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Columnista - 5 junio, 2011

P E R I S C O P I O

Por: JAIME GNECCO HERNANDEZ Enterado de la consulta popular verificada en Valledupar el 29 del mes pasado para elegir candidatos por el partido liberal para la Alcaldìa Municipal de Valledupar, y por el Partido Conservador, para la Gobernación, me parece que el pueblo valduparense se dio el lujo de escoger un buen par de candidatos; […]

Por: JAIME GNECCO HERNANDEZ
Enterado de la consulta popular verificada en Valledupar el 29 del mes pasado para elegir candidatos por el partido liberal para la Alcaldìa Municipal de Valledupar, y por el Partido Conservador, para la Gobernación, me parece que el pueblo valduparense se dio el lujo de escoger un buen par de candidatos; ambos buenos profesionales, con amor al terruño y voluntad de servicio, adornados con los valores de que disponen en la vanguardia con la moralidad y sentido del honor y dignidad que le pusieron sus ascendientes a sus vidas por lo que, de salir elegidos les exigiremos la misma conducta que ellos y nosotros les vimos a sus padres, es decir, la obligación de hacer las cosas de manera correcta y de buenas maneras. Nobleza obliga.
Sabíamos de antemano que las cosas no serían iguales en el partido de la herradura donde la autocracia de su jefe la quieren copiar los jefecillos para imponer la voluntad de sus intereses que más  que todo son de crecimiento patrimonial, sin nada de ideología y menos de servicio al pueblo. No saben de eso, ni les interesa aprenderlo.
“Doblemos esta hoja que nuestra alma acongoja” y volvamos a la República Argentina, donde sigue la puja por las candidaturas para uno y otro cargo, mientras la señora Presidenta que aún no ha dicho si es candidata o no,  sigue punteando en las encuestas con amplio margen favorable y se encuentra en gira presidencial; ya estuvo en México, donde se reunió con su presidente Felipe Calderón y donde don Carlos Slim, el hombre más rico del mundo, brindó una cena en su honor; de ahí  pasó a Europa donde en Italia fue recibida por Il Cavalieri Berlusconi, que tuvo tiempo para atenderla entre dos indagatorias. Acaso trata esta gira de hacer comparaciones con la que hiciera Evita en su época? La diferencia estriba, sin más trámites, en que Cristina ha sido recibida como Presidenta de Argentina elegida por el pueblo y Evita lo fue como una Reina aclamada por su pueblo.
Mientras tanto, aquí la oposición está tratando de hacer hasta lo imposible para configurar una coalición que produzca la impresión de factibilidad ganadora, para inducir a los votantes a una opción distinta a la presidencial que tirios y troyanos aceptan como triunfante, desde ahora.
Si Ricardo Alfonsín, hijo del Presidente Raùl Alfonsín tuviera las cualidades de su  padre, que lo indujeran a hacer un gobierno parecido al que  hizo don Raùl,  se le podría elegir con confianza; pues este fue un gran patriota que nunca dejó de ser el hombre sencillo que fue, ni se valió del poder para perseguir a nadie y siempre estuvo en lo específico de su función, y así y todo, hubo de entregar el mando antes de vencerse su término pues lo derrotó una inflación de más del  5.000%  anual.
El hijo no tiene la coyuntura favorable que tuvo el padre para su elección, entre otras cosas, porque la Presidenta ha aplicado una máxima peronista que dice: “mejor que decir es hacer, mejor que prometer es realizar”; ella ha hecho y ha realizado muchas de las cosas que el pueblo necesitaba desde hacia años y la gente está agradecida y consciente del trabajo que ha realizado y quiere que se quede otro período, claro que no con imposiciones ni a las malas sino porque le reconocen su trabajo y la paz con que ha gobernado.
Alfonsín ha propuesto desde la U.C.R. una unión con los socialistas para lo cual se reunió con el señor Binner de ese partido y que sería su candidato a la vicepresidencia, pero no hubo humo blanco, es más, los medios hablan de “pelea” entre radicales y socialistas, sin explicar la significación del término.
Estoy casi de acuerdo con alguien que hizo un comentario a la columna pasada, donde estimaba que el porcentaje de intención de voto para Cristina era superior al que dábamos según las encuestas de los medios, y claro, la renuncia de dos aspirantes a la Presidencia hizo que sus potenciales votantes se fueron a otro lado y parece que donde más acamparon fue en el campo de Cristina. Uno de los renunciantes fue Mauricio Macri, actual Intendente (Alcalde) de la ciudad de Buenos Aires; y todos los que comentan su renuncia están de acuerdo a que la misma se debe al conocimiento que obtuvo de su situación por la mala o nula gestión al frente de la administración de la Capital Federal.
Así queremos que vote nuestro pueblo en octubre: premiando al bueno y castigando al malo, nos parece que es la más sabia manera de tratar a los señores de la política, sin palo y sin perrero,  pues lo que más le interesa al político es el voto y cuando le falte, recapacitará si quiere y si no, que abandone. Es como enseñar a los chicos: nadie se ciñe a una ortodoxia para hacer política, todos creen que se puede hacer de todo, que todo es válido;  hay que hacer como con los chicos: quitarles el dulce, el juego, la tv, para que aprenda a hacer lo que debe, al político hay que quitarle el voto.

Columnista
5 junio, 2011

P E R I S C O P I O

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Jaime Gnecco Hernandez

Por: JAIME GNECCO HERNANDEZ Enterado de la consulta popular verificada en Valledupar el 29 del mes pasado para elegir candidatos por el partido liberal para la Alcaldìa Municipal de Valledupar, y por el Partido Conservador, para la Gobernación, me parece que el pueblo valduparense se dio el lujo de escoger un buen par de candidatos; […]


Por: JAIME GNECCO HERNANDEZ
Enterado de la consulta popular verificada en Valledupar el 29 del mes pasado para elegir candidatos por el partido liberal para la Alcaldìa Municipal de Valledupar, y por el Partido Conservador, para la Gobernación, me parece que el pueblo valduparense se dio el lujo de escoger un buen par de candidatos; ambos buenos profesionales, con amor al terruño y voluntad de servicio, adornados con los valores de que disponen en la vanguardia con la moralidad y sentido del honor y dignidad que le pusieron sus ascendientes a sus vidas por lo que, de salir elegidos les exigiremos la misma conducta que ellos y nosotros les vimos a sus padres, es decir, la obligación de hacer las cosas de manera correcta y de buenas maneras. Nobleza obliga.
Sabíamos de antemano que las cosas no serían iguales en el partido de la herradura donde la autocracia de su jefe la quieren copiar los jefecillos para imponer la voluntad de sus intereses que más  que todo son de crecimiento patrimonial, sin nada de ideología y menos de servicio al pueblo. No saben de eso, ni les interesa aprenderlo.
“Doblemos esta hoja que nuestra alma acongoja” y volvamos a la República Argentina, donde sigue la puja por las candidaturas para uno y otro cargo, mientras la señora Presidenta que aún no ha dicho si es candidata o no,  sigue punteando en las encuestas con amplio margen favorable y se encuentra en gira presidencial; ya estuvo en México, donde se reunió con su presidente Felipe Calderón y donde don Carlos Slim, el hombre más rico del mundo, brindó una cena en su honor; de ahí  pasó a Europa donde en Italia fue recibida por Il Cavalieri Berlusconi, que tuvo tiempo para atenderla entre dos indagatorias. Acaso trata esta gira de hacer comparaciones con la que hiciera Evita en su época? La diferencia estriba, sin más trámites, en que Cristina ha sido recibida como Presidenta de Argentina elegida por el pueblo y Evita lo fue como una Reina aclamada por su pueblo.
Mientras tanto, aquí la oposición está tratando de hacer hasta lo imposible para configurar una coalición que produzca la impresión de factibilidad ganadora, para inducir a los votantes a una opción distinta a la presidencial que tirios y troyanos aceptan como triunfante, desde ahora.
Si Ricardo Alfonsín, hijo del Presidente Raùl Alfonsín tuviera las cualidades de su  padre, que lo indujeran a hacer un gobierno parecido al que  hizo don Raùl,  se le podría elegir con confianza; pues este fue un gran patriota que nunca dejó de ser el hombre sencillo que fue, ni se valió del poder para perseguir a nadie y siempre estuvo en lo específico de su función, y así y todo, hubo de entregar el mando antes de vencerse su término pues lo derrotó una inflación de más del  5.000%  anual.
El hijo no tiene la coyuntura favorable que tuvo el padre para su elección, entre otras cosas, porque la Presidenta ha aplicado una máxima peronista que dice: “mejor que decir es hacer, mejor que prometer es realizar”; ella ha hecho y ha realizado muchas de las cosas que el pueblo necesitaba desde hacia años y la gente está agradecida y consciente del trabajo que ha realizado y quiere que se quede otro período, claro que no con imposiciones ni a las malas sino porque le reconocen su trabajo y la paz con que ha gobernado.
Alfonsín ha propuesto desde la U.C.R. una unión con los socialistas para lo cual se reunió con el señor Binner de ese partido y que sería su candidato a la vicepresidencia, pero no hubo humo blanco, es más, los medios hablan de “pelea” entre radicales y socialistas, sin explicar la significación del término.
Estoy casi de acuerdo con alguien que hizo un comentario a la columna pasada, donde estimaba que el porcentaje de intención de voto para Cristina era superior al que dábamos según las encuestas de los medios, y claro, la renuncia de dos aspirantes a la Presidencia hizo que sus potenciales votantes se fueron a otro lado y parece que donde más acamparon fue en el campo de Cristina. Uno de los renunciantes fue Mauricio Macri, actual Intendente (Alcalde) de la ciudad de Buenos Aires; y todos los que comentan su renuncia están de acuerdo a que la misma se debe al conocimiento que obtuvo de su situación por la mala o nula gestión al frente de la administración de la Capital Federal.
Así queremos que vote nuestro pueblo en octubre: premiando al bueno y castigando al malo, nos parece que es la más sabia manera de tratar a los señores de la política, sin palo y sin perrero,  pues lo que más le interesa al político es el voto y cuando le falte, recapacitará si quiere y si no, que abandone. Es como enseñar a los chicos: nadie se ciñe a una ortodoxia para hacer política, todos creen que se puede hacer de todo, que todo es válido;  hay que hacer como con los chicos: quitarles el dulce, el juego, la tv, para que aprenda a hacer lo que debe, al político hay que quitarle el voto.