Es indiscutible que el desarrollo vial de cualquier comarca a nivel del contexto universal simboliza pujanza, avance y progreso económico, social, cultural y organización territorial. En el caso específico de la costa Caribe colombiana podemos refrendar como ejemplos el avance y desarrollo que refleja el departamento de La Guajira con 15 municipios en su configuración […]
Es indiscutible que el desarrollo vial de cualquier comarca a nivel del contexto universal simboliza pujanza, avance y progreso económico, social, cultural y organización territorial.
En el caso específico de la costa Caribe colombiana podemos refrendar como ejemplos el avance y desarrollo que refleja el departamento de La Guajira con 15 municipios en su configuración y división político-territorial, de los cuales diez están construidos en fila a lo largo de la vía principal del sur de la provincia, que comunica a su capital Riohacha con el departamento del Cesar.
No obstante a la importancia de esta vía, La Guajira requiere inversión de carácter gubernamental para repotenciar y optimizar el acceso, carreteables que comuniquen a sus habitantes con el sector productivo incrustado en las faldas de las dos serranías: la Sierra Nevada y la del Perijá.
Por su parte, el departamento del Cesar cuenta con 25 municipios, 14 de ellos, incluyendo su capital, asentados en plena vía principal hasta la población de San Alberto, límites con Bucaramanga, Santander del sur; además hay 3 ribereños: Tamalameque, La Gloria y Gamarra, uno ambiental, que es Chimichagua, bordeado por la exuberante ciénaga de la Zapatosa y el río Cesar; 2 en límites con Norte de Santander: Río de Oro y González, muy próximos a la región del Catatumbo; y cinco entes territoriales construidos al interior del sector rural.
La radiografía del departamento del Magdalena es la que se raja en este análisis de reflexión, ya que cuenta con 7 municipios bordeados por el majestuoso cordón montañoso de la Sierra Nevada, que van desde Santa Marta hasta Algarrobo; 3 ubicados en la vía de los contenedores en el trayecto Bosconia vía a Plato; un municipio ecológico y pesquero (Pueblo Viejo), que tiene la ventaja de contar al frente con el mar Caribe y a sus espaldas la impresionante ciénaga de Santa Marta.
Igualmente, el Magdalena registra dos poblaciones aisladas y dispersas construidas en pleno centro del departamento: San Ángel y Chibolo. Se creía que la redención del rezago y atraso que predomina en estas comarcas iba a ser la vía de la prosperidad, pero por desgracia esta cuestionada obra solo ha sido ejecutada del corregimiento de Palermo hasta lugar próximo al municipio de Sitio Nuevo.
La falta de inversión y el olvido por parte del Estado tiene a pequeños y medianos productores del agro colombiano perdiendo sus cosechas, prácticamente en la bancarrota por falta de vías terciarias, las que existen son unas trochas. En esas zonas de difícil acceso por desgracia se pierden las cosechas; entrar por una cosecha puede resultar más costoso, ya que resultan con daños los camiones y vehículos. En esas regiones faltan otros componentes que le deben dar calidad de vida al campesino, como energía, agua potable, gas, educación y sobretodo la prestación de servicios médicos asistenciales para mejorar la convivencia de los labriegos en la región. Estos entes territoriales poseen bellezas naturales, fauna y flora que dejan ver la majestuosidad, pero por desgracia se están quedando en un sueño aletargado por falta de vías terciarias.
Es indiscutible que el desarrollo vial de cualquier comarca a nivel del contexto universal simboliza pujanza, avance y progreso económico, social, cultural y organización territorial. En el caso específico de la costa Caribe colombiana podemos refrendar como ejemplos el avance y desarrollo que refleja el departamento de La Guajira con 15 municipios en su configuración […]
Es indiscutible que el desarrollo vial de cualquier comarca a nivel del contexto universal simboliza pujanza, avance y progreso económico, social, cultural y organización territorial.
En el caso específico de la costa Caribe colombiana podemos refrendar como ejemplos el avance y desarrollo que refleja el departamento de La Guajira con 15 municipios en su configuración y división político-territorial, de los cuales diez están construidos en fila a lo largo de la vía principal del sur de la provincia, que comunica a su capital Riohacha con el departamento del Cesar.
No obstante a la importancia de esta vía, La Guajira requiere inversión de carácter gubernamental para repotenciar y optimizar el acceso, carreteables que comuniquen a sus habitantes con el sector productivo incrustado en las faldas de las dos serranías: la Sierra Nevada y la del Perijá.
Por su parte, el departamento del Cesar cuenta con 25 municipios, 14 de ellos, incluyendo su capital, asentados en plena vía principal hasta la población de San Alberto, límites con Bucaramanga, Santander del sur; además hay 3 ribereños: Tamalameque, La Gloria y Gamarra, uno ambiental, que es Chimichagua, bordeado por la exuberante ciénaga de la Zapatosa y el río Cesar; 2 en límites con Norte de Santander: Río de Oro y González, muy próximos a la región del Catatumbo; y cinco entes territoriales construidos al interior del sector rural.
La radiografía del departamento del Magdalena es la que se raja en este análisis de reflexión, ya que cuenta con 7 municipios bordeados por el majestuoso cordón montañoso de la Sierra Nevada, que van desde Santa Marta hasta Algarrobo; 3 ubicados en la vía de los contenedores en el trayecto Bosconia vía a Plato; un municipio ecológico y pesquero (Pueblo Viejo), que tiene la ventaja de contar al frente con el mar Caribe y a sus espaldas la impresionante ciénaga de Santa Marta.
Igualmente, el Magdalena registra dos poblaciones aisladas y dispersas construidas en pleno centro del departamento: San Ángel y Chibolo. Se creía que la redención del rezago y atraso que predomina en estas comarcas iba a ser la vía de la prosperidad, pero por desgracia esta cuestionada obra solo ha sido ejecutada del corregimiento de Palermo hasta lugar próximo al municipio de Sitio Nuevo.
La falta de inversión y el olvido por parte del Estado tiene a pequeños y medianos productores del agro colombiano perdiendo sus cosechas, prácticamente en la bancarrota por falta de vías terciarias, las que existen son unas trochas. En esas zonas de difícil acceso por desgracia se pierden las cosechas; entrar por una cosecha puede resultar más costoso, ya que resultan con daños los camiones y vehículos. En esas regiones faltan otros componentes que le deben dar calidad de vida al campesino, como energía, agua potable, gas, educación y sobretodo la prestación de servicios médicos asistenciales para mejorar la convivencia de los labriegos en la región. Estos entes territoriales poseen bellezas naturales, fauna y flora que dejan ver la majestuosidad, pero por desgracia se están quedando en un sueño aletargado por falta de vías terciarias.