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Columnista - 21 marzo, 2022

Pensando en voz alta

Después del triunfo arrollador del Pacto Histórico en las pasadas elecciones, donde pasó, para decirlo en términos ciclísticos, de gregario a líder de la competencia, es bueno atemperarse y pensar con cabeza fría el siguiente movimiento que es la escogencia de la fórmula vicepresidencial, es una carta muy importante donde entran en juego demasiadas cosas, y donde resulta muy fácil equivocarse.

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Después del triunfo arrollador del Pacto Histórico en las pasadas elecciones, donde pasó, para decirlo en términos ciclísticos, de gregario a líder de la competencia, es bueno atemperarse y pensar con cabeza fría el siguiente movimiento que es la escogencia de la fórmula vicepresidencial, es una carta muy importante donde entran en juego demasiadas cosas, y donde resulta muy fácil equivocarse.

Al respecto hacemos las siguientes reflexiones, pensando en voz alta. Los sectores de la ultraderecha son los más opuestos al candidato Petro, en ella se concentran los sectores gremiales, empresariales, agroindustriales, la banca, militares en uso de buen retiro, entre otros. De tal manera, que se podría estar pensando en alguien de este sector para mandar un mensaje de tranquilidad, a quienes sienten temor ante un eventual triunfo de la izquierda.

Asimismo, resultaría acertado pensar en una mujer, pues en ella se tendría la representación de un vasto sector del electorado, amén del tema de la desigualdad. De igual forma se hace necesario que el (la) ungido(a) sea una persona conciliadora, moderada, que logre consensos, que no disensos, que al propio tiempo tenga idoneidad profesional, cuente con una pulcra hoja de servicios (sin investigaciones pendientes), y tenga carisma. Consideramos que, dicha elección deberá recaer en una persona que al menos reúna dos de estas tres condiciones, de cara a la primera y a una probable segunda vuelta. 

No obstante, para realizar este ejercicio hay que despojarse de la soberbia que es mala consejera, y mirar con humildad lo que viene a futuro, como bien se señala en Primera de Juan 2:16 “La vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo”. Se debe pues abandonar actitudes triunfalistas; recordemos el error que se cometió en las elecciones presidenciales pasadas, con la escogencia de Ángela María Robledo, equivocarse ahora podría resultar garrafal, y es justamente lo que esperan sus adversarios. Consultar con las bases sería una sabia decisión, pues el mensaje es que hay democracia que no dedocracia.

Lo sucedido con la selección Colombia y el famoso 5-0 frente al combinado de Argentina, nos deja una gran lección, pues pensamos que con eso ya éramos campeones y el desenlace no pudo ser peor.

Nota de cierre: Resulta curioso que el Centro Esperanza niegue la propuesta hecha a Francia Márquez para que aceptara la vice, cuando el escogido por Fajardo fue el exministro Luis Murillo apostándole al voto de las negritudes ¿Quién miente? Aquí sí cabe el dicho: blanco es, gallina lo pone, y frito se come.

Por Darío Arregocés Baute

[email protected]

Columnista
21 marzo, 2022

Pensando en voz alta

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Dario Arregoces

Después del triunfo arrollador del Pacto Histórico en las pasadas elecciones, donde pasó, para decirlo en términos ciclísticos, de gregario a líder de la competencia, es bueno atemperarse y pensar con cabeza fría el siguiente movimiento que es la escogencia de la fórmula vicepresidencial, es una carta muy importante donde entran en juego demasiadas cosas, y donde resulta muy fácil equivocarse.


Después del triunfo arrollador del Pacto Histórico en las pasadas elecciones, donde pasó, para decirlo en términos ciclísticos, de gregario a líder de la competencia, es bueno atemperarse y pensar con cabeza fría el siguiente movimiento que es la escogencia de la fórmula vicepresidencial, es una carta muy importante donde entran en juego demasiadas cosas, y donde resulta muy fácil equivocarse.

Al respecto hacemos las siguientes reflexiones, pensando en voz alta. Los sectores de la ultraderecha son los más opuestos al candidato Petro, en ella se concentran los sectores gremiales, empresariales, agroindustriales, la banca, militares en uso de buen retiro, entre otros. De tal manera, que se podría estar pensando en alguien de este sector para mandar un mensaje de tranquilidad, a quienes sienten temor ante un eventual triunfo de la izquierda.

Asimismo, resultaría acertado pensar en una mujer, pues en ella se tendría la representación de un vasto sector del electorado, amén del tema de la desigualdad. De igual forma se hace necesario que el (la) ungido(a) sea una persona conciliadora, moderada, que logre consensos, que no disensos, que al propio tiempo tenga idoneidad profesional, cuente con una pulcra hoja de servicios (sin investigaciones pendientes), y tenga carisma. Consideramos que, dicha elección deberá recaer en una persona que al menos reúna dos de estas tres condiciones, de cara a la primera y a una probable segunda vuelta. 

No obstante, para realizar este ejercicio hay que despojarse de la soberbia que es mala consejera, y mirar con humildad lo que viene a futuro, como bien se señala en Primera de Juan 2:16 “La vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo”. Se debe pues abandonar actitudes triunfalistas; recordemos el error que se cometió en las elecciones presidenciales pasadas, con la escogencia de Ángela María Robledo, equivocarse ahora podría resultar garrafal, y es justamente lo que esperan sus adversarios. Consultar con las bases sería una sabia decisión, pues el mensaje es que hay democracia que no dedocracia.

Lo sucedido con la selección Colombia y el famoso 5-0 frente al combinado de Argentina, nos deja una gran lección, pues pensamos que con eso ya éramos campeones y el desenlace no pudo ser peor.

Nota de cierre: Resulta curioso que el Centro Esperanza niegue la propuesta hecha a Francia Márquez para que aceptara la vice, cuando el escogido por Fajardo fue el exministro Luis Murillo apostándole al voto de las negritudes ¿Quién miente? Aquí sí cabe el dicho: blanco es, gallina lo pone, y frito se come.

Por Darío Arregocés Baute

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