Por: Ricardo Quintero Baute

Una vez elegido presidente Santos, los conservadores al enteramos que Juan Camilo Restrepo Salazar, sería nombrado Ministro de Agricultura; manifestamos el beneplácito entendiendo que se trataba de un hombre de talla presidencial.

Quien iba pensar que producto del descontento, por lo además de mala es una petulante gestión, los conservadores de militancia y el país agropecuario en general, meses después de la posesión de Santos íbamos a coincidir con el máximo exponente de la izquierda en el congreso, el senador Polista Jorge Robledo en cuanto a que el ministro de Agricultura desde hace un rato largo se está rajando en su gestión.

Una vez más se anunció que un espacio privado tendrían los arroceros, ganaderos, los maiceros y algodoneros del departamento del Cesar para exponer sus inquietudes ante el ministro de Agricultura, Juan Camilo Restrepo, quien vendría a Valledupar el 8 de marzo, pero una vez más dijo que no podía venir.

El sector agropecuario del Cesar aún espera planteamientos que sean verdad y no pretenda mostrarnos cifras maquilladas como aquella que señala que la tasa de desempleo rural cayó al 5.3%.

El profesional Vallenato José Antonio Larrazábal al hacer un análisis de la cifra anterior, manifestó en un emisora local la realidad, al señalar palabras más palabras menos que las cifras del ministro pretenden mostrar que en el campo hay casi pleno empleo; pero se le olvida que el abandono del campo por la falta de oportunidad y si se le compara con un PIB del campo del 2% mientras que en el resto de sectores de la economía nacional el PIB va casi en un 4%; demuestran que la información de Restrepo Salazar es bastante sesgada en cuanto que no se hace el análisis completo del número de campesinos que engrosan el desempleo de la ciudad.

Si Restrepo Salazar, pretendía venir al Cesar sin interés de solucionar, mejor que no haya venido y personaje no grato se le debería declarar.

“La ruina y la pobreza acosan a los cafeteros” según el senador Jorge Robledo, que pensar de los algodoneros, maiceros y ganaderos que en materia de subsidios reciben mucho menos que los cafeteros. Dignidad Cafetera se hace llamar la organización gremial de los huelguistas que en días pasados observamos en los distintos medios de comunicación quejarse por el precio de sustentación, por la imposibilidad económica de subir el valor de los jornales y para pagar los créditos bancarios.

Doctor Carlos Muñoz Pérez, Secretario de Agricultura y Desarrollo Empresarial, el ministro no vino; estudiemos alternativas y escenarios para exigirle al gobierno ser puntual en lo que ofrezca al Cesar. Que aquí también exista dignidad.