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Columnista - 7 marzo, 2010

P E R I S C O P I O

Por: Jaime Gnecco Hernandez El 14 de marzo, el día en que el país elegirá los congresistas para el próximo cuatrienio, los habitantes de la Región Caribe nos habremos sometido a una prueba de supervivencia. La llamamos de supervivencia porque ese domingo decidiremos, en la privacidad e intimidad del cubículo y de acuerdo con nuestra […]

Por: Jaime Gnecco Hernandez
El 14 de marzo, el día en que el país elegirá los congresistas para el próximo cuatrienio, los habitantes de la Región Caribe nos habremos sometido a una prueba de supervivencia. La llamamos de supervivencia porque ese domingo decidiremos, en la privacidad e intimidad del cubículo y de acuerdo con nuestra conciencia, si queremos ser definitivamente hombres libres y dueños de nuestro propio destino o si – por el contrario-, deseamos que nos sigan trazando nuestro camino  desde la capital y escamoteándonos nuestros derechos especialmente económicos, donde sólo los que se codean con los mandones de Bogotá son los que intervienen en las cosas nuestras o si éstas serán, como dijo el Maestro, ”una copa para todos llena.”
Ese día probaremos nuestra madurez de todo tipo: cultural, social, económica, administrativa, intelectual, en fin, nos decidiremos si somos capaces de abandonar el complejo de hijos bastardos o adulterinos con respecto a los demás colombianos o si somos, como creemos muchos, no sólo iguales sino superiores en muchísimos aspectos, por nuestras características, a los demás compatriotas, pero no hemos hecho lo suficiente ni lo que debíamos, para hacer de nuestra tierra una de promisión y paz, disponiendo del ánimo y ambiente necesarios para ello.
Una tierra donde la mayoría dispone de muchos atributos y la totalidad es gente consagrada en forma definitiva a la paz; sin embargo, cada tanto el ambiente se caldea por los disturbios que ocasionan los hechos políticos, donde tirios y troyanos,  cámbulos y gualandayes se disponen a hacer prevalecer sus ideologías y pareceres, convirtiéndose a ratos la región en un campo de Marte, donde las invectivas van y vienen.
A raíz de lo que considero será un hecho el próximo domingo, la constitución de la Región Caribe con el voto arrollador de todos, debemos hacer todos el examen de conciencia, contrición de corazón y propósito de enmienda, para dirigir de ahora en adelante todos nuestros esfuerzos para la planeación de lo que deberá ser, en un futuro limitado, la Región Caribe. Hay que planificar y poner límites cronológicos, porque si no, nos la pasaremos hablando de todo sin hacer nada, como ha sido todo hasta ahora; y después ejecutar lo planeado, porque las cosas no se hacen solas; hay que hacerlas.
Claro que ésta es una patriada nueva que se va a llevar a cabo, se necesita por consiguiente, gente nueva, con el consejo de veteranos honestos, para que la lleven a cabo. Esta es una oportunidad de oro para salir en toda la región de una legión de veteranos que han conseguido canas delinquiendo contra el erario y su propietario, el pueblo; y que han detenido por años el desarrollo de la región, a raíz de sus tropelías. Ya es hora que ese personal se destete y se abran las oportunidades para la gente joven, capacitada y honesta de que disponemos en todos nuestros departamentos.
Hay una pléyade de profesionales con virtudes reales y ganas intensas de servir a quienes no les dan el chance de hacerlo porque no pueden probar que han delinquido. Usted y yo, amigo lector, sabemos que es así, no le dé pena decirlo, que ya todos lo sabemos; para qué estudian y se capacitan los muchachos? Pues para servirle al país y a sus gentes, hombre. Va de retro, Satanás, con toda la gente que quiera subirse al tren de las oportunidades de ésta gesta con antecedentes delictivos pues acabarán con ella antes que pueda dar los primeros pasos y entonces sí vamos a perder una oportunidad única y feliz. Los invito a que el 14 de marzo atiborremos las urnas con el SI para la Región Caribe, pida la papeleta en su mesa.
Y no se olvide, para Senado vote por el Partido Liberal con su logo y Piedad Córdoba con el número 100,. el último; y para la Cámara también por el Partido Liberal y el voto en Blanco, también el último. No se olvide que los últimos serán los primeros, dice La Biblia.
Me proporciona emoción /ver lo que está sucediendo/que la Corte en su elección/paró en seco el referendo/. Uribe Vélez creía/que se comería a la Corte/ sin saber que ordenaría/ que sacara un pasaporte.

La gente  está  emocionada y el pueblo, muy satisfecho, y antes que pasara nada, volvió a reinar el derecho-Colombia vuelve a sonreir- delante de todo el mundo-tiranía tendrá que huir- aquí sólo hay vagabundos-viva la constitución –y su corte que la respalda—patriótica solución—no la soñó ni Mafalda.-trabajemos, compatriotas—rehagamos éste país—que perdió hasta la raíz—con Uribe y sus patotas–.viva la patria sagrada—de Bolívar y Santander—que estas vainas, ya pasadas, no vuelvan a suceder.(colaboración anónima de un amigo dizque poeta).

Columnista
7 marzo, 2010

P E R I S C O P I O

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Jaime Gnecco Hernandez

Por: Jaime Gnecco Hernandez El 14 de marzo, el día en que el país elegirá los congresistas para el próximo cuatrienio, los habitantes de la Región Caribe nos habremos sometido a una prueba de supervivencia. La llamamos de supervivencia porque ese domingo decidiremos, en la privacidad e intimidad del cubículo y de acuerdo con nuestra […]


Por: Jaime Gnecco Hernandez
El 14 de marzo, el día en que el país elegirá los congresistas para el próximo cuatrienio, los habitantes de la Región Caribe nos habremos sometido a una prueba de supervivencia. La llamamos de supervivencia porque ese domingo decidiremos, en la privacidad e intimidad del cubículo y de acuerdo con nuestra conciencia, si queremos ser definitivamente hombres libres y dueños de nuestro propio destino o si – por el contrario-, deseamos que nos sigan trazando nuestro camino  desde la capital y escamoteándonos nuestros derechos especialmente económicos, donde sólo los que se codean con los mandones de Bogotá son los que intervienen en las cosas nuestras o si éstas serán, como dijo el Maestro, ”una copa para todos llena.”
Ese día probaremos nuestra madurez de todo tipo: cultural, social, económica, administrativa, intelectual, en fin, nos decidiremos si somos capaces de abandonar el complejo de hijos bastardos o adulterinos con respecto a los demás colombianos o si somos, como creemos muchos, no sólo iguales sino superiores en muchísimos aspectos, por nuestras características, a los demás compatriotas, pero no hemos hecho lo suficiente ni lo que debíamos, para hacer de nuestra tierra una de promisión y paz, disponiendo del ánimo y ambiente necesarios para ello.
Una tierra donde la mayoría dispone de muchos atributos y la totalidad es gente consagrada en forma definitiva a la paz; sin embargo, cada tanto el ambiente se caldea por los disturbios que ocasionan los hechos políticos, donde tirios y troyanos,  cámbulos y gualandayes se disponen a hacer prevalecer sus ideologías y pareceres, convirtiéndose a ratos la región en un campo de Marte, donde las invectivas van y vienen.
A raíz de lo que considero será un hecho el próximo domingo, la constitución de la Región Caribe con el voto arrollador de todos, debemos hacer todos el examen de conciencia, contrición de corazón y propósito de enmienda, para dirigir de ahora en adelante todos nuestros esfuerzos para la planeación de lo que deberá ser, en un futuro limitado, la Región Caribe. Hay que planificar y poner límites cronológicos, porque si no, nos la pasaremos hablando de todo sin hacer nada, como ha sido todo hasta ahora; y después ejecutar lo planeado, porque las cosas no se hacen solas; hay que hacerlas.
Claro que ésta es una patriada nueva que se va a llevar a cabo, se necesita por consiguiente, gente nueva, con el consejo de veteranos honestos, para que la lleven a cabo. Esta es una oportunidad de oro para salir en toda la región de una legión de veteranos que han conseguido canas delinquiendo contra el erario y su propietario, el pueblo; y que han detenido por años el desarrollo de la región, a raíz de sus tropelías. Ya es hora que ese personal se destete y se abran las oportunidades para la gente joven, capacitada y honesta de que disponemos en todos nuestros departamentos.
Hay una pléyade de profesionales con virtudes reales y ganas intensas de servir a quienes no les dan el chance de hacerlo porque no pueden probar que han delinquido. Usted y yo, amigo lector, sabemos que es así, no le dé pena decirlo, que ya todos lo sabemos; para qué estudian y se capacitan los muchachos? Pues para servirle al país y a sus gentes, hombre. Va de retro, Satanás, con toda la gente que quiera subirse al tren de las oportunidades de ésta gesta con antecedentes delictivos pues acabarán con ella antes que pueda dar los primeros pasos y entonces sí vamos a perder una oportunidad única y feliz. Los invito a que el 14 de marzo atiborremos las urnas con el SI para la Región Caribe, pida la papeleta en su mesa.
Y no se olvide, para Senado vote por el Partido Liberal con su logo y Piedad Córdoba con el número 100,. el último; y para la Cámara también por el Partido Liberal y el voto en Blanco, también el último. No se olvide que los últimos serán los primeros, dice La Biblia.
Me proporciona emoción /ver lo que está sucediendo/que la Corte en su elección/paró en seco el referendo/. Uribe Vélez creía/que se comería a la Corte/ sin saber que ordenaría/ que sacara un pasaporte.

La gente  está  emocionada y el pueblo, muy satisfecho, y antes que pasara nada, volvió a reinar el derecho-Colombia vuelve a sonreir- delante de todo el mundo-tiranía tendrá que huir- aquí sólo hay vagabundos-viva la constitución –y su corte que la respalda—patriótica solución—no la soñó ni Mafalda.-trabajemos, compatriotas—rehagamos éste país—que perdió hasta la raíz—con Uribe y sus patotas–.viva la patria sagrada—de Bolívar y Santander—que estas vainas, ya pasadas, no vuelvan a suceder.(colaboración anónima de un amigo dizque poeta).