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Columnista - 30 agosto, 2013

Parcialmente Nublado

La construcción de una nación no debería ser tan sufrida; sin embargo, la edificación de Colombia se ha hecho en surcos de dolores. Para acabar con esta situación consuetudinaria, sería un conveniente ponerle fin al conflicto yen ese mismo acuerdo establecer como se encarara el Postconflicto.

Por Luis Elquiz Díaz

La construcción de una nación no debería ser tan sufrida; sin embargo, la edificación de Colombia se ha hecho en surcos de dolores. Para acabar con esta situación consuetudinaria,  sería un conveniente ponerle fin al conflicto yen ese mismo acuerdo establecer como se encarara el Postconflicto. 

En el largo camino de problemas, lograr la Paz en Colombia es apenas la punta del iceberg; por lo tanto, debería ser una concepción aceptada políticamente por todos los sectores. Pese a ello, hacer la paz no consiste en pasar la hoja, ni en ignorar el estamento jurídico que establece las penas que tipifican los delitos cometidos por los actores del conflicto. 

EL marco jurídico para la Paz, avalado por la Corte Constitucional se constituye en una herramienta para incorporar los acuerdos que se definan en la Habana, asimismo, los magistrados de la corte dejaron establecido que el instrumento jurídico no puede ser permisivo con la impunidad.  

Jurídicamente, la paz con impunidad es inadmisible, no obstante, el indulto y la amnistía hicieron parte de otros procesos similares. Dado el caso, también es inadmisible la no reparación a las víctimas.  

En aras de democratizar el proceso bienvenido es el referendo;para acreditar los acuerdos, la reparación a las víctimas y estructurar el postconflicto. Este mecanismo constitucional de participación ciudadana permite que el pueblo en la expresión de su poder soberano defina el rumbo y la reconstrucción de la nación, por ello, es absurdo que las FARC insistan en el interés de convocar una constituyente. 

El anunció del presidente Juan Manuel Santos de convocar a referendo los acuerdos de la habana, es un arma de doble filo en términos electorales para ungobierno que procura reelegirse, en ese sentido, se equivocan quienes consideran que el mecanismo ciudadano genera dividendos políticos.

Votar el referendo el  9 de marzo cuando se eligen los congresistas o en las presidenciales el 25 de mayo de 2014, no cambia de ninguna manera el decorado.

Además, constituye un ahorro al erario y es oportuno para reivindicar los principios de la democracia, en especial, si a las urnas se acercan más de 7.5 millones de colombianos con el objeto de definirun país conforme a sus convicciones o si se lo entregan a los interesados en mantener la horrible noche.

Los acuerdos se vienen estructurando, el marco para la paz avala el proceso, la justicia debe definir que la conciliación no admita impunidad y el pueblo a través del referendo se encargara de coadyuvar en la cimentación de la nación. 

Columnista
30 agosto, 2013

Parcialmente Nublado

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Luis Elquis Diaz

La construcción de una nación no debería ser tan sufrida; sin embargo, la edificación de Colombia se ha hecho en surcos de dolores. Para acabar con esta situación consuetudinaria, sería un conveniente ponerle fin al conflicto yen ese mismo acuerdo establecer como se encarara el Postconflicto.


Por Luis Elquiz Díaz

La construcción de una nación no debería ser tan sufrida; sin embargo, la edificación de Colombia se ha hecho en surcos de dolores. Para acabar con esta situación consuetudinaria,  sería un conveniente ponerle fin al conflicto yen ese mismo acuerdo establecer como se encarara el Postconflicto. 

En el largo camino de problemas, lograr la Paz en Colombia es apenas la punta del iceberg; por lo tanto, debería ser una concepción aceptada políticamente por todos los sectores. Pese a ello, hacer la paz no consiste en pasar la hoja, ni en ignorar el estamento jurídico que establece las penas que tipifican los delitos cometidos por los actores del conflicto. 

EL marco jurídico para la Paz, avalado por la Corte Constitucional se constituye en una herramienta para incorporar los acuerdos que se definan en la Habana, asimismo, los magistrados de la corte dejaron establecido que el instrumento jurídico no puede ser permisivo con la impunidad.  

Jurídicamente, la paz con impunidad es inadmisible, no obstante, el indulto y la amnistía hicieron parte de otros procesos similares. Dado el caso, también es inadmisible la no reparación a las víctimas.  

En aras de democratizar el proceso bienvenido es el referendo;para acreditar los acuerdos, la reparación a las víctimas y estructurar el postconflicto. Este mecanismo constitucional de participación ciudadana permite que el pueblo en la expresión de su poder soberano defina el rumbo y la reconstrucción de la nación, por ello, es absurdo que las FARC insistan en el interés de convocar una constituyente. 

El anunció del presidente Juan Manuel Santos de convocar a referendo los acuerdos de la habana, es un arma de doble filo en términos electorales para ungobierno que procura reelegirse, en ese sentido, se equivocan quienes consideran que el mecanismo ciudadano genera dividendos políticos.

Votar el referendo el  9 de marzo cuando se eligen los congresistas o en las presidenciales el 25 de mayo de 2014, no cambia de ninguna manera el decorado.

Además, constituye un ahorro al erario y es oportuno para reivindicar los principios de la democracia, en especial, si a las urnas se acercan más de 7.5 millones de colombianos con el objeto de definirun país conforme a sus convicciones o si se lo entregan a los interesados en mantener la horrible noche.

Los acuerdos se vienen estructurando, el marco para la paz avala el proceso, la justicia debe definir que la conciliación no admita impunidad y el pueblo a través del referendo se encargara de coadyuvar en la cimentación de la nación.