A sus 19 años, al cesarense Claudio Andrés Maestre cosecha una prometedora carrera deportiva en las artes marciales, en un deporte de origen oriental conocido como Muay Thai o boxeo tailandés.

Contrario a lo que ocurre con la mayoría de atletas del país, este joven nacido en Bosconia pero criado en Patillal desde los cinco años de edad, ha logrado adjudicarse dos títulos como campeón nacional de este deporte en los 70 kilogramos en un lapso menor a dos meses de los ocho que lleva como practicante de esta disciplina.

Según el peleador, la dedicación, el esfuerzo, la disciplina y el acompañamiento de su entrenador Víctor Sheiro son los motivos que hoy lo tienen soñando con el título panamericano y la clasificación al mundial de Muay Thai.

¿Qué lo llevó a practicar esta disciplina?

Yo antes practicaba artes marciales mixtas y lo que mas me gustaba era el kick boxing, por eso cuando conocí el Muay Thai me sentí identificado con el deporte y después conocí al profesor Víctor Sheiro en la Liga de Boxeo del Cesar. Yo ahí entrenaba por hobby y me daban muy duro, pero con el profe aprendí otra forma de practicar lo que me gusta y me di la oportunidad de dedicarme a eso.

¿Cree que su talento le ha ayudado a conseguir tantos logros en tan poco tiempo?

No creo que se trate tanto de talento, porque yo soy de los que creen que el peleador no nace sino que se hace. Yo siempre he sido muy aplicado a mis entrenamientos y ejercicios, y la exigencia del profesor y mis propias metas me han permitido formar lo que soy ahora.

¿Siempre se ha considerado aguerrido?
Aunque nunca le he retrocedido a nadie, al principio era tímido y muy receptivo, no era ni siquiera aguerrido, pero eso fue algo que aprendí con el profesor Sheiro. Yo era de esos peleadores que necesitaba que le pegaran un incentivo para poder devolver el golpe, entonces el profe me agarraba a golpes cuando hacíamos de sparring y me presionaba mucho, tratando de sacar la rabia dentro de mí para que yo también pegara porque si no me daban, yo no respondía.

¿Qué sintió en su primer torneo, cuando venció por primera vez al entonces campeón nacional, Davinson Holguín?
Estaba emocionado y a la vez asustado. Pensé que me iban a moler en la competencia, pero tenía todas las ganas de ir, confié en mi preparación y después de hacer tanto sparring con el profe, sabía que podría medirme con cualquiera y hacer lo mejor.

Después se volvió a enfrentar ante Holguín y nuevamente le arrebató el título.
Para mí es algo muy grande porque es lo que yo quería. Cuando lo probé con mis golpes, él me dio los suyos y yo me fui sobre él y me retrocedió, me di cuenta que podía llevar el combate adelante e incluso ganarlo. Me sentí mejor porque las personas reconocieron mis capacidades y él también aceptó su derrota. Con mis logros no solo he cumplido mis propias metas sino que también traje orgullo a mi familia, a mi profesor y también le demostré a las personas que no han creído que si se puede lograr.

¿Cómo se ve a futuro?
Me veo como uno de los mejores peleadores, no solo de Colombia sino del mundo. De hecho, sueño con reventarle la boca al campeón actual de Muay Thai en mi categoría, es mi mayor objetivo.

Ahora viene para usted dos competencias. Una en Venezuela y otra Brasil. ¿Qué espera?
A Venezuela voy con toda y no pienso perder, así mismo pienso hacer en Brasil, porque así como me dijo Óscar Arismendi (presidente de la WKN Colombia), en mis ojos y en mi mente se ve el hambre de victoria, y esa es la verdad. Para eso me entreno, en mi mente no está la derrota.

Con solo 19 años, Claudio Andrés Maestre es bicampeón nacional de Muay Thai. Es estudiante de control de calidad en el Sena y reside en Valledupar.

Por Daniela Marbello / EL PILÓN
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