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Columnista - 21 febrero, 2017

Paz electoral en el Cesar

Cuando faltan 13 meses para las elecciones legislativas y 15 meses para las presidenciales, ya se habla de unos 20 posibles candidatos al primer cargo público del país, mientras que para el Congreso de la República hay muchos patos listos para lanzarse al agua, lo cual indica que en este 2017 va a estar muy […]

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Cuando faltan 13 meses para las elecciones legislativas y 15 meses para las presidenciales, ya se habla de unos 20 posibles candidatos al primer cargo público del país, mientras que para el Congreso de la República hay muchos patos listos para lanzarse al agua, lo cual indica que en este 2017 va a estar muy caliente la política en Colombia, donde las regiones serán fundamentales.

Las elecciones legislativas se desarrollarán el domingo 11 de marzo de 2018 y las elecciones presidenciales serán el 27 de mayo de ese mismo año, si el candidato ganador no logra la mitad más uno del total de votos válidos se realizaría la segunda vuelta el 17 de junio de 2018 entre los dos aspirantes que obtuvieron mayor votación en la primera vuelta.

En el Cesar, y su capital Valledupar, el furor electoral también estará candente al tenor de las distintas corrientes políticas que en esta región pujarán por sus respectivas candidaturas. Se presagia entonces una ardua lucha por el poder y es innegable que la medición de fuerzas iniciará desde las regiones.

Frente a este panorama y ante la coyuntura que vive el país en torno a la superación del conflicto armado, en el Cesar se hace imperiosa la necesidad de que las distintas autoridades comiencen a abanderar procesos encaminados a lograr y consolidar una paz electoral en esta región, a implementar medidas que permitan el desarrollo de un debate con altura en el territorio cesarense, donde prevalezca la argumentación de las tesis por encima de las reyertas personales, máxime cuando se trata de las primeras elecciones en el marco del posconflicto.

No tendría sentido que, después de los importantes avances que ha logrado el Gobierno Nacional en el tema de la paz, en el Cesar las próximas elecciones llegasen a convertirse en escenarios de conflictos, donde vuelvan a surgir las rencillas entre los viejos enemigos políticos de este departamento, algo que al parecer ya es cosa del pasado pero con posibilidades de retorno si no se deponen los intereses particulares de los sectores que estarían en contienda electoral.

Además, no se puede perder de vista que la corrupción se ha convertido en el tema obligado para las agendas de las distintas campañas, de seguro brotarán las denuncias que salpicarán a muchos, trayendo consigo retaliaciones que dejarán asomar la hipersensibilidad de los personajes cuestionados, esa será una realidad que deberán analizar las autoridades para evitar que ésta pueda llegar a violentar las elecciones.

Independiente de la posición que pudiesen asumir los eventuales protagonistas de las próximas jornadas electorales, son las autoridades gubernamentales de Valledupar y el Cesar  las llamadas a iniciar desde ya todo el alistamiento preelectoral con un enfoque conceptual dirigido a tomar conciencia sobre la importancia de la convivencia pacífica en un departamento otrora preso de las confrontaciones viscerales.

Ya el Alto Comisionado de Paz, Sergio Jaramillo Caro, hizo la advertencia en la pasada XVI Cumbre Mundial de Premios Nobel de Paz, cuando afirmó que “el interés por el poder tiende a derrotar el interés por la paz. Quiero pedirles que le exijan a los candidatos presidenciales para el 2018 que se comprometan pública y solemnemente a respetar el proceso de paz”.

Señor gobernador del Cesar, señor alcalde de Valledupar, ustedes dos en estos momentos son ejemplo de armonía institucional, que ello sirva de punto de partida para dar paso a la creación de un frente común que asuma de verdad un papel activo y pedagógico en pro de unas elecciones en paz. El llamado es también para periodistas y medios de comunicación para que sus tribunas informativas se conviertan en un faro orientador capaz de iluminar la inteligencia ciudadana.

Columnista
21 febrero, 2017

Paz electoral en el Cesar

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Oscar Martínez Ortiz

Cuando faltan 13 meses para las elecciones legislativas y 15 meses para las presidenciales, ya se habla de unos 20 posibles candidatos al primer cargo público del país, mientras que para el Congreso de la República hay muchos patos listos para lanzarse al agua, lo cual indica que en este 2017 va a estar muy […]


Cuando faltan 13 meses para las elecciones legislativas y 15 meses para las presidenciales, ya se habla de unos 20 posibles candidatos al primer cargo público del país, mientras que para el Congreso de la República hay muchos patos listos para lanzarse al agua, lo cual indica que en este 2017 va a estar muy caliente la política en Colombia, donde las regiones serán fundamentales.

Las elecciones legislativas se desarrollarán el domingo 11 de marzo de 2018 y las elecciones presidenciales serán el 27 de mayo de ese mismo año, si el candidato ganador no logra la mitad más uno del total de votos válidos se realizaría la segunda vuelta el 17 de junio de 2018 entre los dos aspirantes que obtuvieron mayor votación en la primera vuelta.

En el Cesar, y su capital Valledupar, el furor electoral también estará candente al tenor de las distintas corrientes políticas que en esta región pujarán por sus respectivas candidaturas. Se presagia entonces una ardua lucha por el poder y es innegable que la medición de fuerzas iniciará desde las regiones.

Frente a este panorama y ante la coyuntura que vive el país en torno a la superación del conflicto armado, en el Cesar se hace imperiosa la necesidad de que las distintas autoridades comiencen a abanderar procesos encaminados a lograr y consolidar una paz electoral en esta región, a implementar medidas que permitan el desarrollo de un debate con altura en el territorio cesarense, donde prevalezca la argumentación de las tesis por encima de las reyertas personales, máxime cuando se trata de las primeras elecciones en el marco del posconflicto.

No tendría sentido que, después de los importantes avances que ha logrado el Gobierno Nacional en el tema de la paz, en el Cesar las próximas elecciones llegasen a convertirse en escenarios de conflictos, donde vuelvan a surgir las rencillas entre los viejos enemigos políticos de este departamento, algo que al parecer ya es cosa del pasado pero con posibilidades de retorno si no se deponen los intereses particulares de los sectores que estarían en contienda electoral.

Además, no se puede perder de vista que la corrupción se ha convertido en el tema obligado para las agendas de las distintas campañas, de seguro brotarán las denuncias que salpicarán a muchos, trayendo consigo retaliaciones que dejarán asomar la hipersensibilidad de los personajes cuestionados, esa será una realidad que deberán analizar las autoridades para evitar que ésta pueda llegar a violentar las elecciones.

Independiente de la posición que pudiesen asumir los eventuales protagonistas de las próximas jornadas electorales, son las autoridades gubernamentales de Valledupar y el Cesar  las llamadas a iniciar desde ya todo el alistamiento preelectoral con un enfoque conceptual dirigido a tomar conciencia sobre la importancia de la convivencia pacífica en un departamento otrora preso de las confrontaciones viscerales.

Ya el Alto Comisionado de Paz, Sergio Jaramillo Caro, hizo la advertencia en la pasada XVI Cumbre Mundial de Premios Nobel de Paz, cuando afirmó que “el interés por el poder tiende a derrotar el interés por la paz. Quiero pedirles que le exijan a los candidatos presidenciales para el 2018 que se comprometan pública y solemnemente a respetar el proceso de paz”.

Señor gobernador del Cesar, señor alcalde de Valledupar, ustedes dos en estos momentos son ejemplo de armonía institucional, que ello sirva de punto de partida para dar paso a la creación de un frente común que asuma de verdad un papel activo y pedagógico en pro de unas elecciones en paz. El llamado es también para periodistas y medios de comunicación para que sus tribunas informativas se conviertan en un faro orientador capaz de iluminar la inteligencia ciudadana.