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El Vallenato - 1 mayo, 2018

“Para ser acordeonero no hay que ser de una región específica: rey Aficionado

Ronald Alejandro Torres es acordeonero de la Orquesta Filarmónica de Colombia en el concierto Romance Vallenato y músico de la Fuerza Aérea de Colombia.

Con el júbilo intacto por lograr uno de sus sueños de infancia (pasar a la historia musical como uno de los reyes del Festival de la Leyenda Vallenata), Ronald Alejandro Torres Salamanca, quien se alzó con la corona Aficionada 2018, le dedica su triunfo a Dios, a su familia, a sus paisanos boyacenses y a todas las personas que lo respaldaron con buenos deseos y buena energía.

Luego de conocer los resultados de la gran final de esta competencia, este joven de 20 años recibió muchas llamadas y mensajes de felicitación, percibiendo así la trascendencia de este título. Se durmió a las 4:00 a.m. agotado, pero no pudo dormir mucho porque cuando abría sus ojos su corazón ´se explotaba’ de emoción, despertando en firme como a las 8:00 a.m. para atender a los medios de comunicación del país.

Este joven de 20 años, que vive en Duitama, Boyacá, no es la primera vez que se destaca en su arte. Tiene en su palmarés las estatuillas de: rey Infantil en Nobsa, Boyacá; rey Infantil en un Festival Intercolegiado del colegio Domingo Sabio; rey Provinciano en Nobsa, Boyacá; rey Aficionado en Bucaramanga; rey Aficionado en Bogotá del Festival de la Media Torta, rey Aficionado en Caquezá, Cundinamarca, rey Aficionado en Comfacesar; segundo puesto en acordeón Aficionado en Patillal; y segundo lugar en un Festival Vallenato que hicieron en Bogotá, donde se fogueó con Fernando Rangel, Poncho Monsalvo, Javier Álvarez, entre otros certámenes.

Sin embargo, para él, la corona del Festival de la Leyenda Vallenata significa lo mejor que le ha pasado en su vida. “Es un logro muy grande e indescriptible; no tiene comparación, puesto que este certamen folclórico es lo más insigne del vallenato. Sé que tengo una gran responsabilidad de ahora en adelante y trabajaré incansablemente por ser modelo para los jóvenes que ejecutan el acordeón por pasión y no por dinero”, manifiesta.

“Antes de montarme a la tarima del Parque de la Leyenda sentía nervios, puesto que era mi primera vez en ese escenario; luego me encomendé a Jesús y a la Virgen, eso me llenó de seguridad y pude demostrar todo lo que he aprendido en los ocho años que llevo ejecutando el acordeón”, recordó Ronald Alejandro, quien reconoció que sus contendores tenían un excelente nivel, por lo que se siente honrado de ganar el primer lugar.

El nuevo rey considera que fueron claves las enseñanzas de su padre Pedro Torres, quien es su mentor, así como las asesorías de Almes Granados y ‘El Ñame’ Mendoza. También resalta el acompañamiento de su hermano Arley Torres, en el canto y la guacharaca; y del urumitero William Sarmiento en la caja.

Con las ideas reposadas, asesorado por su progenitor, tiene en mente grabar una producción discográfica a finales de año con el grupo Los Diferentes del Vallenato, donde su papá Pedro Torres es el cantante y sus dos hermanos tocan la caja y la guacharaca, respectivamente.
“Estará cargado de un sello propio, pero sin perder la esencia del vallenato clásico”. Su idea es figurar en el ámbito nacional e internacional con este compacto.

Hablan sus acompañantes

El padre de este joven recuerda que cuando llevaba a la casa acordeones para el grupo que lidera vio en su hijo la curiosidad y el entusiasmo por el acordeón y la facilidad que tenía para mover sus dedos, por lo que intuyó que su hijo sería acordeonero.
El cajero del rey asegura que Ronald es alguien versátil y entregado a su instrumento, además destaca su nobleza y su interés por el folclor vallenato. “Aquí quedó demostrado que para ser acordeonero no hay que ser de una región específica, solo se necesitan las ganas y el fervor por digitar”, subraya.

Por su parte, el guacharaquero afirma que su hermano es muy disciplinado, puesto que todos los días práctica su arte, y se interesa por ver a grandes del acordeón para emularlos.

Annelise Barriga Ramírez/ EL PILÓN
[email protected]

El Vallenato
1 mayo, 2018

“Para ser acordeonero no hay que ser de una región específica: rey Aficionado

Ronald Alejandro Torres es acordeonero de la Orquesta Filarmónica de Colombia en el concierto Romance Vallenato y músico de la Fuerza Aérea de Colombia.


Con el júbilo intacto por lograr uno de sus sueños de infancia (pasar a la historia musical como uno de los reyes del Festival de la Leyenda Vallenata), Ronald Alejandro Torres Salamanca, quien se alzó con la corona Aficionada 2018, le dedica su triunfo a Dios, a su familia, a sus paisanos boyacenses y a todas las personas que lo respaldaron con buenos deseos y buena energía.

Luego de conocer los resultados de la gran final de esta competencia, este joven de 20 años recibió muchas llamadas y mensajes de felicitación, percibiendo así la trascendencia de este título. Se durmió a las 4:00 a.m. agotado, pero no pudo dormir mucho porque cuando abría sus ojos su corazón ´se explotaba’ de emoción, despertando en firme como a las 8:00 a.m. para atender a los medios de comunicación del país.

Este joven de 20 años, que vive en Duitama, Boyacá, no es la primera vez que se destaca en su arte. Tiene en su palmarés las estatuillas de: rey Infantil en Nobsa, Boyacá; rey Infantil en un Festival Intercolegiado del colegio Domingo Sabio; rey Provinciano en Nobsa, Boyacá; rey Aficionado en Bucaramanga; rey Aficionado en Bogotá del Festival de la Media Torta, rey Aficionado en Caquezá, Cundinamarca, rey Aficionado en Comfacesar; segundo puesto en acordeón Aficionado en Patillal; y segundo lugar en un Festival Vallenato que hicieron en Bogotá, donde se fogueó con Fernando Rangel, Poncho Monsalvo, Javier Álvarez, entre otros certámenes.

Sin embargo, para él, la corona del Festival de la Leyenda Vallenata significa lo mejor que le ha pasado en su vida. “Es un logro muy grande e indescriptible; no tiene comparación, puesto que este certamen folclórico es lo más insigne del vallenato. Sé que tengo una gran responsabilidad de ahora en adelante y trabajaré incansablemente por ser modelo para los jóvenes que ejecutan el acordeón por pasión y no por dinero”, manifiesta.

“Antes de montarme a la tarima del Parque de la Leyenda sentía nervios, puesto que era mi primera vez en ese escenario; luego me encomendé a Jesús y a la Virgen, eso me llenó de seguridad y pude demostrar todo lo que he aprendido en los ocho años que llevo ejecutando el acordeón”, recordó Ronald Alejandro, quien reconoció que sus contendores tenían un excelente nivel, por lo que se siente honrado de ganar el primer lugar.

El nuevo rey considera que fueron claves las enseñanzas de su padre Pedro Torres, quien es su mentor, así como las asesorías de Almes Granados y ‘El Ñame’ Mendoza. También resalta el acompañamiento de su hermano Arley Torres, en el canto y la guacharaca; y del urumitero William Sarmiento en la caja.

Con las ideas reposadas, asesorado por su progenitor, tiene en mente grabar una producción discográfica a finales de año con el grupo Los Diferentes del Vallenato, donde su papá Pedro Torres es el cantante y sus dos hermanos tocan la caja y la guacharaca, respectivamente.
“Estará cargado de un sello propio, pero sin perder la esencia del vallenato clásico”. Su idea es figurar en el ámbito nacional e internacional con este compacto.

Hablan sus acompañantes

El padre de este joven recuerda que cuando llevaba a la casa acordeones para el grupo que lidera vio en su hijo la curiosidad y el entusiasmo por el acordeón y la facilidad que tenía para mover sus dedos, por lo que intuyó que su hijo sería acordeonero.
El cajero del rey asegura que Ronald es alguien versátil y entregado a su instrumento, además destaca su nobleza y su interés por el folclor vallenato. “Aquí quedó demostrado que para ser acordeonero no hay que ser de una región específica, solo se necesitan las ganas y el fervor por digitar”, subraya.

Por su parte, el guacharaquero afirma que su hermano es muy disciplinado, puesto que todos los días práctica su arte, y se interesa por ver a grandes del acordeón para emularlos.

Annelise Barriga Ramírez/ EL PILÓN
[email protected]