincuencia en Valledupar”, manifestó el subcomandante de la Policía Cesar, coronel Jorge Urquijo.
Las autoridades indicaron que desde la cárcel realizan llamadas extorsivas a comerciantes, ganaderos y otras personas del común en todo el Cesar.
De acuerdo con las investigaciones del Gaula de la Policía, los delincuentes llamaban a sus víctimas y se hacían pasar como integrantes de bandas criminales para hacer exigencias económicas que osciñam entre uno y 40 millones de pesos.
Tácticas de estafa desde las cárceles
Planes de ahorro programado, Tío o tía, el trasteo de Ecuador y feliz ganador, esas son algunas de las nuevas modalidades de extorsión que las autoridades ha detectado en las investigaciones que adelanta a cerca de más de 400 bandas identificadas en este delito en el país.
Muchas de ellas eran conocidas como estafa, y ahora son usadas para presionar millonarios pagos desde las cárceles.
El método de extorsión más popular es la de tía o tío, en la que un preso desde su celda hace una llamada al teléfono fijo, o al celular, con voz agitada y entre llanto, sin mencionar nombre alguno, dice: “tío, tío, me acaban de capturar”. Con solo esa frase, logra que la víctima termine dando información con la que los presos arman una historia en la que supuestamente un sobrino fue capturado con droga o armas, y para que no sea judicializado debe pagar entre 500 mil y 700 mil pesos.
La otra modalidad recurrente es la conocida como ‘feliz ganador’. Con un mensaje de texto o una llamada, celebran que la víctima supuestamente se acaba de ganar 15 millones de pesos o un carro y para acceder al premio debe dar los datos de dos familiares y hacer una recarga de 500 mil pesos a un número celular.
En cuanto al ‘ahorro programado’, los extorsionistas ofrecen rendimientos del dinero, de forma similar a las llamadas ‘cadenas’ o ‘pirámides’, y tras la consignación de la primera cuota dejan de llamar o contestar.
Finalmente, está la modalidad del ‘trasteo’. Para engañar, los extorsionistas utilizan la información dada por las mismas víctimas en anteriores llamadas y crean una historia alrededor de una supuesta caleta dentro de un trasteo. En otros casos, la información no coincide, pero la curiosidad de la víctima hace que sea embaucada. En ese caso, convencen a la víctima de consignar un dinero al conductor del camión, ya sea para la gasolina o para que lleve el trasteo a la casa. En el engaño, la víctima incluso cree hablar con el conductor, que en realidad es un preso.
Redacción Judicial / EL PILÓN
El Gaula de la Policía comprobó que desde este establecimiento carcelario de Valledupar se realizan llamadas extorsivas.
Denuncias sobre extorsiones que se estarían cometiendo desde el interior de la Cárcel Judicial, obligó a las autoridades realizar un operativo de registro y control dentro del penal ubicado en el barrio Jorge Dangond de Valledupar.
Más de 100 uniformados de la Policía y del Inpec se tomaron los patios del centro de reclusión y en el operativo de registro hallaron armas blancas, teléfonos celulares y estupefacientes.
“Tenemos información que desde esta cárcel se hacían algunas coordinaciones para realizar actos delictivos en la ciudad. El viernes se realiza una operación de registro al interior de la cárcel Judicial de Valledupar, este procedimiento se hace de la mano de las autoridades del Inpec y se logra inicialmente ingresar a todos los patios, el resultado de estas actividades de registro son la incautación de 50 armas blancas, todas ellas artesanales, 21 celulares con sus diferentes componentes tales como cargadores, también 27 baterías 30 Sim Card, 335 dosis de marihuana.
Esta actividad sumamente importante sin duda abarca toda una estrategia para minimizar y hacerle un cerco efectivo a la delincuencia en Valledupar”, manifestó el subcomandante de la Policía Cesar, coronel Jorge Urquijo.
Las autoridades indicaron que desde la cárcel realizan llamadas extorsivas a comerciantes, ganaderos y otras personas del común en todo el Cesar.
De acuerdo con las investigaciones del Gaula de la Policía, los delincuentes llamaban a sus víctimas y se hacían pasar como integrantes de bandas criminales para hacer exigencias económicas que osciñam entre uno y 40 millones de pesos.
Tácticas de estafa desde las cárceles
Planes de ahorro programado, Tío o tía, el trasteo de Ecuador y feliz ganador, esas son algunas de las nuevas modalidades de extorsión que las autoridades ha detectado en las investigaciones que adelanta a cerca de más de 400 bandas identificadas en este delito en el país.
Muchas de ellas eran conocidas como estafa, y ahora son usadas para presionar millonarios pagos desde las cárceles.
El método de extorsión más popular es la de tía o tío, en la que un preso desde su celda hace una llamada al teléfono fijo, o al celular, con voz agitada y entre llanto, sin mencionar nombre alguno, dice: “tío, tío, me acaban de capturar”. Con solo esa frase, logra que la víctima termine dando información con la que los presos arman una historia en la que supuestamente un sobrino fue capturado con droga o armas, y para que no sea judicializado debe pagar entre 500 mil y 700 mil pesos.
La otra modalidad recurrente es la conocida como ‘feliz ganador’. Con un mensaje de texto o una llamada, celebran que la víctima supuestamente se acaba de ganar 15 millones de pesos o un carro y para acceder al premio debe dar los datos de dos familiares y hacer una recarga de 500 mil pesos a un número celular.
En cuanto al ‘ahorro programado’, los extorsionistas ofrecen rendimientos del dinero, de forma similar a las llamadas ‘cadenas’ o ‘pirámides’, y tras la consignación de la primera cuota dejan de llamar o contestar.
Finalmente, está la modalidad del ‘trasteo’. Para engañar, los extorsionistas utilizan la información dada por las mismas víctimas en anteriores llamadas y crean una historia alrededor de una supuesta caleta dentro de un trasteo. En otros casos, la información no coincide, pero la curiosidad de la víctima hace que sea embaucada. En ese caso, convencen a la víctima de consignar un dinero al conductor del camión, ya sea para la gasolina o para que lleve el trasteo a la casa. En el engaño, la víctima incluso cree hablar con el conductor, que en realidad es un preso.
Redacción Judicial / EL PILÓN