Hace 27 años nació una empresa en Valledupar con el fin de promocionar la cultura Arhuaca, en cabeza de Apolinar Segundo Izquierdo Torres, un indígena arhuaco de la casta Busintania, quien creando el Palacio de la Mochila Arhuaca, puso a marchar su plan para alcanzar dicho objetivo.
Así lo hizo saber Apolinar Izquierdo Torres, “nosotros llevamos 27 años en este local (en la avenida Fundación entre transversales 22 y 23), se montó como punto de promoción para mostrar lo que hacían nuestros hermanos indígenas en la Sierra”.

Agregó que “el local abre todos los días, con el fin de que podamos incentivar a los turistas y no turistas a la utilización de las artesanías Arhuacas, vendemos artículos propios de la cultura de esta etnia.

Anteriormente las mochilas arhuacas eran vendidas por sus creadores en el centro de la ciudad, las ofrecían a muy bajos precios y las ganancias eran muy pocas, esta fue otra situación que motivó a Apolinar Izquierdo a poner su negocio, “el incentivo que tuvimos nosotros al poner este negocio fue que nuestros hermanos indígenas venían al centro a malvender las mochilas, se las quitaban a muy bajos precios, con el fin de ayudarles con sus artesanías decidimos abrir este local, para venderla a un precio cómodo pero que fuera satisfactorio en ganancias para ellos”, explicó.

Por tradición, la mochila arhuaca es tejida por la mujer de esta cultura para sus esposos, en la actualidad como se comercializa, ellas tejen para venderlas, el proceso de tejido se hace en Yerwa, en diferentes partes de la Sierra Nevada, y algunas en la capital del Cesar. En el Palacio de la Mochila Arhuaca se ofrecen diferentes servicios como es arreglar mochilas, se hacen gasas, y se realizan mochilas personalizadas, “se hacen las figuras que el cliente desee y si la quiere marcar también se puede poner el nombre tejido”, dijo Apolinar.

El tiempo de fabricación de una mochila arhuaca demora aproximadamente dos meses, se necesitan muchas tejedoras para tener un número de mochilas suficiente para el comercio. Según el dueño de Palacio de la mochila Arhuaca, se demora tanto tiempo por el tipo de tejido que se utiliza, el cual es una copia del pájaro de la oropéndola, que hace el nido como una mochila, es decir varios nudos que van cerrando la mochila para que no se dañe ni se parta, a esto se le atribuye la durabilidad de la misma.

Lo que identifica a este producto como único, es que se hace con la lana original, no es lana de fábrica, “con la comercialización de las artesanías también ha llegado la imitación de la lana, hay una lana alpaca que es de fábrica, pero aquí es original porque se hace de ovejos ciento por ciento, aunque los arhuacos también utilizan algodón, con la que se hace una mochila fina, esta solo se hace de los colores blancos y negros, cuando la lana es de ovejo encontramos mochilas en tonos café, gris, negro y blanco”, expresó Apolinar Segundo.

Los precios en los que oscila la mochila arhuaca son entre 120 mil y 250 mil pesos. En el Palacio de la mochila Arhuaca se venden de dos a tres docenas, claro que esto depende de la época, “La mochila anteriormente se conseguía a muy bajo precio pero desde que se empezó a comercializar, los precios han subido un poco, ahora se puede conseguir mochilas hasta en 250 mil pesos, aunque hay que aclarar que se consiguen de 15 y 20 mil pesos, que se utilizan para guardar celulares”, precisó.

A la fabricación de la mochila arhuaca se dedica una comunidad entera, esto ha logrado que se pueda vender en otras ciudades e incluso en otros países, esta artesanía representativa de la cultura indígena que hace parte de la Sierra Nevada de Santa Marta, llegó a la Casa Blanca cuando se le hizo el obsequio al expresidente Bill Clinton de una mochila arhuaca con el escudo de Colombia.

¿Cómo se hace?
* Primero se destila la lana, es decir se motila el ovejo.
* Se lava la lana para que esté en su color original.
* Se hila la lana en carruzos, se hace una especie de trenzado.
* Se teje la mochila.

¿Qué representa?
La mochila representa en el inicio antes de las dos primeras líneas, todo en oscuridad, el principio cuando todo está en pensamiento. La parte del centro representa lo que es la vida, y la última parte representa la muerte, la inexistencia.

Los dibujos tejidos en la mochila tienen varios significados, los más representativos son el del camino del caballo y el del caracol que marca el pensamiento positivo o negativo de hombre “si el caracol es hacia la derecha marca el pensamiento positivo del hombre indígena o blanco y si es hacia la izquierda marca el pensamiento negativo”, acotó Izquierdo Torres.

Por: Libbys Mosquera Donado
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