En un día como hoy, enero diecinueve, hace ochenta y nueve años, nació en Dolores Hidalgo, Guanajuato (México), José Alfredo Jiménez Sandoval, sin duda alguna, un obligado referente de la música ranchera para millones de hispanoparlantes en todo el mundo. Su corta existencia -murió a los cuarenta y siete años de edad-, no fue óbice […]
En un día como hoy, enero diecinueve, hace ochenta y nueve años, nació en Dolores Hidalgo, Guanajuato (México), José Alfredo Jiménez Sandoval, sin duda alguna, un obligado referente de la música ranchera para millones de hispanoparlantes en todo el mundo. Su corta existencia -murió a los cuarenta y siete años de edad-, no fue óbice para que soltando la rienda de su prolífica imaginación, nos legara un sin número de obras, que a pesar del tiempo, se mantienen imborrables en la memoria de propios y extraños. Andrés Huesca, fue quien tuvo la fortuna de descubrir su lírica, pues era asiduo visitante del restaurante “La Sirena”, donde José Alfredo trabajaba como mesero. Fue él quien le grabó el tema “Yo”, con el que debutó en el arte de la composición. Más adelante lo haría como intérprete y actor.
En sus comienzos como compositor, logró que le grabaran: Miguel Aceves Mejía –su padrino de bodas-, Pedro Infante, Chabela Vargas y María Dolores Pradera entre muchos otros. Se casó con Paloma Gálvez, con quien tuvo dos hijos, Paloma y José Alfredo. La vida bohemia lo llevó a incurrir en excesos que muy temprano le pasaron cuenta de cobro, pues una cirrosis hepática, apagó las luces de su existencia, el 23 de noviembre de 1973.
Entre sus composiciones más famosas se recuerdan: Ella, Un mundo raro, El rey, Si nos dejan, Los caminos de Guanajuato, Pa’ todo el año, Paloma querida –dedicada a su esposa Paloma en su cumpleaños-, El siete mares, Llegó borracho el borracho, La media vuelta, La enorme distancia, El caballo blanco, No me amenaces, La mano de Dios; grabadas por una interminable lista de intérpretes famosos. Tal es el caso de: Julio Iglesias, Rocío Durcal, Vicente Fernández, Luis Miguel, Maná, Pedro Vargas y José Luis Rodríguez, entre muchos otros.
A este famoso cantautor mexicano, se le reconoce haber despertado el sentimiento patrio entre sus paisanos, como respuesta a la alienación cultural de los norteamericanos, y muy a pesar de sus cada vez mayores quebrantos de salud, tuvo tiempo de despedirse de su respetado público con un tema inolvidable: “Gracias”. Pero no puedo terminar este humilde, pero muy sentido homenaje a su memoria, sin expresar mi gratitud por su canción “Paloma querida”, con la que gracias a Dios, pude conquistar para siempre, el amor de mi adorada esposa Ximena Cristina Gutiérrez. Es por todo esto, y mil cosas más, que podemos concluir sin temor a equívocos, que José Alfredo Jiménez, sigue siendo el Rey.
En un día como hoy, enero diecinueve, hace ochenta y nueve años, nació en Dolores Hidalgo, Guanajuato (México), José Alfredo Jiménez Sandoval, sin duda alguna, un obligado referente de la música ranchera para millones de hispanoparlantes en todo el mundo. Su corta existencia -murió a los cuarenta y siete años de edad-, no fue óbice […]
En un día como hoy, enero diecinueve, hace ochenta y nueve años, nació en Dolores Hidalgo, Guanajuato (México), José Alfredo Jiménez Sandoval, sin duda alguna, un obligado referente de la música ranchera para millones de hispanoparlantes en todo el mundo. Su corta existencia -murió a los cuarenta y siete años de edad-, no fue óbice para que soltando la rienda de su prolífica imaginación, nos legara un sin número de obras, que a pesar del tiempo, se mantienen imborrables en la memoria de propios y extraños. Andrés Huesca, fue quien tuvo la fortuna de descubrir su lírica, pues era asiduo visitante del restaurante “La Sirena”, donde José Alfredo trabajaba como mesero. Fue él quien le grabó el tema “Yo”, con el que debutó en el arte de la composición. Más adelante lo haría como intérprete y actor.
En sus comienzos como compositor, logró que le grabaran: Miguel Aceves Mejía –su padrino de bodas-, Pedro Infante, Chabela Vargas y María Dolores Pradera entre muchos otros. Se casó con Paloma Gálvez, con quien tuvo dos hijos, Paloma y José Alfredo. La vida bohemia lo llevó a incurrir en excesos que muy temprano le pasaron cuenta de cobro, pues una cirrosis hepática, apagó las luces de su existencia, el 23 de noviembre de 1973.
Entre sus composiciones más famosas se recuerdan: Ella, Un mundo raro, El rey, Si nos dejan, Los caminos de Guanajuato, Pa’ todo el año, Paloma querida –dedicada a su esposa Paloma en su cumpleaños-, El siete mares, Llegó borracho el borracho, La media vuelta, La enorme distancia, El caballo blanco, No me amenaces, La mano de Dios; grabadas por una interminable lista de intérpretes famosos. Tal es el caso de: Julio Iglesias, Rocío Durcal, Vicente Fernández, Luis Miguel, Maná, Pedro Vargas y José Luis Rodríguez, entre muchos otros.
A este famoso cantautor mexicano, se le reconoce haber despertado el sentimiento patrio entre sus paisanos, como respuesta a la alienación cultural de los norteamericanos, y muy a pesar de sus cada vez mayores quebrantos de salud, tuvo tiempo de despedirse de su respetado público con un tema inolvidable: “Gracias”. Pero no puedo terminar este humilde, pero muy sentido homenaje a su memoria, sin expresar mi gratitud por su canción “Paloma querida”, con la que gracias a Dios, pude conquistar para siempre, el amor de mi adorada esposa Ximena Cristina Gutiérrez. Es por todo esto, y mil cosas más, que podemos concluir sin temor a equívocos, que José Alfredo Jiménez, sigue siendo el Rey.