Ornela Álvarez y Paola Pamela Maestre exigen atención urgente ante la falta de acceso a tratamientos vitales, mientras la Defensoría del Pueblo y otros entes de control enfrentan críticas por su inacción.
Una grave situación de negligencia en la atención a pacientes oncológicos en Valledupar ha sido denunciada por Ornela Álvarez García, paciente oncológica, y Paola Pamela Maestre, presidenta de Madrina Rosa, quienes han compartido sus experiencias con el dispensario de EPS Sanitas. Ambas mujeres han expresado su desesperación ante la falta de acceso a medicamentos vitales para el tratamiento de cáncer, lo que ha llevado a un deterioro en su salud y calidad de vida.
Ornela Álvarez, paciente de cáncer R2 positivo, ha estado luchando desde septiembre del año pasado para obtener medicamentos esenciales como Patinit y Capecitabina. En su testimonio, Álvarez destaca que su antígeno ha aumentado del 27 % al 47 %, lo que indica un agravamiento de su condición debido a la falta de tratamiento.
“Todos tenemos derecho a la vida, pero para la EPS parece más importante el dinero que nosotros como pacientes”, afirma Álvarez con angustia. A pesar de contar con una orden judicial que exige la entrega de sus medicamentos en un plazo de 24 horas, esta ha sido ignorada por Sanitas y el dispensario SyD Colombia.
Por su parte, Paola Pamela Maestre también ha levantado la voz en defensa de las mujeres oncológicas afiliadas a Sanitas, quienes actualmente enfrentan una crisis en la atención médica. “Las oncológicas están sufriendo esta crisis que vive esa EPS y no hacen nada; puro pendiente es lo que les dan”, señala Maestre.
Maestre menciona otros casos similares al de Álvarez. “Hay otra chica que vive en Pueblo Bello que me llamó hace tres días con el mismo tema: pendientes de patología”, relata. Sumado a la generación de pendientes se suma el del desplazamiento hasta Valledupar, para regresar sin el tratamiento, gastando dinero, salud y tiempo.
“Coloqué la denuncia en la rama judicial y también en la fiscalía, pero ha sido imposible recibir los medicamentos”, lamenta Álvarez. Esta inacción por parte de las autoridades pone en riesgo la vida de muchas pacientes cuyas condiciones son críticas y requieren medicamentos para controlar los antígenos cancerígenos.
Maestre también resalta la urgencia del caso de Álvarez: “Ella viene desde septiembre pendiente de su tratamiento y su cáncer es agresivo. La enfermedad no da espera”. La falta de suministro no solo afecta a Álvarez; hay muchas otras mujeres en situaciones similares que enfrentan retos económicos y logísticos para acceder a los tratamientos necesarios. “Una chica me comentó que no tiene dinero para venir del pueblo a Valledupar y se siente desesperada”, añade Maestre.
La situación se complica aún más cuando se considera que algunos medicamentos son extremadamente costosos. “El medicamento que necesita Ornela vale casi 16 millones de pesos”, explica Maestre.
Hercilia Fajardo, defensora de los derechos de los pacientes con cáncer en Colombia, dijo a EL PILÓN que la problemática relacionada con la entrega de medicamentos para pacientes de alto costo, especialmente aquellos con cáncer, es alarmante. Desde septiembre, varias pacientes han dejado de recibir medicamentos esenciales que anteriormente les habían permitido mejorar significativamente su estado de salud. Esta situación no solo afecta a usuarios de la EPS Sanitas, sino también a otras EPS, tanto a mujeres como a hombres que enfrentan enfermedades graves.
“He luchado mucho para tratar de resolver esto”, señala Fajardo. “He hablado con el interventor, con la Supersalud, con la Defensoría del Pueblo e incluso con la Procuraduría. Ya se interpuso una denuncia penal porque esto es un atentado contra la vida de los pacientes. Los están dejando morir poco a poco”.
La gravedad del caso radica en que los medicamentos no se están entregando a tiempo y, en algunos casos, ni siquiera se entregan. “El interventor de Sanitas, el Dr. Kemmer Ramírez, debe venir a Valledupar para conocer de primera mano esta situación tan terrible”, enfatiza. Según Fajardo, hay pacientes desesperados por la falta de tratamiento y otros que han recibido promesas incumplidas sobre la entrega de sus medicamentos.
Además, se destaca que los entes de control no han tomado acciones contundentes frente al problema. “Ni siquiera la Supersalud ha querido intervenir de manera efectiva”, lamenta la defensora. Aunque al principio la Defensoría del Pueblo estuvo colaborando, su apoyo parece haberse desvanecido. “No sé qué pasó con las personas que nos ayudaban o hacían vigilancia sobre este tema. Simplemente dejaron de aparecer”, agrega.
La situación es descrita como “espantosa” por quienes viven esta realidad día a día. “Todos los entes de control están conscientes del problema y saben lo que está ocurriendo, pero nadie se ha preocupado por solucionarlo”, concluye la defensora.
A pesar del desánimo, tanto Álvarez como Maestre y Fajardo continúan buscando apoyo y visibilidad para sus denuncias. “Hacemos un llamado urgente a la comunidad para que se tomen acciones inmediatas”, concluye Álvarez.
Mientras tanto Fajardo convoca a que los pacientes hombres y mujeres se reunan para convocar a un plantón. “No solamente son los (pacientes) de Sanitas, sino otras, pero nos vamos a centrar en las de en las pacientes de Sanitas que tienen la farmacia de SyD Colombia que es estresante, perversa, es atroz”, llama la defensora de los pacientes.
La situación expuesta por estas mujeres es un claro reflejo de las fallas en el sistema sanitario del país, donde los derechos fundamentales a la salud y a una vida digna parecen ser vulnerados sistemáticamente, sin un ente de control.
Por: Redacción EL PILÓN
Ornela Álvarez y Paola Pamela Maestre exigen atención urgente ante la falta de acceso a tratamientos vitales, mientras la Defensoría del Pueblo y otros entes de control enfrentan críticas por su inacción.
Una grave situación de negligencia en la atención a pacientes oncológicos en Valledupar ha sido denunciada por Ornela Álvarez García, paciente oncológica, y Paola Pamela Maestre, presidenta de Madrina Rosa, quienes han compartido sus experiencias con el dispensario de EPS Sanitas. Ambas mujeres han expresado su desesperación ante la falta de acceso a medicamentos vitales para el tratamiento de cáncer, lo que ha llevado a un deterioro en su salud y calidad de vida.
Ornela Álvarez, paciente de cáncer R2 positivo, ha estado luchando desde septiembre del año pasado para obtener medicamentos esenciales como Patinit y Capecitabina. En su testimonio, Álvarez destaca que su antígeno ha aumentado del 27 % al 47 %, lo que indica un agravamiento de su condición debido a la falta de tratamiento.
“Todos tenemos derecho a la vida, pero para la EPS parece más importante el dinero que nosotros como pacientes”, afirma Álvarez con angustia. A pesar de contar con una orden judicial que exige la entrega de sus medicamentos en un plazo de 24 horas, esta ha sido ignorada por Sanitas y el dispensario SyD Colombia.
Por su parte, Paola Pamela Maestre también ha levantado la voz en defensa de las mujeres oncológicas afiliadas a Sanitas, quienes actualmente enfrentan una crisis en la atención médica. “Las oncológicas están sufriendo esta crisis que vive esa EPS y no hacen nada; puro pendiente es lo que les dan”, señala Maestre.
Maestre menciona otros casos similares al de Álvarez. “Hay otra chica que vive en Pueblo Bello que me llamó hace tres días con el mismo tema: pendientes de patología”, relata. Sumado a la generación de pendientes se suma el del desplazamiento hasta Valledupar, para regresar sin el tratamiento, gastando dinero, salud y tiempo.
“Coloqué la denuncia en la rama judicial y también en la fiscalía, pero ha sido imposible recibir los medicamentos”, lamenta Álvarez. Esta inacción por parte de las autoridades pone en riesgo la vida de muchas pacientes cuyas condiciones son críticas y requieren medicamentos para controlar los antígenos cancerígenos.
Maestre también resalta la urgencia del caso de Álvarez: “Ella viene desde septiembre pendiente de su tratamiento y su cáncer es agresivo. La enfermedad no da espera”. La falta de suministro no solo afecta a Álvarez; hay muchas otras mujeres en situaciones similares que enfrentan retos económicos y logísticos para acceder a los tratamientos necesarios. “Una chica me comentó que no tiene dinero para venir del pueblo a Valledupar y se siente desesperada”, añade Maestre.
La situación se complica aún más cuando se considera que algunos medicamentos son extremadamente costosos. “El medicamento que necesita Ornela vale casi 16 millones de pesos”, explica Maestre.
Hercilia Fajardo, defensora de los derechos de los pacientes con cáncer en Colombia, dijo a EL PILÓN que la problemática relacionada con la entrega de medicamentos para pacientes de alto costo, especialmente aquellos con cáncer, es alarmante. Desde septiembre, varias pacientes han dejado de recibir medicamentos esenciales que anteriormente les habían permitido mejorar significativamente su estado de salud. Esta situación no solo afecta a usuarios de la EPS Sanitas, sino también a otras EPS, tanto a mujeres como a hombres que enfrentan enfermedades graves.
“He luchado mucho para tratar de resolver esto”, señala Fajardo. “He hablado con el interventor, con la Supersalud, con la Defensoría del Pueblo e incluso con la Procuraduría. Ya se interpuso una denuncia penal porque esto es un atentado contra la vida de los pacientes. Los están dejando morir poco a poco”.
La gravedad del caso radica en que los medicamentos no se están entregando a tiempo y, en algunos casos, ni siquiera se entregan. “El interventor de Sanitas, el Dr. Kemmer Ramírez, debe venir a Valledupar para conocer de primera mano esta situación tan terrible”, enfatiza. Según Fajardo, hay pacientes desesperados por la falta de tratamiento y otros que han recibido promesas incumplidas sobre la entrega de sus medicamentos.
Además, se destaca que los entes de control no han tomado acciones contundentes frente al problema. “Ni siquiera la Supersalud ha querido intervenir de manera efectiva”, lamenta la defensora. Aunque al principio la Defensoría del Pueblo estuvo colaborando, su apoyo parece haberse desvanecido. “No sé qué pasó con las personas que nos ayudaban o hacían vigilancia sobre este tema. Simplemente dejaron de aparecer”, agrega.
La situación es descrita como “espantosa” por quienes viven esta realidad día a día. “Todos los entes de control están conscientes del problema y saben lo que está ocurriendo, pero nadie se ha preocupado por solucionarlo”, concluye la defensora.
A pesar del desánimo, tanto Álvarez como Maestre y Fajardo continúan buscando apoyo y visibilidad para sus denuncias. “Hacemos un llamado urgente a la comunidad para que se tomen acciones inmediatas”, concluye Álvarez.
Mientras tanto Fajardo convoca a que los pacientes hombres y mujeres se reunan para convocar a un plantón. “No solamente son los (pacientes) de Sanitas, sino otras, pero nos vamos a centrar en las de en las pacientes de Sanitas que tienen la farmacia de SyD Colombia que es estresante, perversa, es atroz”, llama la defensora de los pacientes.
La situación expuesta por estas mujeres es un claro reflejo de las fallas en el sistema sanitario del país, donde los derechos fundamentales a la salud y a una vida digna parecen ser vulnerados sistemáticamente, sin un ente de control.
Por: Redacción EL PILÓN